Más de 430 millones de toneladas de plástico al año, dos tercios de las cuales son productos que en minutos se convierten en desechos, 1.800 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero detrás de su producción y 100 millones de libras de esos residuos que llegan a los océanos, son sólo algunas de las cifras que demuestran que, definitivamente, estamos perdiendo la batalla contra el plástico.

Es justamente este escenario el que llevó a Naciones Unidas a decretar que este 2023 el Día Mundial del Medio Ambiente tuviera como consigna principal la búsqueda de soluciones a este flagelo, que no sólo está impactando la biodiversidad, sino también la salud de las personas. Según Rodrigo Sandoval, CEO I Am Not Plastic, el problema es grave y, por eso, encontrar una salida debe ser causa común de gobiernos, empresas y la ciudadanía en general.

La entidad ha trazado una hoja de ruta que busca reducir la contaminación plástica en un 80%, y la producción de artículos de un solo uso a la mitad, reforzando la importancia de reutilizar, reciclar, pero también, y quizás lo más novedoso, reorientar y diversificar.

Más allá de tomar conciencia, y quedarnos en el diagnóstico, es hora de tomar acción. Sumando voluntades individuales y ejecutando pequeñas acciones en el día a día, podremos hacer un cambio significativo. Si seguimos con la misma dinámica de producción, consumo y gestión del plástico, las perspectivas no son favorables.

En toda sociedad, siempre las expresiones religiosas han tenido un lugar relevante tanto en la vida de las personas como en la organización de los espacios públicos. Los vestigios de las culturas prehispánicas de nuestro continente americano, por ejemplo, abundan en testimonios significativos, incluso arquitectónicos, que demuestran la importancia de la religión. En cambio, el fenómeno del ateísmo y el agnosticismo, tan de moda en Chile y en otros países occidentales, es relativamente reciente en la historia de la humanidad.

No podía ser de otra forma. La religión apunta a una expresión fundamental del ser humano, pues le abre la puerta para encauzar la relación con la Divinidad. De hecho, el término "religión" viene del latín religio, que significa la acción de amarrar o unir con intensidad; se aplica a la fuerte relación que se puede dar entre los seres humanos con Dios.

Pero, ¿qué funda esta relación? ¿Desde dónde se establece la unión con la Divinidad? En la historia de la humanidad se han dado varios modos de relacionarse con Dios.

Las expresiones religiosas más arcaicas sostenían esta relación desde el temor; los actos rituales, muchos de ellos sacrificiales, buscaban calmar la "ira" de Dios, de manera que la subsistencia humana no se viera amenazada por las acciones de la divinidad. La experiencia religiosa del antiguo pueblo de Israel, como la narra el Antiguo Testamento, se sustenta básicamente en la fidelidad recíproca a la alianza o pacto hecho con Yahvé; respetar la alianza era la condición de posibilidad de la sobrevivencia y bienestar en la tierra prometida de toda una nación.

La propuesta religiosa del cristianismo, por su parte, subraya que la relación con Dios está mediatizada a través de Jesucristo, Hijo y enviado de Dios, quien ama e invita a amar tanto a Dios como a los demás. El amor, entonces, se convierte en el punto neurálgico que fundamenta la relación con Dios y que da sustento a las prácticas y rituales religiosos.

No es raro encontrarse hoy con personas que viven atemorizadas, esperando algún castigo divino, u otras que buscan "pactar" con Dios o con la naturaleza un estado de buena convivencia para evitarse problemas. Desde estas categorías, algunos deciden ignorar o "matar" a Dios para así anular cualquier amenaza. En cambio, cuando la experiencia religiosa se abre al amor, se descubre por esta vía que la auténtica religión renueva y revitaliza, porque es el amor de Dios que nos sostiene y da fundamento a nuestra existencia.

80 años | 4 de junio de 1943

Epidemia de rabia complica a la región

Federico Bucher, médico jefe provincial, ordenó mantener a los perros con bozal y amarrados en el interior de las casas, como consecuencia de la epidemia de rabia que complica a la zona. Desde el hospital puertomontino se confirmaron tres personas afectadas por esta enfermedad. La propagación de esta mal se debe a la alta presencia de perros vagos en las calles.

50 años | 4 de junio de 1973

Suben las tarifas de la locomoción pública

Ya están en vigencia las nuevas tarifas de la locomoción colectiva urbana, interurbana e interprovincial. El alza es notoria: entre cuatro y siete escudos por tramo, dependiendo si son servicios diurnos, nocturnos o domingos y festivos. Los tramos más extensos quedan así: a Valparaíso 745 escudos, Santiago 600 escudos, Concepción 450 escudos y Osorno 85 escudos.

10 años | 4 de junio de 2013

Salud decreta cierre de Mercado de Angelmó

En una decisión inédita, ayer la Seremi de Salud decretó la claudura del Mercado de Angelmó, ícono del turismo nacional y de la región. La decisión se funda en el mal estado del sistema eléctrico y fallas en el alcantarillado, por ejemplo. Se reveló que las goteras que existen en la techumbre del mercado caen sobre los productos del mar, causando una grave contaminación.