Sumergible extraviado se queda sin oxígeno y búsqueda se centra en zona donde se oyeron ruidos
CONTRA EL TIEMPO. El submarino desaparecido con cinco tripulantes cuando iba a ver los restos del Titanic tenía autonomía de 96 horas, es decir, esta madrugada.
Agencias
Hasta esta madrugada duraba el oxígeno del sumergible turístico que desapareció en el océano Atlántico con cinco tripulantes a bordo, mientras viajaba a ver los restos del Titanic.
La búsqueda del subamarino, al cierre de esta edición, era frenética y contra el tiempo, pues el aparato tiene 96 horas de autonomía, que se agotaban hoy. No así las esperanzas de encontrar con vida y a salvo a los tripulantes, sobre todo luego de detectarse ayer en la mañana sonidos submarinos que permitieron acotar el área de rastreo.
"No puedo decirles de qué son los sonidos, lo que sí que puedo decir es que estamos buscando dónde han ocurrido los ruidos", apuntó el capitán de la Guardia Costera de EE.UU. Jamie Frederick.
Explicó que un avión canadiense de patrulla marítima P3 detectó sonidos y los efectivos de rescate trasladaron las operaciones de los ROV, una especie de drones submarinos manejados de forma remota y que fueron aportados por Francia, a la zona donde se oyeron los ruidos para explorar su origen.
El responsable de la Woods Hole Oceanographic Institution Carl Hartsfield describió que esos ruidos son como "sonidos de golpes".
Destacó que el océano es un lugar "muy complejo" con sonidos humanos y de la naturaleza, por lo que es muy difícil discernir el origen de esos ruidos, pero destacó que los equipos de rescate tienen "sensores múltiples" y que la información estaba siendo enviada a "los mejores en el mundo", gente que analiza esos datos, que a su vez mandan el resultado de su análisis a los responsables de la operación para que tomen decisiones.
La búsqueda ahora tenía lugar en un área de 13.023 kilómetros cuadrados.
Ayer al mediodía, Frederick dijo que los equipos habían expandido "exponencialmente" el área de búsqueda y que esta se extiende "cada hora".
Las operaciones tienen lugar a 1.448 kilómetros del cabo Cod (Massachussets, EE.UU.) y a unos 644 kilómetros de San Juan de Terranova (Canadá).
En ella participan efectivos y recursos de EE.UU., Canadá, Francia y el Reino Unido, con aviones, embarcaciones y drones submarinos. Frederick agregó que hay más ayuda en camino, pues ayer en la mañana al sumergible solo le quedaban 20 horas de oxígeno y raciones limitadas de comida.
Remarcó que "esta es una misión de búsqueda y rescate, al 100%" para encontrar y rescatar a los cinco tripulantes del submarino Titan, desaparecido el domingo.
"superficie o morir"
El viaje a los restos del Titanic debería durar 10 horas. El tamaño del interior del sumergible de la empresa OceanGate se parece al de una "minifurgoneta", contó en su pódcast Mike Reiss, un escritor y productor que trabajó en "Los Simpsons" y emprendió este mismo viaje el año pasado.
En cada inmersión, los cinco tripulantes -el piloto y los cuatro pasajeros- son obligados a ir descalzos y a sentarse con las piernas cruzadas en el mismo suelo, ya que no hay asientos, para caber en el cilindro de 670 centímetros de largo.
Dentro de la nave solo hay una ventanilla para poder ver el exterior "por turnos", explicó a la radio pública estadounidense NPR el periodista del canal CBS David Pogue, quien también fue pasajero del Titan.
Aun así, se puede ver lo que hay alrededor a través de pantallas que conectan con cámaras en la superficie del aparato.
Asimismo, el Titan cuenta con una cortina negra que separa una letrina del espacio donde se sientan los tripulantes: El water es una pequeña caja negra.
Reiss recuerda que antes del viaje -que puede costar hasta 250.000 dólares- los pasajeros tienen que firmar un "largo documento de renuncia que menciona la posibilidad de muerte tres veces en la primera página".
Pogue observó que muchas de las piezas del sumergible "parecían improvisadas". Sin ir más lejos, la nave está controlada por un mando de videojuego, cuyo diseño se asemeja a uno de los característicos controles de Xbox o PlayStation. El mismo consejero delegado de OceanGate detalla en un video que tienen dos controles de repuesto, "por si acaso".
Sin radio y sin GPS, los tripulantes los tripulantes se enfrentan a temperaturas muy bajas, con un frío apenas superior al punto de congelación y con posibilidad de sufrir hipotermia.
Pogue apuntó que en el viaje "estás por tu cuenta" y solo hay una vía de salida: "No hay refuerzos, no hay vía de escape, es llegar a la superficie o morir."