Vicente Pereira

Con la instalación de carteles en el frontis de sus casas, en los cuales se destaca el nombre de Regimiento, vecinos de esa calle prosiguieron con sus acciones de protesta por el cambio de denominación a "Los Deportistas", determinación adoptada por el Concejo Municipal anterior, en octubre de 2020, pero ejecutada durante el pasado mes de abril.

Los habitantes de este sector reclaman por las complicaciones que el nuevo nombre les provoca desde el punto de vista administrativo, pero también porque se trata de un calle histórica de la capital regional.

Por lo mismo, afirman que los reclamos no guardan relación con el fin que tuvo el cambio de nombre, respecto a rendir un homenaje a cuatro futbolistas que fueron asesinados durante el gobierno militar.

Sobre la opción que abrió el alcalde Gervoy Paredes, respecto a que la decisión pudiese ser revocada si es que los interesados presentan una carpeta con los antecedentes correspondientes en la Dirección de Obras Municipales (DOM) para su análisis, Myriam Kalher, una de las voceras del movimiento de vecinos que se oponen al cambio de nombre, manifestó que ello no procede, puesto que es el jefe comunal "quien debe llamarnos a reunión para que presentemos los antecedentes y volver a ser Regimiento. No estamos dispuestos a realizar trámites, porque no corresponde".

La vocera calificó, además, como "desubicados" los dichos de Paredes en torno a que "hemos cambiado muchos nombres de calles y nadie se ha muerto", por cuanto "no tiene ninguna relación con temáticas políticas".

En tanto, el concejal Yerco Rodríguez (UDI) manifestó que la administración tiene que estar abierta al cambio, ante protestas de los vecinos.

Respecto a los dichos del alcalde Paredes, sostuvo que "es su forma de pronunciar algunas cosas. A veces fuera de contexto (...)".

Así también, su par Fernando Binder (Ind.), consideró que "me parece una falta de respeto hacia los vecinos que la máxima autoridad comunal señale que 'se han cambiado nombres y nadie ha muerto', considerando que muchas de estas personas se han visto seriamente afectadas con este cambio de nombre de Regimiento".

Además, calificó "este tipo de comentarios de índole simplista, bajándole el perfil a un tema tan delicado para la comunidad del sector, lo que solo denota dos cosas: la forma en cómo abordan los temas que importan o bien, la falta de conexión por parte del alcalde con las reales necesidades que tienen estos vecinos, tomando en cuenta que para ambos casos tiene un ejército de asesores que lo ayudan".

Además, emplazó al municipio a que "más allá de las solicitudes que emanan desde las organizaciones, la municipalidad está obligada a validar que los afectados estén informados o en conocimiento, más aún con temas administrativos que son tan delicados. Por eso la importancia de que el municipio sea parte y les consulte, ya que son quienes deben decidir y no entre cuatro paredes o en el Concejo, donde ellos no estén presentes".

Defensa de la historia

Edgardo Higuera, presidente de la Junta de Vecinos de la población Lintz, sostuvo que el objetivo es "volver a nuestra historia. Es decir, volver a Regimiento".

Es por ello que el dirigente recordó que en el encuentro que sostuvieron con la Comisión de Infraestructura del cuerpo colegiado puertomontino, expresaron que están preparados para realizar las gestiones tendientes a revocar el cambio de nombre.

"Lo estamos viendo desde el punto de vista histórico. Son más de 100 años de Regimiento. Un lugar donde vivieron nuestros abuelos y bisabuelos. Entonces, estamos defendiendo nuestro derecho a mantener nuestra historia", remarcó.

Juan Carlos Rivas, comerciante del sector, coincide con Higuera respecto a que se trata de una calle histórica. Además, reclama que se trató de una determinación que fue adoptada sin consulta a los habitantes del lugar.

"Yo tengo un negocio y me afecta. Tengo que cambiar todo el sistema de boletas en el Servicio de Impuestos Internos y en el municipio", precisó.

Al igual que Rivas, la también comerciante Edith Fuentes agrega que "tengo que pagar para realizar el cambio de documentación".

Además, afirma que para ella esa vía seguirá siendo calle Regimiento.

2020 es el año en que el Concejo Municipal cambió el nombre de calle Regimiento por "Los Deportistas".

En una sesión de septiembre de 2020, el Concejo Municipal de Puerto Montt decidió cambiar el nombre a la avenida Regimiento, lugar, en el centro de la capital regional, donde históricamente se ubicó el Regimiento N° 12 Sangra, como un homenaje a cuatro jóvenes que en el verano de 1974 fueron ejecutados extrajudicialmente por una patrulla de la Fuerza Aérea de Chile, con quienes previamente habían mantenido una riña. En este punto, destacar que los jóvenes jugadores de fútbol de la zona no tenían ningún tipo de participación ni militancia política, estableciéndose en su sentencia judicial que fue un crimen motivado no por razones políticas, sino más bien por abuso de poder.

Al momento de decidir el Concejo Municipal el cambio de nombre, hace un acto de reparación simbólica para las víctimas y sus familiares, rescatando del olvido la historia de estos cuatro vecinos de la Población Lintz.

Hace unas semanas se hizo público y se ejecutó la decisión del cambio de nombre de dicha avenida. Posteriormente , se realizó la actualización de la señalética vial. El cambio de nombre ha generado revuelo y una campaña de algunas personas para que se retrotraiga la decisión.

Esta decisión puede tener diversas lecturas desde la perspectiva de los derechos humanos. En primer lugar, aparece como una solicitud basada en negacionismo. Volver al nombre anterior es ignorar la historia, lo que adicionalmente puede ser revictimizante para los familiares de las víctimas y para las personas que fueron víctimas o represaliados de la dictadura.

Cabe aclarar que si bien el negacionismo no llama expresamente a la violencia, legitima la violencia estatal y política en contra de las personas, generando un clima de validación de esta y poniendo en cuestión la dignidad de las personas que han sido víctimas y de quienes podrían potencialmente serlo.

En un país con tantas deudas en las obligaciones estatales de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, sólo queda valorar el cambio de nombre que permite entregar el mensaje a la sociedad y futuras generaciones que no hay espacio para el odio y la impunidad.

"Volver al nombre anterior es ignorar la historia, lo que adicionalmente puede ser revictimizante para los familiares de las víctimas y para las personas que fueron víctimas (...) de la dictadura"