Redacción

Hoy el Concejo Municipal de Puerto Montt, interpelará a la jefa de la Dirección de Educación Municipal, María Luisa Rivera, para conocer más detalles respecto al déficit de 10 mil millones de pesos que registra la entidad y la manera en cómo se abordará dicha deuda.

La moción fue solicitada al alcalde Gervoy Paredes por los concejales Juan Carlos Cuitiño, Yerko Rodríguez, Emilio Garrido y Fernando Binder, quien indicó que tiene "la finalidad de hacerle preguntas respecto al informe que presentó la semana pasada la directora de Educación con el déficit presupuestario"

Binder apuntó que la duda recae en que "no sabemos cuáles van a ser las medidas y el plan para poder disminuir el déficit y poder terminar este año". Asimismo, el edil confirmó que el déficit estructural es de $10 mil millones y $6.900 millones "estarían faltando para terminar el año 2023".

Además, señaló que también se ofició a la Dirección de Control hace dos semanas, para certificar las cifras entregadas por el Daem. "Coincide el número", aseguró.

"Estamos sumamente preocupados porque no sabemos de esos 6.900 millones de pesos, cuánto nos van a solicitar en una modificación presupuestaria para que de aquí al término del año que sean traspasado desde el municipio a la Dirección de Educación. Son recursos municipales que deberían estar destinados al mejoramiento de infraestructura y a temas de ciudad", expuso Binder.

Anunció que exigirá un plan de acción. "Yo no he aprobado ninguna modificación presupuestaria sin tener los datos a la vista, tiene que ir acompañado de cuál va a ser el plan de acción porque no se pueden transformar las modificaciones presupuestarias solamente en tapar estas diferencias y el próximo año nos volvamos a encontrar con nuevas, entendiendo que la directora nos ha informado también que esto es producto de una sobredotación", expuso.

En ese marco, subrayó que actualmente el Daem contaría con 570 personas para un trabajo que debería realizarse con unos 200.

Una alerta por un bolso abandonado en un avión Latam Airlines, correspondiente al vuelo 078 motivó un operativo de Carabineros del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) en el aeropuerto El Tepual de Puerto Montt, quienes descartaron la presencia de un artefacto explosivo, ya que el contenido era carne y harina.

Uno de los pasajeros relató que fueron desembarcados alrededor de las 18 horas por la presencia de un bolso abandonado, cuando estaban a punto de iniciar vuelo a Santiago.

El capitán Cristóbal Depaoli, de la Séptima Comisaría de Carabineros Mirasol, explicó que el avión una vez que desembarcaron los 196 pasajeros fue llevado a un hangar, y al revisar, descubrieron un bolso que era equipaje (se presume olvidado) de un pasajero.

"No hay aviso de nada (bomba); el piloto que desconoce la procedencia del bolso activó el protocolo respectivo", anotó el oficial.

El carabinero de guardia en el aeropuerto El Tepual fue alertado de esta situación por el personal de AVSEC (seguridad aeroportuaria).

Una vez que los funcionarios del GOPE revisaron el bolso comprobaron que este contenía comida, carne y harina.

De todas formas, se despachó el informe al Ministerio Público y se normalizó la actividad en el terminal aéreo.

El avión había llegado desde Santiago a Puerto Montt, y posteriormente continuaba con destino nuevamente a la capital.

Los pasajeros que fueron desembarcados iban a ser reubicados en otros vuelos durante la noche de ayer.

Por estos días, la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato (Dimao) de la Municipalidad de Puerto Montt está realizando una consulta ciudadana para recoger opiniones sobre su propuesta de borrador para actualizar la Ordenanza de Aseo y Ornato.

La ordenanza vigente, que data de 2006, cuenta con 57 artículos y la nueva propuesta eleva el número a 99. Entre otras novedades, el borrador establece la prohibición de estacionar sobre áreas verdes (art. 49), la obligación de los infractores de pagar los gastos de limpieza, reparación o reposición de bienes afectados (art. 85) y también permite que los ciudadanos actúen como fiscalizadores (art. 6). También incorpora capítulos relacionados con el diseño de áreas verdes, trabajos en la vía pública y sitios eriazos.

Gestión del aseo

Todo esto suena bien y contundente. Sin embargo, ¿qué sacamos con tener una nueva ordenanza si hasta la fecha la gestión de la limpieza y ornato de la ciudad ha sido pésima?

Se podría decir que justamente por eso se necesita una nueva normativa. No obstante, la actual ordenanza contempla numerosas obligaciones que perfectamente se pueden hacer cumplir, pero que en la práctica casi nunca son fiscalizadas.

Por ejemplo, hoy todos estamos obligados a mantener la limpieza fuera de nuestras casas (art. 6), están prohibidos el lavado de vehículos en la vía pública (art. 11) y el rayado de muros y mobiliario urbano (art. 49), y la basura en sitios eriazos debe ser retirada por el propietario del sitio (art. 37). Pero basta con recorrer cualquier calle, mirador, escalera o ladera para darse cuenta de que estas y otras normas jamás son fiscalizadas.

Y para qué hablar del ornato. Pareciera que lo único que sabe hacer la Dimao es mutilar y talar árboles, en vez de cuidar y embellecer el espacio público.

Ciudad "cochina"

Lo descrito anteriormente no es un problema reciente. Recuerdo perfectamente la vez que un amigo de Santiago vino por unos días a Puerto Montt. Era verano de 2013. Después de sacarlo a pasear por varios rincones de la ciudad, en un momento caminábamos por calle Río Puelche (Pichi Pelluco) cuando pasamos al lado de unos juegos infantiles rodeados de basura. Para él fue la gota que rebalsó el vaso, porque de pronto me dijo, sin titubear: "Oye, nunca había estado en una ciudad tan cochina como esta". Y en ese instante, como puertomontino, sentí mucha vergüenza.

Eso fue hace una década, y hoy Puerto Montt está igual o peor.

El cuidado y limpieza de la ciudad es tarea de todos, sin duda. Sin embargo, la municipalidad tiene la mayor responsabilidad y hasta la fecha ha sido incompetente en esta materia.

¿Habrá un cambio con una nueva ordenanza? Sólo queda desear que así sea.

Y para ello, la municipalidad debe empezar a hacer su pega.

"El cuidado y la limpieza de la ciudad es tarea de todos, sin duda. Sin embargo, la municipalidad tiene la mayor responsabilidad y hasta la fecha ha sido incompetente en esta materia".