Cuando desapareció la puertomontina Claudia Agüero, en diciembre de 2019, ni siquiera había pandemia y el país, en ese entonces, era sacudido aún por el estallido social. Así de lejano parece el tiempo que ha transcurrido desde la última vez que se divisó a la madre abordando un bus en Lagunitas para ir a su lugar de trabajo en Valle Volcanes. Su rastro se extravió misteriosamente ese día, su celular apareció en una ladera de la cuesta Fourcade, surgió una difusa pista en Uruguay, una amiga de ella entró en aparentes contradicciones y al día de hoy, tres años y medio después, su familia sigue a la espera de saber qué le pasó.

Por eso es que asoma como un elemento clave para las pesquisas que el Ministerio Público haya dispuesto un cambio en el equipo policial que investiga las circunstancias de la desaparición de Claudia Agüero y su posible paradero. Aunque se mantiene la misma fiscal a cargo del caso, ahora cuenta con un nuevo equipo de dedicación exclusiva (ya no preferente), formado por tres funcionarios de la PDI de Puerto Montt y otros tres provenientes de diferentes lugares del país, lo que se espera permita una mirada fresca a las indagatorias, revisitando todos los antecedentes recopilados en los cinco tomos y delineando líneas diferentes de investigación para saber qué es lo que le ocurrió a la madre puertomontina.

El caso de Claudia Agüero, tristemente, no es el único caso de personas que han desaparecido en la región. Aunque es el más visible, dadas las circunstancias en que se produjo, hay varias otras personas por las cuales sus respectivas familias esperan alguna infornación.

Teniendo este antecedente, el Gobierno Regional ha dado un paso sustantivo en los últimos días, al aprobar la destinación de recursos para la formación de una unidad de búsqueda de personas en Los Lagos, y que es lo que facilitará, justamente, la conformación del nuevo equipo que trabajará en el caso Agüero. Es una señal positiva de preocupación de las autoridades regionales para hacerse cargo de las inquietudes locales, como lo ha reseñado el propio gobernador Patricio Vallespín.

La familia de Claudia Agüero merece saber qué le sucedió. Este nuevo equipo, con la inyección de recursos, tiene la tarea ahora de escudriñar su caso.

Un momento culminante del movimiento ambientalista fue la gigantesca manifestación contra el proyecto Hidroaysén, realizado en la principal avenida de Santiago de la Nueva Extremadura. ¡Juee, qué gentío! Todos a defender los arbolitos. ¡Y ganamos! No se hizo Hidroaysén y se salvaron los arbolitos.

El proyecto consistía en que una empresa privada obtenía energía hidroeléctrica, se apropiaba de ella y se la vendía a otras empresas privadas, mineras del lejano norte, y en el proceso se cargaban los árboles del valle a inundar y los de la línea de transmisión. Esto era cierto e inevitable, pero ¿y si el proyecto no fuese de mercado, sino de interés social? Esa energía es la que permitiría electrificar la matriz energética regional y dejar de quemar -todo el tiempo- toneladas y toneladas de leña sólo para cocinar y calentar nuestros hogares, para vivir.

Esta necesidad vital nos ha hecho arrasar nuestro paisaje de manera dramática; hay islas en las que simplemente ya no quedan más que matorrales, hace ya tiempo que talaron incluso esos enormes árboles que había en Tabón y que servían de referencia cuando uno navegaba entre los golfos de Ancud y Reloncaví.

El valle a inundar no era una de esas amplias cuencas en forma de U, sino un cañón en forma de V, por lo que el área a inundar para alcanzar la altura de agua necesaria era pequeña, de modo que los árboles a sacrificar no eran tantos y a cambio de eso se podrían estar salvando -ahora- centenares de hectáreas de bosque y, ojo, nos evitaríamos esas terribles noches de invierno en que la inversión térmica mantiene a nivel de suelo el humo de las miles y miles de chimeneas de nuestras propias casas y el aire se hace irrespirable. Pero el proyecto Hidroaysén era de mercado, los árboles del valle habrían muerto sólo para beneficio de una empresa.

De mercado fue también su derrota, ya que tropezó con el interés de otra empresa privada: El Turismo Prístino, esa que trae gringos a pescar en un entorno tan virgen que la sola visión de una torre de alta tensión "ofiende la vista", por lo que hay que evitar que a los clientes se les estropee la postal, mientras con sus botas y artes de pesca contaminan el río con dídimo. Esta empresa fue capaz de sintonizar con nuestra disposición a defender la naturaleza y así tuvimos esa enorme muchedumbre en Santiago, marchando por motivos puramente emocionales. ¡Una entrevistada dijo estar manifestando "porque iban a inundar las Torres del Paine"! ¡Juee!

Y así fue derrotada la siniestra Hidroaysén. Seguimos quemando leña y respirando humo, ¡pero que gran triunfo logramos! ¡Somos flor de ambientalistas! ¡Huija canejo!

80 años | 16 de junio de 1943

Amplio rechazo a la división de la provincia

Con gran interés se ha seguido la idea de un diputado osornino, quien planteó la posibilidad de anexar el Departamento de Fresia a la Provincia de Osorno. El parlamentario por la Provincia de Llanquihue, Pedro Bórquez, fue tajante en presentar su rechazo a la idea, ya que perjudicaría la producción agrícola. El diputado Ernst acusó que la idea cercenaría la provincia llanquihuana.

50 años | 16 de junio de 1973

Fumadores sufren por filas para cigarrillos

A raíz de los continuos y graves desórdenes ocurridos durante los días de distribución de cigarrillos, varios comerciantes de la ciudad se han visto en la necesidad de no vender sus cuotas de tabaco. Esta determinación, a todas luces lógica por la inseguridad de los locatarios, se contrapone a la alta demanda de tabaco por parte de las personas que tienen el hábito de fumar en Puerto Montt.

10 años | 16 de junio de 2013

Siquiatra de Carabineros es aprehendido

Un supuesto médico siquiatra, que trabajaba para Carabineros en Puerto Montt, fue detenido por ejercicio ilegal de la profesión. El caso es investigado por la PDI y el Ministerio Público desde el año pasado. El imputado presentó en 2004 ante las autoridades chilenas un título de médico cirujano emitido por la Universidad de Guayaquil, en 1998. Tales documentos serían falsificados.