"No medí el peligro que significa estar en una ciudad (Santiago) de esta envergadura"
"No medí el peligro de lo que significa estar en una ciudad de esta envergadura (Santiago) y con el teléfono expuesto (...)", reflexionó ayer Nancy Márquez (CS), la consejera regional de Los Lagos que tras sufrir el robo de su teléfono celular fue incluso reportada como desaparecida por su equipo la tarde del lunes, luego que producto de este hecho no pudieran establecer contacto con ella.
Más, según contó la antropóloga ancuditana, cuando se percataron que tras acudir al terminal de buses en busca de su maleta que había dejado en custodia se percataron que había solicitado un taxi, pero que no lo había usado y que tampoco llegó donde una compañera con quien había acordado ir a su departamento.
Tras todo el revuelo generado por esta situación, comentó que está "bien y agradecida de la preocupación de todos y también de la labor realizada por Carabineros y por la Policía de Investigaciones (PDI), porque se portaron muy bien con mi equipo".
-¿Qué fue lo que le sucedió?
-Yo viajo todos los viernes a Ancud en bus, donde están mis hijos y me vuelvo también en bus los domingos en la noche para llegar a Santiago el lunes en la mañana. Siempre dejo mi maleta en custodia en el Terminal Sur. De ahí me voy rápido al Congreso (ex Congreso Nacional, donde sesiona el Consejo Constitucional), donde trabajo todo el día para volver -al término de la jornada- a buscar mi maleta para irme al lugar donde me toca dormir. Y eso mismo hice ahora, aunque un poco más tarde, por lo que a las 19:30 horas (del lunes) estaba en este rodoviario. Una vez que la saqué me puse de acuerdo con una compañera para ir con ella a su departamento.
-¿Qué pasó después?
-Estábamos en eso, ella me da su dirección y yo pido un taxi. Estaba en la esquina de la Alameda cuando lo solicito y en momentos en que estaba revisando mi celular pasa un joven y me agarra el teléfono y se lo lleva. Fue súper rápido. Fue un robo por sorpresa. Yo estaba con mi maleta, estaba con todo, así que me quedé ahí, parada como 10 minutos sin saber qué hacer, con mi maleta y sin tener información de dónde llegar porque uno tiene toda la información en el celular. De verdad no tenía dónde ir. Quedé un rato paralizada. Entonces, después lo que hago es buscar dónde comprarme un teléfono para estar conectada. Subo al metro, en la USACh (Universidad de Santiago) y voy hasta la Universidad de Chile, donde me bajo y empiezo a buscar, en Santiago centro, un lugar abierto. Como era tarde estaba todo cerrado, así que caminé, caminé y caminé buscando alojamiento.
-¿A esa hora ya tenía que asegurar un sitio dónde llegar?
-Era muy tarde, así que tuve que buscar un lugar para poder dormir. Pasé a un apart hotel y me dijeron que no. Ni siquiera me abrieron la puerta, porque había que reservar y como no tenía teléfono, no podía hacerlo. Como que nadie entendía que no tuviera teléfono (...). Fue muy hostil todo. Caminé mucho rato y con mucho frío hasta que llegué a un apart hotel, lugar donde un conserje de apellido Estay me recibió y me ayudó, así que dormí en un apart hotel en la noche. Y en la mañana, cuando despierto muy temprano, me di cuenta de todo el revuelo armado por mi presunta desaparición.
-Su equipo incluso presentó una denuncia por presunta desgracia en Carabineros.
-Mi equipo cuando revisó mi correo se dio cuenta que había solicitado un taxi, pero que nunca lo había tomado, entonces se preocuparon mucho y por eso se armó este revuelo, ya que no llegué tampoco donde mi compañera, ni tomé el taxi, sumado a que estaba en un lugar súper inseguro como es Santiago.
-De todo esto usted tuvo conocimiento cuando inició la jornada de ayer...
-Claro. Cuando desperté salí corriendo para pedirle teléfono al conserje y llamar a mi mamá, porque ya era una hora prudente y decirle lo que estaba pasando y avisarle a mi equipo. Luego fui a la PDI para declarar lo que pasó, porque como había una denuncia de presunta desgracia tuve que dar cuenta de todos los detalles.
"Cuidarnos"
-¿Qué le pareció el revuelo generado al no estar ubicable?
-Lo tomo como aprendizaje. A lo mejor no medí estar en Santiago, llegar a otra ciudad, con otros códigos y prácticas sociales y culturales. No medí el peligro de lo que significa estar en una ciudad de esta envergadura con el teléfono expuesto. Creo que ese es el aprendizaje, de darse cuenta de donde estoy. Que, por lo demás, no es como Chiloé, sino que una ciudad hostil y bien compleja de abordar.
-¿Cuál es su reflexión después de lo que vivió estos días?
-De cómo estamos construyendo comunidad. Hay mucha desconfianza en el otro. Dudan si es que estará hablando con la verdad o no (...). Nadie me prestó ayuda, sólo el señor Estay, que fue el conserje que me ayudó con un espacio y por lo mismo el llamado es a ser comunidad, a cuidarnos, a confiar. Entiendo que es una ciudad hostil, pero no por eso vamos a perder la condición humana de ser solidarios frente a alguien que está con dificultades.
"Caminé mucho rato y con mucho frío hasta que llegué a un apart hotel, lugar donde un conserje de apellido Estay me recibió y me ayudó"