La descentralización, acompañado de la toma de decisiones desde los territorios y un mayor empoderamiento local, han dejado de parecer algo tan onírico en los últimos años. La figura de los delegados presidenciales, instalados desde el gobierno anterior, además de la ley de Rentas Regionales, que promete regiones más fuertes mediante modificaciones en las fuentes de ingresos de los gobiernos regionales; la entrega de mayor autonomía y flexibilidad presupuestaria para decidir sobre el destino de sus ingresos, el establecimiento de un régimen financiero propio, presentado a principios de año por el Presidente Gabriel Boric, se unen para que de a poco el tema deje de ser un sueño y se transforme en realidad.

El camino, que parecía ir en tierra derecha, tras la elección de los gobernadores regionales por primera vez en la historia de nuestro país, en 2021, encontró más de un bache en su recorrido, y es que el Caso Convenios vino a empañar todo lo que se proyectaba.

Ahora con la desconfianza instalada y la entrega en bandeja de argumentos a quienes se oponen al proceso, el temor es que lo trabajado no solo se trabe, sino que también retrocede, perdiendo, una vez más, los ciudadanos.

"Sin lugar a dudas lo ocurrido supone un golpe importante al proceso de descentralización, no sólo porque en varios de estos casos se evidencia un mal uso de los recursos públicos que pertenecen a todos los chilenos, sino porque además se defrauda la confianza y fe pública en la acción gubernamental, poniendo en tela de juicio el esfuerzo de muchos por avanzar en un proceso que, sabemos, no ha sido nada sencillo, debilitando, al final del día, la imagen y legitimidad de las autoridades e instituciones que están llamada a servir a lo público", dice María Paz Troncoso, coordinadora de descentralización del Centro de Políticas Públicas de la Universidad San Sebastián.

Mayor fiscalización

Eso sí, la también ex subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo, hace hincapié en que "resulta importante comprender que la responsabilidad por asegurar el correcto y adecuado uso de los fondos públicos, es una tarea que pesa sobre muchos. Tanto sobre quienes están llamados a administrar los recursos, como a fiscalizar el buen uso de los mismos (...). Dicho de otro modo, descentralización, disciplina fiscal y control, y resguardo de los recursos, no son incompatibles".

De similar forma lo ve, quien fuera el primer delegado presidencial en la Región de Los Lagos; Carlos Geisse. Para él, "esto saca a la luz un tema importante que es la fiscalización y el que se requiere de una mayor rigurosidad para asignaciones de recursos".