Marcelo Galindo

"Yo corrí hacia Caleta La Arena. No sabía qué pasaba. Pensaba que el cerro se venía abajo, que venía detrás mío. Y Carola, mi amiga y vecina, quedó encerrada en su casa tratando de sacar a su hija".

El relato es de Liliana Mendoza, cuya casa fue afectada por la remoción en masa ocurrida el martes, alrededor de las 17:10 horas, en el kilómetro 42 de la Carretera Austral, en el sector Caleta Gutiérrez. Ella vive hace 30 años ahí.

La cantidad de material que se desprendió desde el cerro afectó la vivienda de dos pisos, de construcción de madera. La vecina dijo que 10 días antes advirtió a las autoridades del MOP de ruidos en el cerro. Asimismo, que veía agua que escurría con mucho barro.

Liliana y su vecina Carolina Soto, cuando escucharon los ruidos, avanzaron hacia el puente Las Toninas, el que fue destruido por la remoción. Desde ahí fueron testigos del derrumbe, del cual resultaron ilesas.

"Tuve que parar a todos los vehículos que venían de Caleta La Arena. Venían muchos subiendo. Lo hice por instinto, mientras corría por mi vida", manifestó.

Dijo que "cuando nosotras estábamos afuera, en el puente, sacando fotos, sentimos un estruendo y corrimos. Cuando iba de vuelta a la casa era como que venía cayendo toda la montaña, con un ruido enorme, enorme... Y de hecho, yo miré como dos veces hacia atrás para ver si venía algún vehículo cruzando. No venía nada".

Estudio

Lo ocurrido con el derrumbe del martes trae a lo memoria,