Kate Darling: "No se trata de que la IA nos sustituya, sino de que nos complemente"
FUTURO. Experta en ética robótica afronta los desafíos de las nuevas herramientas.
Efe
La experta en ética robótica del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos Kate Darling, afirmó que "no se trata de que la inteligencia artificial (IA) sustituya a las personas y su inteligencia humana, sino de que las complemente".
"Antes que nada, sería importante preguntarnos para qué queremos desarrollar la inteligencia artificial (...). ¿De verdad queremos replicar nuestra propia inteligencia humana?, ¿qué sentido tiene eso?", reflexionó Darling.
La investigadora sobre los efectos legales, sociales y éticos de los robots en el Media Lab del MIT, defendió que debe comprenderse que el "verdadero potencial" de la IA no es recrear las habilidades que ya tiene una persona, sino asociarse con la inteligencia artificial y los robots para ir más allá.
La experta estadounidense es la autora de "The New Breed", donde afirma que la mejor comparación para entender qué es un robot son los animales y no los humanos.
"Las personas en su relación con los animales no han intentado adiestrarlos para que sean iguales que ellos, sino para que les ayuden en tareas complementarias. Ejemplos de ello históricamente son los canarios que bajaban a las minas o los caballos que con su fuerza física tiraban de carros para que las personas se desplacen", comentó.
En cualquier caso, destacó la especialista, "conviene recordar que somos nosotros los que tenemos que definir el futuro y no ellos".
Más allá, sobre las críticas a la inteligencia artificial y los robots porque puedan llevar a eliminar puestos de trabajo humano, Darling señaló que "la culpa no es de la tecnología 'per se', sino de las empresas y el sistema capitalista que nos ven a las personas como meros bienes de producción, en lugar de ir más allá y pensar en cómo pueden complementarse la IA y la inteligencia humana".
Darling explicó algunos de los experimentos que por años realiza en el MIT sobre la interacción de las personas con los robots, desde las aspiradoras autónomas hasta los últimos modelos de robots físicos de Boston Dynamics, y concluyó que las personas se "encariñan" con ellos porque ven "características de ser vivo".
"Los niños y no tan niños se encariñan con máquinas que emulan mascotas porque se mueven como ellas. Y no solo eso, son incapaces de hacerles daño, aunque sepan que no tienen vida", dijo.
La experta defendió que actuar de ese modo "no es de tontos, sino que las personas tienen una inercia al cuidado y a la bondad, y eso no es ridículo y podemos extraer muchas cosas positivas de ello".
Darling indicó que la robótica puede servir para sustituir a las mascotas en determinados casos, como la terapia con animales de personas enfermas o niños, y hacerlo de forma más segura e higiénica.