Correo
"Dictadura en el Sur"
Cuando uno hace rato ya peinó sobre los 50 años y se involucró, vivió o fue protagonista y víctima de la dictadura instaurada en Chile hace 50 años, hoy agradeciendo a Dios por el privilegio de la memoria, estoy en condiciones de expresar algunas ideas mirando al sur, desde Calbuco. Hace unos 30 años escribí una monografía basada en cómo fuimos afectados en este lado lejano del país.
Para ello, bajo el título "Dictadura en el Sur" (inédito) entrevisté a dos personajes, la profesora Tulia González Soto, Q.E.P.D., y Cruz Nievas Robles, obrero de la construcción y mecánico, relegado del 47 y perseguido durante el régimen. Daré una mirada a los cientos de hechos y siniestros personajes que fueron usados o voluntariamente fueron serviles después del 11 de septiembre al régimen de facto, que formó y articuló un aparataje del Estado para detener, torturar, violar y asesinar sin compasión a hombres, mujeres, adultos mayores y niños, cuyos nombres hoy cuelgan de un par de informes como el Rettig, entre muchos otros, con un corolario que exige un nunca más.
Hoy de muchos no se saben sus paraderos y cuál fue su destino. Por ello, molesta que en función y respeto de dichas víctimas, en pequeños pueblos del sur se pretenda premiar a algunos que entregaban listas de sus colegas o vecinos para que fueran detenidos. Sé que la publicación de la monografía y las entrevistas a los calbucanos antes mencionados puede resultar dolorosa, pero también servirá para sanar el alma de quienes sufrieron estos atropellos y traiciones y que al pretender poner hechos de la historia en la balanza, sean consultados los que saben y no actúan por corazonadas y buenas intenciones.
A 50 años, se deben realizar todos los actos de reconciliación necesarios, pero sin sesgos de impunidad, sino reconociendo su participación y pidiendo perdón. La fragilidad y relatividad de la memoria esquiva de algunos puede ser desalentadora para el futuro de nuestras nuevas generaciones.
Es buena hora para escribir y hablar las cosas como fueron, lo contrario es señal que no aprendimos nada y la clase política hoy se esfuerza en ello con su accionar funcionando desde el año 1990 de espaldas a la ciudadanía.
Eduardo Nievas Muñoz
Cambio de gabinete I
El reciente cambio de ministros es tan sólo una medicina suave para los ciudadanos de a pie, siendo la intención política de largo plazo: "vas bien, muchacho, vas bien". ¿Y la derecha política, también pagada con impuestos de estos mismos ciudadanos, nosotros, qué balbucea?
Lastimosamente, desde un nada hasta livianos comunicados con tintes cuasi irrelevantes. Bueno, así somos los chilenos. A lo mejor, con este actuar proveniente de nuestro ADN estamos derrotando los múltiples problemas que nos aquejan sin darnos cuenta. No es ironía.
Gustavo M. Astorquiza
Cambio de gabinete II
Escuchar a diferentes mandatarios o dirigentes políticos, no sólo en Chile, señalando que "hemos escuchado la voz del pueblo", es algo que hoy se ha vuelto una cuña carente de realidad. Un cambio de gabinete ministerial responde a la presión que ejerce la sociedad frente a un espacio de fragilidad en la gestión de cualquier gobierno. Hitos que intentan marcar un antes y un después, que pretenden resignificar heridas que dejan aquellas decisiones políticas no acertadas.
Ahora, la pregunta más pertinente es si efectivamente este cambio ministerial va en la línea de las "necesidades de la ciudadanía", como lo expresó la vocera de Gobierno, ministra Camila Vallejo y, desde luego, si tiene relación con el cumplimiento del programa de gobierno. Lo que está claro es que el ajuste ministerial se detona, probablemente, por la necesidad de mostrar cambios en la conducción del Gobierno y con ello alinear a las fuerzas oficialistas y completar el vacío dejado por el ex ministro Giorgio Jackson, pero más allá de los ajustes realizados, la pregunta inicial es ¿se lograrán cambios reales en la conducción política del Gobierno? Porque siendo realistas, a la hora de analizar los efectos a partir de los hechos, es un cambio ministerial con tono maquillado.
Los cambios significativos se logran a partir de un ajuste integral y con efectos en el espacio más político y más enfocado a las necesidades de las personas, aunque el efecto valor social no distinga tanto. Entonces, ¿cuál es el espacio decisional del Presidente como prerrogativa? Sin duda que debe "escuchar", pero otra cosa muy distinta es intentar justificar "las necesidades de la ciudadanía" a través de este ajuste ministerial.
Luis Martínez Cerna, académico de la Universidad Central
"Hablar y entender chileno"
A sólo meses de que se realicen los Juegos Panamericanos 2023 en Chile, probablemente uno de los mayores desafíos, en especial para las delegaciones extranjeras, estará en que sean capaces de entendernos.
No cabe duda de que la lengua es el medio de comunicación y herencia cultural. Por eso, tenemos expresiones lingüísticas propias de Chile, que son usadas, principalmente, por los hablantes nativos y, por ende, son difíciles de entender para los extranjeros u otros hispanohablantes.
En este sentido, el modismo se torna como una manifestación de una circunstancia social. El sentido del humor chileno es un elemento social que se refleja en la lengua, principalmente oral, dada su espontaneidad. De esta manera, y de llegar a concretarse, considero que la guía de modismos, que debiera entregarse a las delegaciones en la próxima competición deportiva, será una ayuda no sólo para comunicarnos, sino también una muestra de nuestra cultura e identidad como nación.
Porque seamos honestos: entender Chile, más aún en la actualidad, no es una tarea para nada sencilla.
Guillermina Guzmán Leal, magíster en Lingüística Hispánica