La urgencia de la calle Antonio Varas
Se han extrañado prontas medidas de mitigación en la zona que quedó abandonada tras la liquidación del contrato con la empresa constructora.
Caminar hoy por la calle Antonio Varas, en aquel tramo que estaba a cargo de la constructora Cosal, refleja en un ciento por ciento el engorroso proceso que se ha vivido por la remodelación de la principal arteria comercial, desde que en enero de 2021 se dispusiera el inicio de las obras. En un vistazo general, somero, pareciera estar todo bien, pero basta ir al detalle, o llegar a la esquina con la calle Chillán, donde está Dimarsa, para comprobar por qué este proyecto, que venía precedido de las mejores expectativas por parte de la autoridad, se convirtió finalmente en un infierno para los dueños de los locales comerciales y quienes residen en el sector.
Si este transitar se hubiese hecho por primera vez el jueves pasado, cuando con sólo 21 milímetros de precipitaciones la arteria prácticamente colapsó, habría quedado la impresión de un trabajo a medias, tanto de la empresa que dejó de pagar el sueldo a los trabajadores, como del municipio, que pese a liquidar el contrato en virtud de los problemas financieros de la constructora, no se anticipó a los posibles escenarios. Pasó más de una semana entre la decisión de dejar fuera a la empresa y la copiosa lluvia (de las tantas que hay en invierno en Puerto Montt), y en ese lapso no se tomó ninguna medida que le permitiera a los locatarios y residentes afrontar de una manera relativamente digna lo que finalmente terminó en un complejo anegamiento.
El municipio está preparando ahora un nuevo llamado a licitación para que otra empresa se haga cargo del 15% restante de los trabajos (poco, pero significativo, dado lo que ocurrió la semana pasada). De acuerdo a las proyecciones más optimistas, recién a fines de año podría estar terminado el proyecto. Es urgente, por tanto, que la casa alcaldicia disponga ya de medidas de mitigación ante las inclemencias climáticas, e incluso para dar mayor seguridad. La ciudad está en medio del invierno y, tal como se ha advertido por los expertos, las precipitaciones de ahora, si bien en menor cantidad anual, son de mayor intensidad, esto es, en poco tiempo llueve mucho.
Al día siguiente de liquidar a la constructora, el municipio debió haber dispuesto trabajos de urgencia para detectar los principales problemas y disponer la mitigación necesaria. Eso requiere un andar veloz.