Vicente Pereira

Una nueva fase del proceso constitucional chileno se comenzará a vivir este 7 de junio, cuando asuman los 51 integrantes del Consejo Constitucional, quienes fueron elegidos en los pasados comicios del 7 de mayo y que tendrán la tarea de redactar la nueva Constitución para el país, luego del fallido intento de la Convención Constitucional, cuya propuesta fue rechazada por la ciudadanía en el plebiscito de salida del 4 de septiembre del año pasado.

Una instancia, por lo demás, de la que formarán parte, en su calidad de representantes de la región, Beatriz Hevia (Partido Republicano), Nancy Márquez (Convergencia Social) y Carlos Recondo (UDI).

Los tres, previo al inicio de sus labores, participaron del Conversatorio Constitucional organizado por la carrera de Derecho de la Universidad San Sebastián, sede de la Patagonia (Puerto Montt) y que constituyó el primer encuentro que los reunió para debatir respecto a lo que serán las materias del Consejo.

Así también expresaron su visión respecto a la propuesta elaborada por la Comisión de Expertos y que ellos tendrán que abordar una vez que asuman sus labores en el ex Congreso.

Diálogo

Los tres coinciden en que para que este proceso sea exitoso el diálogo entre los distintos sectores debe ser prioritario.

En tal sentido, Hevia manifestó que precisamente el hacer política en esta instancia, es "hacer diálogo. Sentarse a la mesa".

Y es así como asume la responsabilidad que tiene su colectividad, el Partido Republicano -la más grande del Consejo con sus 22 integrantes- respecto a procurar que "los puestos en la mesa estarán para todos, ya que la idea es que todos nos sentemos a conversar". Incluso, plantea que las puertas deben estar abiertas para los partidos políticos sin representación.

En tanto, la antropóloga social Nancy Márquez estima que es necesario construir un nuevo espacio, que permita valorar "la política, puesto que lo único que transforma las estructuras sociales, es, precisamente, la política, por lo que no se puede tener una distancia con ella".

Mientras que Carlos Recondo tiene la esperanza de que el camino que partirá este miércoles permitirá cerrar el capítulo constitucional chileno.

"Es relevante cerrarlo, porque durante muchos años ha generado enfrentamientos más que unión en torno a la Constitución", detalló.

En este sentido, colocó el acento en lo "relevante que es la política para resolver los problemas de convivencia dentro de una sociedad".

Fase inicial

Sobre las primeras labores que tendrán que cumplir una vez que asuman este miércoles, Hevia sostiene que una vez instalados revisarán el texto presentado por los expertos. "Los primeros 40 días estarán muy relacionados con escuchar, dialogar, sentarnos a revisar el texto y presentar enmiendas (modificaciones)" si es que así fuese pertinente.

En este punto, descartó que el texto esté listo y que los consejeros "no podamos hacer nada. No es así y vamos a poder realizar los cambios que sean necesarios", los que muchas veces vendrán de las conversaciones que realicen con distintos estamentos de la sociedad.

La idea, dice, es buscar una mirada común de país, ya que no se puede repetir "el error (de la Convención) respecto a que una visión se impuso".

A lo expuesto por Hevia, Nancy Márquez repara en la labor de los de los "árbitros" (Comité Técnico de Admisibilidad), los que tendrán por finalidad revisar el cumplimiento de los 12 bordes y que en el nuevo proceso se suman al Consejo y al Comité de Expertos.

Para Márquez, el objetivo de la propuesta de Carta Magna es que otorgue las garantías para que cualquier gobierno, elegido democráticamente, pueda llevar a cabo su programa, a diferencia de lo que sucede hoy, producto de los "candados que tiene la Carta Fundamental".

Y si bien reconoció que, desde el punto ideológico, presenta diferencias con Hevia y Recondo, existen materias comunes, como el contar con un Chile descentralizado, sobre todo para beneficio de una región como Los Lagos, que aparte de ser diversa, presenta una serie de dificultades territoriales.

Desde la perspectiva de Recondo, la Carta Magna, durante las últimas tres décadas "ha sido un punto de discusión permanente en todos los sectores del mundo político".

En cuanto a los bordes y el contenido, Márquez sostiene que a su sector le permite instalar temáticas que los representa. Un ejemplo de ello, es el quinto borde sobre Estado social y democrático de derechos. "Tiene que ser tratado sí o sí por el Consejo".

Lo anterior, entonces, precisa que: "Nos gusten o no nos gusten, tienen que ser tratados y debemos llegar a acuerdos".

Y si bien reconoce que su sector, en esta oportunidad, es minoría, ello no quiere decir