Infancia y uso de la tecnología
A la masificación de los dispositivos entre los niños debiera añadirse una preocupación especial de los padres por los contenidos a los que acceden.
La irrupción de internet se transformó en un punto de inflexión para el ser humano, especialmente en términos de comunicaciones y relaciones con su entorno. Los cambios han sido tan profundos como vertiginosos, ya que el mundo virtual se ha instalado paralelamente a la vida real.
Después del impulso en el uso de la tecnología que dejó la pandemia, teléfonos inteligentes, tablets y computadoras se han vuelto esenciales para la vida académica de los niños. De acuerdo con un informe de la empresa de seguridad informática Kaspersky, en Chile, el 52% de los padres adquieren estos dispositivos con el objetivo de que puedan ser una herramienta de estudio para los menores. Sin embargo, esos dispositivos no siempre cumplen sólo con los propósitos por los cuales fueron adquiridos, por lo que hay un crecimiento en la adopción de aplicaciones de control parental para prevenir que los niños accedan a sitios inconvenientes.
La crisis por la pandemia permitió valorar la importancia de internet en el teletrabajo y el teleestudio. La emergencia permitió a trabajadores y estudiantes desarrollar sus labores a distancia, en momentos en que las cuarentenas impidieron asistir en forma presencial. Hoy por hoy, los menores comienzan a utilizar estos dispositivos a una edad más temprana. En Chile, el 11% de los niños que ya emplea algún dispositivo tiene menos de 5 años y a esa edad es imposible que ellos mismos mantengan buenos hábitos digitales al navegar en internet.
Esas conexiones han significado que el concepto de distancia se haya relativizado, y puede decirse que desde su aparición, el mundo está a un sólo click. Del mismo modo, han aparecido las redes sociales, que se han transformado en una poderosa herramienta comunicacional. Pero resulta preocupante que los niños accedan a internet y a la televisión muchas veces sin tener la supervisión de sus padres.
Es evidente que debe hacerse un buen uso de estas tecnologías, que tiene que ver tanto con lo técnico como con lo humano, con el fin de que estas herramientas no se transformen en un objeto pernicioso. Los adultos deben entender que la infancia es un período crítico en que los contenidos audiovisuales influyen positiva y negativamente en su identidad, en sus conductas presentes y en su vida adulta.