Dolor incomparable: murió Cecilia, reina de la música popular chilena
DUELO. Una enfermedad pulmonar causó el fallecimiento de la cantante de "Baño de mar a medianoche".
Redacción/Agencias
No era Cecilia Pantoja. Tampoco Cecilia a secas. Era Cecilia La Incomparable, una de las cantantes de música popular chilena más trascendentes en la historia, quizás solo comparable con Violeta Parra, de quien fue amiga, lo que le acarreó un montón de problemas políticos. Por eso ayer la pena del mundo artístico y de la ciudadanía en general al conocerse su muerte fue igual a su calificativo que funcionaba como apellido: incomparable.
El país amaneció con la noticia que nubló simbólicamente un día de sol en medio del invierno: un comunicado en sus redes sociales reveló que una enfermedad pulmonar le quitó la vida a los 79 años: "Cecilia falleció esta noche rodeada de sus seres queridos. Gracias por todo el amor enviado durante estos días. Nuestra tristeza es máxima".
Era una transgresora y su influencia llega a referentes musicales actuales como Ana Tijoux o Mon Laferte. Su carrera estuvo marcada no solo por la potencia de su voz y el desgarro de sus letras, sino también por su desplante escénico, algo inusual para una artista femenina en el Chile conservador de mediados del siglo pasado.
"Fui terriblemente adelantada para mi época. Usar pantalones y el pelo corto era difícil", aseguró en 2017 en una entrevista en la radio nacional Cooperativa, luego de que recibiera un año antes el Premio a la Música Nacional Presidente de la República, uno de los más importantes del país.
Carrera vanguardista
Nacida en 1943 en Tomé, en la Región del Biobío, su carrera musical partió a fines de la década de los 50 con un grupo local llamado "Los de Tomé", que abandonó años después para emprender un camino como solista con la ayuda del sello Odeón.
"Tango de las rosas", "Dilo calladito", "Aleluya", "Puré de papas", "Se ha puesto el Sol", "Compromiso" o "Baño de mar a medianoche" la consolidaron como una de las estrella juveniles de la Nueva Ola, el primer gran fenómeno de ventas de la música popular masiva en Chile surgido a inicios de la década de 1960.
Apoyada por los arreglos musicales de Valentín Trujillo (el "Tío Valentín"), uno de los pianistas y músicos más renombrados y queridos del país, Cecilia dio vida también a muchas baladas italianas.
Además de su icónico pelo corto, es recordada también por popularizar encima de los escenarios el mítico "beso de taquito", un movimiento en el que arrojaba un beso al aire y luego lo golpeaba con el taco del zapato.
La organización del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en 1965 le pidió que no lo hiciera, porque lo consideraba un gesto "poco femenino", pero la artista desoyó la petición y generó un gran escándalo durante el certamen, que finalmente ganó con el tema "Como una ola".
"Yo fui con mi carrera bien cimentada en el Festival de Viña el año 65. Me obligó mi padre para que aprendiera a enfrentarme a la gente. No era autosuficiente ni creída. Me creía poco. Pero sentía yo que le gustaba a la gente. Y ahí agarraba vuelo", explicó hace algunos años en el canal local La Red.
Fractura dolorosa
Durante la segunda mitad de su vida, cuando hablaba, Cecilia La Incomparable daba la idea de que no era capaz de modular bien. La razón fue una detención en 1987 que la mantuvo presa durante casi un mes por una presunta acusación de estafa. Un guardia de la cárcel la golpeó y le fracturó la mandíbula. Nunca más pudo hablar bien, pero cantar no le costó jamás.
En entrevista con el matinal Buenos Días a Todos de TVN en 2022, la artista recordó que "ese es el único golpe bajo que me dieron en mi trayectoria, porque estuve al cuete, es decir, sin hacer nada. Estuve presa 28 días por haber grabado el tema 'Gracias a la vida' (de Violeta Parra). Creyeron que era comunista y yo no soy de ningún partido político, te diré".
Jazmín Bau, manager de la cantante, reafirmó en "Culto" que "al final, (su detención) fue por motivos políticos. Los abogados averiguaron y nunca hubo una estafa. La creyeron de izquierda, porque había grabado 'Gracias a la vida', de Violeta Parra, y 'Plegaria a un labrador', de Víctor Jara".
Bau ayer contó que la cantante dejó todo listo antes de su muerte, desde el lugar donde quería ser velada hasata instrucciones exactas para que su funeral no sea un mar de lágrimas.
El adiós de Chile
El impacto de Cecilia en la música chilena puede medirse en las reacciones de decenas de artistas que la despidieron con algún mensaje ayer.
Una muestra fue que Jorge González, líder de Los Prisioneros, banda que quizás está al nivel de la artista fallecida, usó su cuenta de Twitter por primera vez en meses para entregarle su mensaje de despedida: "Descansa en paz, Cecilia. Diosa única e incomparable".
Ana Tijoux, quien reivindicó su influencia y con quien cantó en algún concierto, tuvo palabras similares: "Gracias infinitas a una maestra. Eterna e incomparable".
El grupo Los Bunkers expresó: "Adiós, Cecilia. Mujer valiente, talentosa y transgresora. Maestra de la canción popular chilena. Buen viaje".
Fernando Ubiergo le escribió "Cecilia amada, tu valor, tu voz, tu imagen por siempre en mi corazón. Hasta siempre, niña diosa".
A nombre del Gobierno, el ministro de las Culturas, Jaime de Aguirre, se extendió para manifestar que "es un día triste, especialmente para la música, que se enluta con el fallecimiento de Cecilia, La Incomparable. Su talento fenomenal y su diversidad creativa alzaron su voz, única en la escena local. Esas inolvidables canciones y su vibrante actitud marcaron e inspiraron a tantas generaciones, que dejarán una huella imborrable en nuestra cultura. Un cariñoso abrazo a su familia y amigos".