Escultura de una liebre con cuerpo de mujer genera polémica en Puerto Varas
CRÍTICAS. La obra del artista Camilo Guerrero estuvo en la costanera hasta la semana pasada. Será terminada en su taller.
Opiniones a favor y en contra generó la nueva escultura del artista colombiano, avecindado en Puerto Varas, Camilo Guerrero, denominada "Di susurrando... 'Te amo mi amor'". Se trata de una estructura elaborada con la técnica mixta de modelado directo en ferrocemento, de cerca de tres metros de altura y una tonelada de peso, cuyo proceso creativo el artista quiso sacar de su espacio íntimo y compartirlo con la comunidad. De tal manera, el trabajo estuvo en desarrollo desde el mes de febrero en adelante en la costanera de la ciudad lacustre, cerca de "La Puntilla".
La escultura muestra una liebre con cuerpo de mujer y con un bebé en brazos, cuyo rostro está tallado en madera de alerce. Pese a no estar concluida, fueron justamente esas características las que concitaron el interés y atención de la gente que volcó sus críticas y alagos en distintas redes sociales.
Uno de quienes expresó rechazo fue el concejal Marcelo Salazar. "Tengo respeto por el arte, pero también puedo manifestar mis desacuerdos. En ese sentido, quiero expresar mi desacuerdo con esta obra y manifiesto no estar de acuerdo que se encuentre en un lugar público, al lado de una plaza de juegos infantiles", escribió el edil en Twitter.
Por su parte, Mónica Carrasco, miembro del directorio de la Corporación de Turismo de Puerto Varas, señaló también en los 140 caracteres: "Me encanta respetar el arte, pero cuando ponen una escultura que no aporta a la imagen destino turístico de Puerto Varas, al parecer quieren destruir el único paseo caminable. Está en su completo abandono".
Más favorables fueron las apreciaciones en Instagram. Por ejemplo, un usuario llamado Benja Brunet opinó "¡me encanta! Aguante el arte que incomoda". En tanto en la cuenta @main_zetha se pudo leer sobre la escultura que "es simplemente hermosa como obra de arte".
Camilo Guerrero explicó que la imagen nació de la simple observación del entorno y sus cambios. "Cuando llegamos aquí a Puerto Varas, hace 5 años, con mi hijo mayor veíamos pasar todos los días una familia de liebres por cerca de la casa. Era una imagen de todos los días y con el paso del tiempo eso cambió. Ahí por donde ellas pasaban se construyó una casa, se parceló. Desde que sucedió el estallido social y luego la pandemia, el movimiento masivo de personas hacia el sur de Chile y la venta masiva de parcelas hacen que para mí se genere esa reflexión: cómo es nuestra relación con la fauna y la naturaleza", expuso el artista. Respecto a los comentarios negativos que ha concitado la escultura, manifestó el autor que "está muy lejos de ser una cuestión satánica o pedófila" La imagen fue retirada del lugar, con acuerdo del municipio. Será concluida en su taller con revestimiento de mosaicos. Luego de eso, su autor proyecta exponerla de nuevo ante el público.