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Por otro lado, quien fuera al mismo tiempo el último intendente de Los Lagos, recuerda que "esto de la descentralización vino a través de una ley que se trabajó en una mesa en el gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet, donde se hizo el proyecto para pasar a una regionalización más activa, escalonada, y eso se ha ido cumpliendo en los plazos (...), pero este es un paralé para detenerse un poquito y a través de las nuevas leyes que se van a ir creando -para traspasar los recursos a los gores- que haya una mayor fiscalización o una mayor rigurosidad de esos recursos".
El economista y académico de la ULagos, Jorge Weil, agrega otro factor a la problemática. Desde su mirada, la regionalización hoy no avanza, "por el veto que le impone el centralismo de los partidos políticos nacionales en sus contenidos centralistas y conservadores".
El experto dice que "actualmente estamos ante un proceso de contrarreforma de las iniciativas de descentralización política, que no permiten avanzar, ni sentar las bases de un desarrollo regional autónomo de los territorios".
"En la actualidad, la fuerza de las ideas e iniciativas regionalizadoras continúan siendo muy débiles frente al peso del centralismo político de los partidos políticos nacionales y las organizaciones empresariales que defienden lo existente. Por estas razones, las autoridades regionales no tienen iniciativas políticas significativas, ya que carecen de atribuciones para impulsar el desarrollo regional y presionar a los poderes centrales", sentencia.
Perdiendo la confianza
Tanto la fiscalización como el impulsar el desarrollo, son facultades netamente de las autoridades, pero ¿qué pasa con la ciudadanía?, la que más ha salido perdiendo en toda esta debacle, ¿por qué? porque la ciudadanía perdió la confianza, algo intangible y que es mucho más difícil de enfrentar que los otros dos puntos.
"La elección de los gobernadores regionales fue un gran triunfo político de todos los que clamaban por aumentar y optimizar los niveles de descentralización del país. Si bien hubo voces, yo entre ellas, que criticaban la falta de potestades que tendrían los gobernadores regionales respecto a las que 'heredaban' los delegados presidenciales, era indiscutible que había que iniciar un verdadero proceso descentralizador, y que este requería de un liderazgo ejercido por una autoridad política electa por la ciudadanía regional", argumenta Pedro Díaz, docente de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Austral de Chile (UACh), sede Puerto Montt.
El académico continúa diciendo que "esto implicó, y como una de las consecuencia derivadas de las potestades normativas que tienen, que los gobiernos regionales no hayan logrado satisfacer las expectativas, siendo -además- un foco de críticas por el escaso nivel de eficiencia y eficacia en lo que refiere al proceso de ejecución presupuestaria. Este último punto ha quedado en evidencia con los diferentes casos de financiamiento irregular a fundaciones, lo que ha provocado que se hayan imputado a distintos gobernadores regionales -y a miembros de las respectivas reparticiones- la falta de control y seguimiento de los recursos públicos, así como conductas alejadas a la probidad. Como consecuencia, se ha generado un velo de desconfianza que -obviamente- afecta a los gobiernos regionales, especialmente, en su rol de impulsor de un verdadero proceso descentralizador".
Descentralización imparable
Sin embargo y pese a ello, el actual gobernador de Los Lagos, Patricio Vallespín, asegura que el trabajo en materia de descentralización no se ve afectado y continúa en la misma línea.
"Estos problemas puntuales -que yo creo que la gran mayoría se van a ir aclarando respecto al trabajo de los gobiernos regionales con las fundaciones y corporaciones, que no tiene nada que ver con lo que ha pasado en otros temas vinculados a corporaciones como Democracia Viva- se van a ir aclarando, lo que va a ayudar mucho, además, para que en el Congreso entiendan el modus operandi de los gobiernos regionales".
En esa misma línea apunta a que "es preocupante que muchos parlamentarios no conozcan su operatoria".
"No conocen, a pesar de que aprobaron el contenido de las leyes de presupuesto de 2022 y de 2023, sobre cómo se ejecutan los recursos de los gobiernos regionales, y se ha hecho sin duda una mezcla de temas que son claramente faltas a la probidad, como lo de Democracia Viva con otros que corresponden a problemas administrativos que se tendrán que aclarar y mejorar, pero yo estoy confiado que el proceso de descentralización es imparable, que el Congreso valora lo que significa más recursos y más decisiones cercanas a las personas, y que eso no va a generar un mayor retraso, por lo menos ya se ha estado hablando en las comisiones del Senado para explicar la ejecución presupuestaria", expresa.
Vallespín añade que el proyecto trae un conjunto de medidas de rendición de cuentas, de transparencia, de auditoría, de control de gastos de manera descentralizada "muy efectiva", por tanto, no debiera existir inconveniente.
Además, plantea que "la ley vinculada al Royalty Minero ya está aprobada, así que esos recursos complementarios van a llegar. Puede existir algún retraso, quizás -espero que no-, porque creo que las regiones requieren mayor poder de decisión".
"Creo que los gobiernos regionales, cuando se vayan aclarando todos los programas que han tenido algún tipo de inconveniente y se resuelvan esos problemas -en muchos casos administrativos- se generará un ambiente favorable para seguir avanzando en descentralización. Lo que están haciendo los gobiernos regionales es llegar donde el Estado no había llegado y resolviendo problemas que antes no se resolvían, porque a nivel nacional no los veían. Por ello, se va a ir instalando como una buena práctica, un buen proceder, positivo para las comunidades de los territorios que muchas veces están abandonados", proyecta.
Acciones concretas
Para el core, Fernando Hernández (RN), "la Ley 21.074 de fortalecimiento regional ha demostrado ser un fracaso, ya que solo permitió fortalecer la figura del gobernador regional en desmedro de la fiscalización que puede llevar adelante el Consejo Regional".
Explica que la ley dice que la aprobación se debe hacer de ítem o marcos presupuestarios, y es explícita en que no se podrá referir a proyectos singularizados, algo que ya parte mal, al no tener toda la información de cada iniciativa a aprobarse. Por otro lado, la transferencia de competencias, que era un anhelo de las regiones, hoy se ha transformado en gran parte en 'presidencias' para los gobernadores regionales, lo que no aporta mucho a entregar más poder para las regiones".
En ese sentido, Hernández detalla que como cuerpo colegiado, "estamos haciendo un trabajo especial de fiscalización en las comisiones de trabajo, donde hemos tenido una buena disposición del ejecutivo para ir viendo el grado de avance e impactos de los proyectos y programas que son parte de nuestro presupuesto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr) del Gobierno Regional y demostrar que como fondo compensatorio estamos siendo un real aporte con las iniciativas aprobadas".
En tanto, sobre los puntos claves para solucionar la eventual crisis financiera que podría existir en términos regionales, el economista Jorge Weil sostiene que el desafío para el país y para la mayoría de los habitantes del territorio, es la reorientación de las actividades en función de un desarrollo sustentable e integral, que transfiera poder político a los territorios.
María Paz Troncoso, de la USS, es más concisa en su recomendación, ya que ante la misma consulta, apunta a tener "humildad y altura de miras".
"Si no se realiza autocrítica, y no se establecen las respectivas responsabilidades políticas, administrativas, y, eventualmente penales, habrá poco espacio para generar un debate serio y necesario respecto a las rentas regionales", puntualiza Pedro Díaz de la UACh.
Desde el core indican que han realizado un especial trabajo de fiscalización.
El gobernador Vallespín confía en que se podrá seguir avanzando en la regionalización.