Hace poco más de dos años, apenas existió la primera posibilidad de salir del hogar después de los primeros estrictos meses de confinamiento por la pandemia, hubo lugares del país que recibieron altos flujos de personas que deseaban literalmente tomarse un respiro afuera. Uno de ellos fue la Carretera Austral, lugar que en el verano de 2021 registró históricos niveles de atochamiento vehicular que, combinados con la baja frecuencia del servicio de barcazas entre Caleta La Arena y Caleta Puelche, en el Estuario del Reloncaví, derivó en esperas de largas horas de quienes iban en automóvil y querían seguir camino hasta Hornopirén o más allá.

Aunque después de esos episodios se anunciaron mejoras en la conectividad marítima de todo el sur austral para absorber el aumento de la demanda, periódicamente se van conociendo de casos en que la disponibilidad de transbordadores no da abasto, sea por el flujo, sea por las mantenciones que requieren las naves. Por eso es que resultan tan relevantes los anuncios hechos por el Ministerio de Transportes en lo que se refiere a los futuros procesos de licitación para la conectividad marítima, fluvial y lacustre, materia altamente sensible desde Los Lagos al sur, donde la geografía impone necesidades que no pueden ser cubiertas únicamente por las carreteras terrestres.

Las modificaciones apuntan a otorgar mayor competitividad en el rubro, para lo cual la cartera ministerial ha dispuesto que en las licitaciones puedan participar empresas aun cuando no tengan barcazas, para lo cual se da un plazo de 24 meses a la compañía ganadora para que ordene la construcción de transbordadores o bien los adquiera. Además, considerando que se espera una inversión mayor de las empresas, los contratos ya no serán de los actuales 36 meses, sino que oscilarán entre los 8 y 12 años.

Quienes mejor conocen los problemas de conectividad marítima son los residentes de los poblados que están más allá de Caleta Puelche. Ellos han tenido que lidiar con el incremento de la demanda pos pandemia y con las dificultades técnicas de las naves, por lo que este proceso licitatorio probablemente les permita abrigar razonables expectativas de un mejor servicio, siempre y cuando, por supuesto, las cosas se hagan bien y oportunamente.

Según el último Censo, en 2021 la población extranjera residente en Chile llegó a 1.482.390 personas, un 1,5% más que en 2020. En 2022 se concedieron 127% más visas de trabajo (242.772) que el año anterior.

El aumento de personas que llegan a nuestro país en busca de oportunidades es uno de los tópicos centrales en relación a la migración en Chile, pero no es lo único. Un proceso migratorio que no está controlado instala nuevas problemáticas: situaciones de estrés, incertidumbre, discriminación y dificultades para adaptarse a un nuevo entorno socio cultural, factores que contribuyen a la emergencia de trastornos relacionadas a la salud mental, entre ellos depresión, ansiedad y trauma, entre las personas que migran.

Los temas de salud mental no poseen la relevancia necesaria en la atención de la población chilena. Los últimos 30 años el Estado no ha abordado este problema de forma directa para los connacionales. Hay una escasa política pública al respecto, poca inversión y acceso a servicios y terapias psiquiátricas y psicológicas. Esto hace aún más complejo el pensar en la salud mental de las personas migrantes. El no abordarlo también genera impacto multidimensional. Atenciones nulas o deficientes obstaculizan procesos de integración social y económica, generando tensiones sociales y culturales. Aumenta la discriminación y xenofobia, reduciendo la cohesión y el bienestar de la comunidad en general.

Hoy el desafío es mayor, ¿cómo garantizar el acceso a servicios de atención médica adecuados y culturalmente sensibles dado los escenarios actuales que nos afectan? Se torna fundamental fomentar la sensibilización y educación en torno a la salud mental de los migrantes, para reducir el estigma y la discriminación hacia ellos, creando así un entorno más acogedor y solidario.

La promoción de la diversidad cultural y el respeto mutuo también juegan un papel crucial en el tema.

Hoy la migración y la salud mental se entrelazan. Ante ello es prioritario reconocer y abordar los desafíos que enfrentan los migrantes en términos de salud mental y con ello aportar en garantizar su bienestar y promover una sociedad inclusiva y equitativa.

La migración es también una oportunidad para enriquecer nuestra sociedad. Esto requiere un compromiso real del Estado en atención y cuidado integral de quienes llegan a nuestras fronteras. Al trabajar juntos, podemos construir un Chile más acogedor y solidario para todos, sin importar su origen.

80 años | 9 de agosto de 1943

Despiden a conocido bombero y empresario

Honda consternación causó en Calbuco la muerte de Jorge Ditzel Kappes, conocido empresario industrial y marítimo de esta región. Además de su actividad económica, Ditzel fue parte del primer directorio del Cuerpo de Bomberos de Calbuco, ente de voluntarios que este 31 de enero enfrentó una de sus peores tragedias, con un incendio que destruyó un centenar de viviendas.

50 años | 9 de agosto de 1973

Extremistas cortan seis cables de alta tensión

Extremistas causaron ayer un apagón en gran parte de la zona sur, afectando el tramo Osorno - Puerto Montt - Chiloé. La denuncia del atentado fue hecha por Endesa, empresa que reportó el corte en seis líneas de alta tensión, de 66 mil voltios cada una. Los terroristas usaron un cable de acero de seis metros, unido a una lienza de nylon de nueve metros.

10 años | 9 de agosto de 2013

Ambulantes agreden a inspectores de Salud

Fiscalizadores de la Seremi de Salud, en el marco de una actividad en la previa del Día del Niño, fueron agredidos por vendedores ambulantes que comercializaban juguetes. El hecho ocurrió cuando el personal intentó revisar unas figuras de plástico que expelían un aroma tóxico. Al pedir la documentación de la mercancía, los informales insultaron a los trabajadores y lanzaron piedras.