En una complicada situación han quedado los pescadores bentónicos de Los Lagos, luego que la Corte de Apelaciones de Coyhaique dictara una orden de no innovar, en respuesta a un recurso de protección presentado por 13 gremios de Aysén y que, en concreto, les prohíbe extraer erizo, luga roja y almeja desde la Región de Aysén. Tal libelo lo interpusieron en contra de un acuerdo firmado por los gobiernos de Los Lagos y de Aysén, y que le permitía a los pescadores de esta región poder ejercer su labor en las denominadas "zonas contiguas", que no es otra cosa que trasladarse a la región aledaña para extraer el recurso marino.

El impacto de tal prohibición, como ya lo han manifestado los parlamentarios de la región, representa un severo perjuicio para los pescadores bentónicos. Se afecta a 1.500 familias de forma directa y, por extensión, a tantas otras que se encuentran en la cadena productiva. Ni siquiera una resolución de la Subsecretaría de Pesca, de mayo de este año, que autorizaba la ampliación del radio de acción, sirvió para que el tribunal de alzada de Aysén le diera la razón a los bentónicos de esta zona, quienes ya han iniciado acciones de protesta para manifestarse en contra del dictamen judicial. Calbuco y Quellón, precisamente, fueron el escenario de las primeras movilizaciones esta semana.

El gran problema ahora es que un conflicto social y político caminará ahora con dos velocidades. Uno con el ritmo que impone cualquier proceso judicial, como lo es un recurso de protección, que resulta alambicado, con plazos que no son urgentes y que muchas veces se resuelve, a favor o en contra, cuando ya el conflicto se superó o se extinguió. El otro es la arista social, con pescadores que exigen ahora ya el respeto a un acuerdo suscrito por autoridades de ambas regiones, para poder trabajar y llevar el sustento a sus hogares.

Este desacoplamiento sin duda es un riesgo evidente de que el conflicto social escale a episodios mayores que requerirán la presencia activa del Gobierno. Para evitar aquello se necesita de la determinación de las autoridades regionales, de la Subsecretaría de Pesca y de los pescadores de ambas zonas, a fin de allanar un camino que al menos sea una solución transitoria.

Nuevamente Puerto Montt está viviendo una emergencia, pero esta vez no es por efecto de la naturaleza que cada cierto tiempo nos pone a prueba con temporales, derrumbes o incluso con el sismo más grande registrado en la historia de la humanidad. Esta vez se trata de una emergencia económica y social.

Ya hemos pasado por crisis de estas características, algunas de gran envergadura, como los efectos en el empleo que dejó en 2007 la aparición del virus ISA, o el terremoto social que significó la marea roja en mayo de 2016. Pero en esta emergencia social no hay protestas, tomas de rutas ni barricadas con neumáticos ardiendo. Tal vez por eso no se ha generado un plan de respuesta y apoyo a los afectados. Las autoridades no se han visto presionadas para ofrecer respuestas.

Se trata de una emergencia localizada geográficamente en el centro de la capital de la Región de Los Lagos. Afecta a un barrio con una arraigada historia comercial, actividad que ha sido impulsada por familias tradicionales de nuestro Puerto Montt, que han llevado sus negocios con el apoyo de colaboradores también puertomontinos.

La interrupción de la obra de calle Antonio Varas sólo viene a incrementar una emergencia que se arrastra desde hace años, con las dificultades de tránsito y acceso que los trabajos (y sus atrasos) han generado al corazón comercial de Puerto Montt. La diferencia es que ahora ni siquiera existe un plazo -aunque sea ficticio, como los anteriores- de la habilitación total de la arteria. A esta problemática debemos sumar la competencia desleal del comercio ambulante, que ha proliferado por las arterias céntricas en los últimos años.

Calle Varas tiene una crisis generada por varios factores, pero hasta ahora ninguna autoridad o gremio ha planteado acciones para mitigarla. No se conoce -al menos públicamente- una propuesta para proteger a los comerciantes y las fuentes de trabajo que generan. Extraño una campaña llamando al público a visitar los locales de calle Varas, la habilitación parcial de la vía, el retiro de los escombros que faciliten el desplazamiento de peatones, entre otras acciones.

En definitiva, un conjunto de medidas del mundo público y privado que llamen a los puertomontinos a preferir su comercio establecido, sus locales de toda la vida, esos que son parte de la historia de nuestra ciudad.

Desde esta semana quedan dos meses para Fiestas Patrias, una fecha clave para el comercio. Una fecha que sin duda puede ser una esperanza para activar una campaña efectiva para la sobrevivencia de calle Antonio Varas. Tal vez así podremos evitar que el comercio tradicional cierre sus puertas.

80 años | 21 de julio de 1943

Prohíben beber y jugar a personal en los viajes

La Empresa de Ferrocarriles del Estado prohibió a su personal, en específico a los garzones y a quienes llevan coches comedores, respecto de beber y de jugar durante los viajes. Advierten que el incumplimiento generará sanciones a los empleados o garzones que sean sorprendidos en esta práctica, cuya responsabilidad de hacer cumplir la normativa la tiene el encargado del coche.

50 años | 21 de julio de 1973

Roban balones de gas desde los domicilios

Cuatro casas ubicadas en el sector Puerto Chico, de Puerto Varas, fueron objeto del robo de sus balones de gas. Según se informó, ninguna de las familias afectadas se percató en el momento de lo que sucedía en sus domicilios, por lo que se presume que este acto ocurrió en horas de la madrugada y con la utilización de un vehículo para transportar dicha carga.

10 años | 21 de julio de 2013

Pescadores esperan respuesta a sus demandas

Dirigentes de los pescadores que se dedican a la extracción de la sardina austral de Calbuco dialogaron con el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, a su llegada al aeropuerto El Tepual de Puerto Montt. En la cita le expusieron acerca de su demanda respecto del aumento de las toneladas de extracción de este producto. Los dirigentes confían en que tendrán una respuesta satisfactoria.