No es fácil conducir en Puerto Montt. A los elementos propios de nuestra geografía, de cuestas y cerros, se suma la remodelación de calle Antonio Varas y otras vías, un mal alumbrado público, señalética ausente o descuidada y condiciones meteorológicas adversas en esta época del año.

El trabajo en la principal arteria comercial hace que la totalidad del tránsito que absorbía Varas, se desplace a otras calles paralelas, como Urmeneta o Diego Portales, con sus desagradables efectos en la congestión vehicular, en particular en las horas punta. Ese problema se ha mantenido en el tiempo, especialmente por las solicitudes de ampliación de plazo, ante el retraso de las obras.

Ni hablar de los tacos desde y hacia Alerce o hacia Las Quemas. Incluso llegar a Bosquemar, cruzando Mirasol después de las 19 horas, es todo un desafío. Pero a esas dificultades a las que poco a poco nos hemos habituado los conductores puertomontinos, surgen otras que con un poco de gestión pueden ser solucionadas.

Es extraño, pero en ocasiones el alumbrado público de la ciudad se apaga por varias cuadras. Esto me hace recordar a esas luces en serie de los árboles de Navidad, donde se quemaba una ampolleta y se apagaban todas las similares. La falta de alumbrado público es mucho más grave en otoño-invierno. Hace sólo unos días atrás vivimos en el hemisferio sur la noche más larga del año.

Con las lluvias propias de esta estación, se mojan y empañan los cristales y el pavimento se torna más oscuro, dificultando aún más la visión de las calles puertomontinas y la adecuada visualización de los peatones. Eso con la combinación oscura de nuestros uniformes escolares, en los que predomina el azul marino y el gris, es una combinación casi mortal.

A ello debemos agregar la falta de pintura blanca en los bordes de las aceras, o la ausencia de las líneas demarcatorias de las pistas en algunos sectores. En ocasiones, los bandejones centrales de algunas avenidas aparecen de sorpresa ante los ojos de los automovilistas por la falta de señalización adecuada. Se me viene a la mente el de la Avenida Presidente Ibáñez con O'Higgins, en el sector alto de la ciudad.

Si todo esto ya es complejo, debemos recordar que en ocasiones los temporales apagan los semáforos o que las temperaturas bajo cero agregan escarcha a las vías, dejando la calzada brillante e incrementando el riesgo, especialmente en las cuestas que conectan las terrazas de la capital regional.

Ya llegó el invierno a Puerto Montt, la precaución al conducir es vital si queremos evitar accidentes.

80 años | 23 de junio de 1943

Realizarán velada a beneficio de Bomberos

Una velada en beneficio de los bomberos de la Tercera Compañía se llevará a cabo este viernes, en el Teatro Victoria. Serán parte del evento la Miss Radio Llanquihue, Raquel Serón; Ginita Muñoz y Nenita García; el dúo cómico García Ovalle y el tenor Justo Ugarte, entre otros. La Banda del Regimiento Sangra también aportará a la actividad benéfica.

50 años | 23 de junio de 1973

Militar en retiro muere ahogado en Maullín

Un funcionario en retiro del Ejército pereció ahogado en el río Cariquilda, en Maullín. La víctima viajaba en un bote junto a un menor de 13 años, quien logró ser rescatado con vida por lugareños. El propio niño reportó en Carabineros el fatídico accidente, iniciándose de inmediato la búsqueda del cadáver del hombre de 58 años. Sin embargo, la faena concluyó hoy sin éxito.

10 años | 23 de junio de 2013

Una narco resulta con un balazo en el glúteo

Al menos dos disparos percutaron detectives de la PDI en Puerto Montt, en el contexto de un procedimiento antinarcóticos en la Población Manuel Rodríguez. Un hombre y una mujer fueron detenidos, resultando la imputada con un balazo en un glúteo. Ambos portaban en un auto un kilo y medio de marihuana prensada, un arma de fuego y abundante munición.

Con los años, progresivamente se ha ido instalando y reforzando el concepto de los derechos del niño, consecuencia del entramado de derechos que en torno a las personas se comenzó a armar en el siglo XX. Hoy por hoy, hay plena conciencia, mas no el cumplimiento a cabalidad, de los derechos de los niños a crecer en un entorno familiar armonioso, a vivir en un medio ambiente sano y a tener acceso oportuno y digno a la salud y la educación, entre otros. Cuestiones que a muchos pudieran parecerles una perogrullada en estos tiempos, pero que en el siglo XIX y parte del XX eran algo definitivamente impensable.

Aun así, en un entorno cada vez más consciente de los derechos del niño, la opinión pública puertomontina ha conocido esta semana del penoso caso de dos hermanos que padecen de un complejo síndrome, y para quienes su afligida madre no ha podido conseguir un colegio que atienda sus necesidades educativas especiales. Ha transitado de uno a otro establecimiento, sin lograr que en alguno estén las condiciones adecuadas para que sean parte de los procesos educativos.

En virtud de las dificultades que ha tenido en su diario vivir, y de las carencias educativas de los menores, el Tribunal de Familia dictó una resolución en que confirma la vulneración de los derechos de los niños y establece una serie de medidas para que se les brinde una solución presencial, incluso haciendo mención al transporte escolar a fin de que se trasladen del hogar al colegio. Pese a este fallo judicial, los menores continúan sin un establecimiento al cual y la madre sigue en su cruzada para que ellos hagan ejercicio de sus derechos.

En respuesta a estos antecedentes, el Departamento de Administración Educacional de Puerto Montt negó que el sistema haya vulnerado los derechos de los infantes, pues sí se les habría dado una alternativa en distintos establecimientos, deslizando incluso responsabilidades ajenas en la asistencia a clases. El problema, no obstante, es que a pesar de una contundente resolución judicial, la madre sigue buscando un establecimiento educacional, lo que habla a todas luces de una contradicción que debe ser aclarada y solucionada a la brevedad, en beneficio de los niños.