Robo de autos y extorsión
Los llamados hechos a dueños de vehículos sustraídos en Puerto Montt ameritan la mayor atención de parte de las autoridades.
Afortunadamente, ya se lograron recuperar los seis automóviles que en la jornada previa habían sido robados desde distintos lugares de Puerto Montt (uno de ellos después de una persecución policial, como se relata en esta edición). La celeridad de su búsqueda y detección sin duda que habla muy bien de los organismos policiales que encabezaron las diligencias respectivas, lo que le entrega a la ciudadanía algunas luces de seguridad en medio de la crisis nacional que hay hoy en torno al incremento de la delincuencia y el narcotráfico en el país.
No obstante, es necesario detenerse y analizar un particular e inquietante antecedente de esta ola de robos de vehículos que sacudió a la capital regional, y que consiste en sendos llamados telefónicos que recibieron dos de sus propietarios. En ellos, de acuerdo a lo que relataron, al otro lado de la línea se escuchó a personas con acento extranjero que les ofrecían la devolución de sus automóviles, pero con la exigencia de una recompensa a cambio. Es decir, un claro caso de extorsión que además de dar cuenta de una nueva técnica delictiva que se asoma en Puerto Montt, arroja el dato perturbador del conocimiento que tienen los delincuentes acerca de sus víctimas.
Aunque los propietarios pudiesen darse por satisfechos por la recuperación de sus automóviles, y Carabineros dar por cumplida parte de su misión, es imperioso que tanto las fuerzas policiales como el Ministerio Público y el Gobierno entreguen señales de que están preocupados por el salto evolutivo que cada vez más demuestran tener los grupos criminales. A diferencia de lo que ocurría hasta hace pocos años en Puerto Montt, en un corto período de tiempo en la zona se han registrado secuestros, casos de lavado de activos, un incremento evidente del narcotráfico y ahora prácticas extorsivas, todo lo cual configura un panorama del que es necesario tomar nota y actuar con prontitud y energía.
En este sentido, la opinión pública sigue esperando novedades concretas respecto del plan "Calles sin Violencia" que el Gobierno anunció hace algunas semanas para la ciudad. El tiempo pasa, la delincuencia innova en sus técnicas y la población, en tanto, sigue atemorizada.