Putin asegura que Rusia sigue firme en la guerra y promete derribar F-16 de la OTAN
CONFLICTO. El líder del Kremlin destacó que su Ejército está combatiendo con éxito la primera fase de la contraofensiva ucraniana, aunque en Kiev desmienten esa versión. Si la Alianza envía aviones contra Moscú, serán destruidos, agregó.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que Ucrania está sufriendo pérdidas masivas en la primera fase de su contraofensiva, en una jornada en la que Kiev volvió a informar que sus tropas continúan avanzando junto a la ciudad de Bajmut, una de las tres zonas del frente de ataque.
Durante su intervención en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Putin declaró que las fuerzas ucranianas llegaron a la primera línea de defensa rusa en algunos sectores, pero sin poder conseguir "ningún resultado" y al precio de poner en riesgo sus reservas estratégicas.
"En cuanto a los vehículos y equipos (bélicos), vemos que cada vez pierden más. Son 186 tanques perdidos y 418 vehículos blindados", aseguró Putin, que situó la relación de bajas entre ambos bandos en 10 a 1 a favor de Rusia.
La radiografía de la situación ofrecida por Putin contrasta radicalmente con la de los portavoces de Kiev. La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Maliar, dijo recientemente que Rusia perdía 5 y 8 veces más hombres que Ucrania, dependiendo de la zona del frente.
Las autoridades ucranianas informaron hasta ahora de la recuperación, por parte de su ejército, de siete pueblos y de un centenar de kilómetros cuadrados de territorio hasta ahora bajo control de las tropas rusas en Donetsk, en Zaporiyia y en la intersección de ambas regiones parcialmente ocupadas por Moscú.
El comandante ucraniano Oleksandr Sirski dijo que "las fuerzas armadas (ucranianas) continúan avanzando y liberando tierra ucraniana".
También señaló que el ejército ruso sigue "trasladando unidades militares a Bajmut" para hacer frente a las acciones ofensivas ucranianas.
Esta acumulación de tropas, explicó, da a Rusia una superioridad numérica, pero Ucrania tiene ventaja, dijo el comandante, en cuanto a "calidad, precisión y motivación".
En la cita de San Petersburgo, Putin se refirió a la posibilidad de que países de la OTAN envíen aviones de combate F-16 a Ucrania. El presidente ruso prometió que los cazas serán destruidos si llegan a Ucrania, y advirtió del riesgo que según él supone la entrega de este tipo de armamento occidental a Kiev.
Por su parte, los ministros de Defensa de la OTAN avanzaron en la concreción de nuevos planes regionales que reforzarán la disuasión y defensa aliadas con la puesta en máxima alerta de más de 300.000 efectivos, y que esperan ver la luz en la próxima cumbre de la organización en Lituania en julio.
"Por primera vez desde la Guerra Fría estamos conectando plenamente la planificación de nuestra defensa colectiva con la planificación de nuestras fuerzas, capacidades y mando y control", afirmó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, al término de una reunión de dos días.
Ésta fue la última ministerial antes de la cumbre y estuvo centrada principalmente en los preparativos de las decisiones que verán la luz en Vilna, incluidas las que apuntalarán el apoyo aliado a Ucrania para que siga haciendo frente a la invasión rusa.
Los nuevos planes regionales dependerán de los tres cuarteles aliados de Norfolk (EE. UU.), Brunssum (Países Bajos) y Nápoles (Italia), que se reparten geográficamente la defensa de toda la Alianza.
La jornada estuvo marcada por un ataque contra Kiev poco antes del mediodía en el que Rusia utilizó un mínimo de seis misiles supersónicos Kinzhal y otros seis misiles de crucero. Las autoridades militares ucranianas dijeron haber derribado todos esos proyectiles.
También este viernes, el líder checheno, Ramzán Kadírov, ordenó a sus hombres que protejan la frontera de nuevas incursiones armadas por parte de paramilitares rusos anti-Putin auspiciados por Kiev en la región rusa de Bélgorod, donde estas formaciones han llegado a tomar rehenes y controlar territorios en dos de sus infiltraciones.