El DAEM y las responsabilidades
¿Cómo es que se llegó a este nivel de crisis financiera sin que alguien advirtiera en su momento que algo se estaba haciendo mal?
Continuando con una tendencia que viene desde hace un par de años, el Departamento de Administración Educacional Municipal (DAEM) de Puerto Montt ha elevado al Concejo Municipal una nueva solicitud de fondos adicionales para mantener su operación en medio de la crisis financiera, la cual se arrastra desde hace tiempo. En esta ocasión, los concejales tendrán que resolver si aprobar o rechazar la destinación de $500 millones extra que, de acuerdo a la declaración de uno de los ediles (ya que el DAEM ha guardado un conveniente silencio), se pretenden destinar al pago de cotizaciones previsionales atradadas.
Hace tan sólo dos meses ya ocurrió algo similar. El Concejo Municipal tuvo que pronunciarse por otra transferencia extra de recursos, en esa oportunidad $1.478 millones que se sacaron desde el Fondo de Apoyo a la Educación Pública (FAEP) para poder pagar los sueldos del personal. Poco le importó al DAEM, a la alcaldía y a los propios ediles que tal fondo, destinado desde el Ministerio de Educación, tiene como principal objetivo la mantención o renovación de la infraestructura de los establecimientos educacionales. Aunque se supone que con esas transferencias el sistema municipal debe adecuarse al futuro traspaso al Servicio Local de Educación Pública (el mismo que ya opera en la zona norte de la provincia de Llanquihue), ya está quedando desfondado porque hay que concurrir a apagar el incendio financiero que hay en el DAEM.
Aunque la nueva jefatura que asumió el año pasado en el DAEM advirtió el enorme déficit que había y que se iniciaría un proceso de recorte de personal, aparentemente la situación no ha mejorado. Es más, la seguidilla de peticiones de recursos adicionales demuestra que la situación financiera es delicada y que de no mediar una intervención severa, se seguirá complicando en los póximos meses.
Ya es hora que la alcaldía y los concejales comiencen a determinar cómo es que se llegó a este punto. Por un lado habrán de evaluarse las fórmulas de solución para el déficit de hoy, pero ha habido demasiada indiferencia en lo que concierne a la búsqueda de responsabilidades. Por mucho tiempo se gastó más de lo que correspondía, o se contrató más de lo prudente, y a nadie le importó mucho.