El municipio de Puerto Varas confirmó la modificación de los protocolos para autorizar cortes de tránsito y solicitud de estacionamientos reservados, de manera de adecuar la normativa a la realidad de vecinos y vecinas y acorde a las nuevas directrices del Ministerio de Transportes.

En el caso de los estacionamientos reservados, se agregaron modificaciones para incluir situaciones específicas de residentes que no cuenten con espacio adecuado para estacionar al interior de su propiedad cuando se utiliza como destino habitacional las calles Del Salvador, San Juan, Diego Portales, Walker Martínez y San Bernardo.

Entonces, quienes lo requieran podrán solicitar como máximo, un estacionamiento reservado por inmueble, siempre que exista disponibilidad, el área no se encuentre concesionada y que no exista impedimento legal o de infraestructura para su asignación. Para acceder a este requerimiento, se debe ingresar la solicitud dirigida al alcalde, adjuntando la solicitud formal, documentación legal y un plano indicando el lugar solicitado.

En cuanto al cierre o corte de calles, la municipalidad actualizó su protocolo en función de la nueva normativa que señala que para requerir estas opciones, el interesado deberá hacerlo solo mediante la página web de la Subsecretaría de Transportes, en el apartado "uso, cierre o intervención de calzada por obras u otras actividades". Con esta resolución oficial ministerial, el municipio solo se encargará de otorgar certificados de factibilidades técnicas.

puerto varas actualizó protocolos acorde a normativa.

Esto de tener la manía y compulsión por escribir hace que broten todo tipo de ideas, argumentos y personajes. Pero si uno saca bien la cuenta, el proceso creativo es escaso, porque está todo allí, al alcance del lápiz. Por ejemplo, tracé las líneas de un cuento, cuyo argumento podría sintetizarse así: había una vez un fiscal muy choro, al que se le encargó indagar actos reprobables que fuese posible encontrar en un castillo enclavado en un cerro de la ciudad, donde podía verse a francotiradores dispuestos repeler el ataque de las fuerzas del bien. Por lo tanto, se hizo acompañar de un grupo de policías entrenados por rudos civiles en armas, con vocación profunda de caza de maleantes. Una tupida selva impedía el rápido acceso a las peligrosas dependencias de ese edificio, que antiguamente recibía el extraño nombre de Intendencia. Por supuesto, en el camino para acceder a ese castillo, había serpientes venenosas, arañas con aspecto de dinosaurio y dinosaurios con aspecto de gallinas. Por todo esto, el fiscal debió cerciorarse de que su "policía auxiliar", llevase machetes para despejar el camino y armas muy visibles para que ningún selvático animal tuviese siquiera el impulso de atacar a tan selecto grupo humano.

Como el fiscal no tenía un pelo de tonto, salvo en la barba, se convenció de que su actuar debía ser "ejemplarizador", por lo que incautó computadores y teléfonos personales, en los que se encontraron sospechosas conversaciones de los habitantes del castillo: Se llegó a insinuar incluso que un funcionario tenía un mensaje de WhatsApp de su esposa diciéndole "pasa a comprar pan". Más adelante, ella le decía sensualmente "huachito carnúo". Todo esto generó que el ciudadano fuera declarado "sujeto de interés", y, cuando en el posterior interrogatorio en la Fiscalía, quiso hacer pipí, fue escoltado por dos policías, ya que se impuso la doctrina de "un policía por testículo". Las órdenes eran claras: había que encontrar "conflictos de interés", "parientismo" y "amiguismo". Se dejó fuera el "fidelismo", a sugerencia de algunos ahijados matrimoniales y otros momentáneamente adoptivos.

En los últimos párrafos del cuento, aumenta la furia y ansiedad del fiscal por encontrar "conflictos de interés", porque no hay nada peor que aquello. Pero entre la primera y la segunda visita al Castillo del Cerro, el subprefecto de la policía auxiliar del fiscal, compareció en la comarca de Maullín, escoltado por dos de sus hombres, solicitando más de 200 millones de pesos al Consejo Regional, ente que forma parte de la institución investigada. El Consejo, aprobó la cifra. No faltó el hocicón que dijo que allí había un claro conflicto de interés, por ambas partes. El fiscal todavía no se da por enterado. Bueno, falta terminar el cuento. Esto es sólo una idea.

En la sesión del Concejo Municipal de Puerto Montt, que tuvo lugar a mediados de semana, el concejal Leonardo González (PPD) manifiesta la necesidad de construir paraderos en la Costanera de la ciudad, en específico frente al Mall Paseo Costanera.

"A propósito de refugios peatonales o paraderos, por quincuagésima, trigésima u octogésima vez, voy a plantear (la necesidad de) los paraderos frente al mall, ya que se trata de un espacio de mucha demanda. Un lugar donde muchos vecinos esperan locomoción bajo las condiciones climáticas que sabemos todos (...)", remarca el edil.

Situación simular, expone el concejal, sucede en el sector denominado "Camahueto", en las cercanías del terminal de buses, donde "la gente que va a trabajar a las pesqueras, salmoneras y maestranzas ubicadas en Chinquihue no tienen dónde protegerse del agua".

En su exposición, señala que lleva cinco años planteando dicho requerimiento, entonces "no se cuál es la dificultad de ese paradero y qué hay que hacer para que se construyan, porque de verdad que son necesarios".

El alcalde Gervoy Paredes coincidió con el concejal, por lo que reconoce a la necesidad de colocar celeridad a la solución de este problema.

leonardo gonzález, concejal de puerto montt.