El rol clave de Marcel Marchant
Tradicional empresa regional cumple 166 años. Y en ese contexto, se destaca la figura de "don Marcel" a quien más allá de su papel como un exitoso empresario, se le recuerda como una persona generosa y comprometida con los trabajadores y la comunidad local de Puerto Montt y la Región.
En el corazón de Puerto Montt se encuentra una joya histórica que ha resistido el paso del tiempo y ha evolucionado junto con las fluctuantes corrientes del mercado. Con sus orígenes fechados en 1857 y gracias a emprendedores visionarios, Dimarsa ha trascendido generaciones y se ha convertido en un ícono no solo de la Región de Los Lagos, sino de todo el sur de Chile.
Con más de siglo y medio de experiencia, Dimarsa ostenta el título de ser la tienda más antigua de su categoría en Chile. Desde sus inicios en la intersección de la calle Varas y Chillán, la empresa ha experimentado un impresionante crecimiento y hoy opera con 19 sucursales. Lo que alguna vez fue una modesta tienda de productos básicos ha evolucionado hasta abarcar una amplia gama de artículos, que van desde productos de multitienda hasta elementos de ferretería y náutica.
Pero detrás de esta historia de éxito y crecimiento se encuentra una figura preponderante: Marcel Marchant Binder. A lo largo de la segunda mitad del siglo pasado, Marchant jugó un rol clave en el desarrollo y crecimiento de Dimarsa, convirtiéndola en la empresa que es hoy en día.
Marcel Marchant nació el 9 de diciembre de 1917, en Puerto Montt, en un momento en que el mundo se recuperaba de la Primera Guerra Mundial. Criado como el mayor de cuatro hermanos, enfrentó tempranamente la responsabilidad de sostener a su familia tras el fallecimiento de su padre cuando tenía solo 14 años. Este desafío lo llevó a trabajar desde una edad temprana para apoyar a su madre, Clara Binder, quien se desempeñaba como secretaria en el Instituto Comercial.
En 1949, a los 32 años, contrajo matrimonio con Marion Hardessen, con quien tuvo tres hijos: Hernán, Alejandro y Manón. Fue durante esta época que su suegro, Otto Hardessen, lo invitó a trabajar en Casa Outrige, un negocio familiar con cinco generaciones de historia desde 1867, dedicado a la venta de café y productos para el hogar: la precursora de la actual Dimarsa.
Sin embargo, la visión emprendedora de Marchant no se detuvo allí. Gracias al apoyo financiero de su tío Fernando Binder, pudo adentrarse en un nuevo emprendimiento: la adquisición de mercancía equivalente a dos carros de tren, destinada a la línea blanca. Esta inversión le permitió asociarse con su suegro y ampliar el alcance del negocio, dando lugar a la creación de la Distribuidora e Importadora Hardessen Marchant, que en 1969 acortaría su nombre a Dimarsa.
Un hito destacado en la historia de Dimarsa ocurrió en 1955, cuando la zona se declaró puerto libre. Este cambio lo impulsó a la apertura de la primera tienda en Castro, que hoy en día se conoce como Dimarsa Outlet. En esta tienda se comercializaban productos importados como porcelana, juguetes, ron y whisky.
La visión y perseverancia de Marchant no solo llevaron a la expansión de Dimarsa, sino que también lo hicieron un pilar en la comunidad de Puerto Montt. Más allá de su papel como empresario, se le recuerda como una persona generosa y comprometida. Participó activamente en instituciones sin fines de lucro como el Rotary Club, la Cámara de Comercio y Bomberos, demostrando su deseo de servir a la sociedad local que lo apoyó en cada paso.
Uno de esos papeles lo jugó desde el aire. En 1940 tomó su primer curso de piloto de avión, dejando su huella profunda en la comunidad, ya que se transformó en instructor e inspector de vuelo y presidente durante 39 periodos del Club Aéreo de Puerto Montt, jugando un papel preponderante, por ejemplo, tras el terremoto de 1960, donde el club que dirigía tuvo una solidaria y determinante participación ayudando a los damnificados.
En los 70, 80 y 90 continuó liderando con mucho ahínco y empeño esta empresa familiar donde poco a poco se fueron involucrando sus hijos, quienes continuaron el camino trazado por su padre y haciendo frente a la llegada de las grandes tiendas y los malls a la capital regional de Los Lagos.
su legado
Marcel Marchant, el destacado y visionario empresario, falleció en septiembre de 2001, a los 83 años de edad, dejando un legado de trabajo incansable y generosidad inquebrantable.
La editorial del Diario El Llanquihue del 8 de septiembre de 2001, lo retrata en su real dimensión: "Dotado de un carácter sereno, exento de vanidades y de egoísmos, adornado de un amable trato hacia los demás, don Marcel conquistaba fácilmente la simpatía del prójimo y quienes lograban su amistad la atesoraban por siempre. Tenaz, luchador, perseverante, emprendedor, como pocos, fue un verdadero faro empresarial que señaló un derrotero de superación en los ámbitos del comercio en Puerto Montt. Con el impactante desarrollo de sus núcleos comerciales y de hotelería, en pleno período de crisis, probó que con creatividad, audacia y constancia los emprendedores puertomontinos son también capaces de erguirse como pilares de la economía local, aportando nuevas alternativas de ingresos y de fuentes laborales", señalaba.
Su partida dejó una marca imborrable en Puerto Montt, y su contribución al desarrollo empresarial y comunitario sigue siendo recordada con profundo respeto y admiración. De hecho, su espíritu y valores siguen inspirando a los colaboradores de Dimarsa, quienes recuerdan a "don Marcel" como un modelo a seguir en términos de cercanía, trato amable y humildad.