Muere Silvio Berlusconi, figura clave en la política italiana y mundial del siglo XXI
MILÁN. Il Cavaliere no pudo salir con vida de su última crisis por la leucemia que padecía. El millonario dueño de medios de comunicación y del AC Milán falleció a los 86 años y la capilla ardiente será privada.
El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi falleció ayer, a los 86 años, una muerte que sella el final de una época de la historia de Italia, pues cambió la manera de hacer política, pero también dejó su huella en el mundo empresarial, de la comunicación y el deporte, durante las más de cinco décadas en las que protagonizó la vida del país.
Berlusconi murió ayer en la mañana rodeado por sus cinco hijos, su hermano Paolo y su compañera Marta Fascina, 53 años más joven que él, en el hospital San Raffaele de Milán, donde volvió a ingresar el pasado viernes tras una breve pausa, ya que había permanecido hospitalizado 44 días después de revelarse que padecía una leucemia desde hace tiempo.
El magnate, que tras ser un empresario de éxito revolucionó la política en la década de los años 90, cuando al frente del conservador Forza Italia se convirtió en el precursor del populismo, será despedido mañana en un funeral de Estado en la catedral de Milán, su ciudad natal.
El día será declarado de luto nacional, aunque finalmente la capilla ardiente de Berlusconi, uno de los políticos más queridos de los italianos y a la que se esperaba que acudieran miles de personas para darle su último adiós, solo será visitada por sus familiares.
La familia decidió que la entrada a Villa San Martino, la residencia de Berlusconi en Arcore, a una veintena de kilómetros de Milán, quede reservada exclusivamente a los allegados más cercanos, por razones de orden público, según medios locales.
Berlusconi era hijo de un banquero de clase media que comenzó cantando en cruceros y vendiendo aspiradoras, e inició una meteórica carrera empresarial al fundar con 25 años su primera constructora, Cantieri Riuniti Milanese.
En los años 70 puso en marcha un canal de televisión por cable que emitía en uno de los barrios milaneses que él mismo había construido, se hizo con parte del capital del diario "Il Giornale" y creó el "Canale 5".
Ese 1978 fundó Fininvest, la sociedad de cartera de la familia Berlusconi que hoy controla un imperio formado entre otros por la casa editorial Mondadori, la productora de cine Medusa y el grupo audiovisual Mediaset.
Aficionado al fútbol, fue dueño del AC Milan desde los años 70 hasta 2017, cuando lo vendió a un consorcio chino. Bajo su mandato, el blub ganó un total de 28 títulos.
"un revolucionario"
A pesar de que su vida estuvo salpicada de polémicas, desde sus famosas fiestas con jóvenes en Arcore a sus posibles vínculos con la mafia, tanto rivales como aliados han querido recordar su faceta "histórica".
Desde el hospital Gemelli de Roma, donde fue operado el pasado miércoles de una hernia abdominal, el papa Francisco, se refirió a Berlusconi y su "enérgico temperamento" como "un protagonista "de la vida política italiana, mientras el jefe del Estado, Sergio Mattarella, lamentó con "profunda tristeza" la muerte de "un gran líder político que dejó su huella en la historia" de Italia, cambiando "paradigmas, costumbres y lenguaje".
"Era sobre todo un luchador, un hombre que nunca tuvo miedo a defender sus convicciones, con coraje y determinación", dijo la primera ministra, Giorgia Meloni.
Tanto Meloni, líder de los conservadores Hermanos de Italia, como su vicepresidente Matteo Salvini, ambos socios de Berlusconi en la actual coalición de Gobierno de centroderecha, cancelaron su agenda, mientras la Cámara de Diputados suspendió sus sesiones y el Senado, al que Berlusconi volvió en octubre pasado tras nueve años de inhabilitación, mantiene su bandera a media asta.
Un gran vacío
Además de la conmoción política y social causada por la muerte de Berlusconi, no menor por esperada, su fallecimiento hace temblar su imperio económico, que tendrá que repartirse entre sus cinco hijos, pero también a su partido Forza Italia, que queda huérfano de su máximo líder y no tiene un claro heredero.
Berlusconi mantuvo las riendas de la tienda que fundó en 1993 mientras todos los posibles herederos han ido desapareciendo incapaces de igualar su carisma. Su "delfín" es el actual coordinador de la formación y ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, aunque no se descarta que se abra una lucha por ocupar su lugar.
Pero sobre todo, la muerte de uno de los hombres más ricos del país será un terremoto para Finninvest, con 5.000 millones de facturación y más de 20 000 empleados y dividido en siete holdings, cuatro de ellos en manos de "Il Cavaliere", que representa el 60% del imperio y que ahora tendrá ser repartido entre sus cinco hijos.
Actualmente los dos hijos de su primer matrimonio Marina y Piersilvio detienen el 8% cada uno y los de su segundo, Bárbara, Luigi y Eleonora, suman el 22%, mientras que el patrimonio de Berlusconi está valorado según Forbes en 7.000 millones de euros.
El magnate y su joven e inseparable compañera, Marta Fascina, se casaron el 17 de marzo de 2022.