Dolor y perdón: el amargo análisis de los Delfines tras caer a Segunda
DESCENSO. Jugadores de Deportes Montt dieron la cara y entre lágrimas, pidieron las disculpas a la hinchada. Muchos debieron ser levantados desde el gramado por el cuerpo técnico del Velero.
La desazón que hubo el sábado en San Felipe hacía muchos años que no se vivía en el club del Velero. Entre llantos y lágrimas, los jugadores de Deportes Puerto Montt fueron sacados uno a uno del campo de juego por prácticamente todo el cuerpo técnico Albiverde, desde Felipe Cornejo, pasando por sus ayudantes y el kinesiólogo, paramédico y utilero, tuvieron que, a más de alguno, levantarlo de la cancha para llevarlo a camarines. Pero, no antes de eso, sin pasar a agradecer a los cientos de hinchas que llegaron desde la capital regional hasta el Valle del Aconcagua a alentar a Felipe Cornejo y sus pupilos.
Es más, hasta los propios jugadores de San Felipe se acercaron a consolar a sus compañeros de profesión, a sabiendas que en ese instante palabras de consuelo no existían.
Desazón
"Siento mucha vergüenza, mucha pena por la ciudad", partió señalando Diego Urzúa. El volante reconoció que esta temporada fue "un año malo" y que la tristeza que sentía también era por la ciudad, ya que a su juicio, la capital regional es un lugar muy lindo y ni su gente ni el club merecían bajar a Segunda División.
"Queríamos mantener la categoría, siempre fuimos para adelante, luchamos hasta el final, hasta el último minuto, el que vino acá (San Felipe) vio que la luchamos. Pero creo que era antes, era mucho antes para no llegar a esta instancia. La verdad, aunque suene feo, la cagamos", sentenció.
En lo netamente futbolístico, Urzúa indicó que la categoría se perdió "por cómo fuimos durante el año de local. Creo que no hicimos una buena temporada, sacamos puntos de visita y todo, pero si no se gana de local, si es que no nos hacíamos fuerte antes, sabíamos lo que podía pasar que el último partido".
Y precisamente en el último partido, cuando se jugaron tres en simultáneo, que terminaron por definir al descendido, Diego Urzúa se sinceró y dijo que por más que tuvieran esa chance, ante lo que cumplieron y ganaron a San Felipe, "nos daba un miedo terrible que el Chago (Santiago Morning) llegara a la instancia con Recoleta, porque podía pasar lo que pasó. No quiero juzgar a nadie, ni al Chago ni a Recoleta, pero fue muy raro todo. Sabíamos que íbamos a ganar hoy (sábado), pero también teníamos ese miedo de qué podía pasar en Santiago", precisó el volante.
Diego Urzúa se mostró muy agradecido del club y de la hinchada, ya que más allá de los resultados, siempre lo trataron bien. "Sentí un cariño enorme y por eso me da mucha pena y mucha vergüenza, porque no se lo pudimos devolver en resultados, en rendimiento, más allá de que siempre se entregó todo, por lo menos siempre di lo mejor de mí".
Devastado
Por su parte, Camilo Melivilu indicó estar devastado, porque "siento que tuvimos, hace muchos partidos, que haber salido de este mal momento y no lo pudimos hacer. Tenemos que ser autocríticos. Los jugadores somos los primeros en decir que no estuvimos a la altura. Obviamente eso es lo que más afecta en estos momentos", comenzó señalando el delantero, quien junto a Diego Urzúa, Felipe Barrientos, José Bández y Luis Gorocito fueron los últimos en unirse al plantel del Velero en la ventana de pases.
"dolor inmenso"
José Bández fue también uno de los últimos en llegar al club del Velero y también uno de los últimos en ser retirado del campo de juego del estadio de San Felipe, ya que la desazón era evidente. Fue el utilero, Diego Becerra, quien fue a buscarlo, lo levantó del gramado y llevó a camarines.
Con una evidente tristeza en su rostro, el extremo dijo sentir un "dolor inmenso" y que se hacía parte del dolor de toda la hinchada, porque desde su arribo siempre lo hicieron sentir un puertomontino más.
"Traté de dar lo mejor de mí en cada partido que me tocó. Y me duele, me duele mucho. Primera vez que me toca esta situación. Desde que llegué en ningún momento vi esta posibilidad, por el equipo que teníamos, por el club y la hinchada. De verdad que duele mucho. Duele mucho, porque no me lo esperaba en ningún momento y se lo dije a mis compañeros, ahí (camarín) llorando que duele mucho por eso, porque creo que no lo merecíamos", sostuvo José Bández. A su vez, el extremo venezolano pidió disculpas a toda la hinchada que los acompañó, tanto en los partidos de local como de visita.
"No queda más que pedirle perdón a toda la hinchada, a toda la gente. Por esta situación les pido perdón de mi parte, porque no vine a esto, vine a tratar de ayudar al equipo a otra cosa, pero fue la voluntad de Dios y la respeto. Así como en las buenas, le doy gracias a Dios, en las malas también hay que darle gracias a Dios. Él sabe por qué hace las cosas. Espero que el puertomontino se levante pronto, porque no merece estar en esta situación. La verdad no merece y espero que pronto vuelvan a la Primera B", puntualizó José Bández.
"Luchamos hasta el final, hasta el último minuto, el que vino acá vio que la luchamos (...). La verdad, aunque suene feo, la cagamos".
Diego Urzúa
"No queda más que pedirle perdón a toda la hinchada. Por esta situación les pido perdón de mi parte, porque no vine a esto".
José Bández
92 fue el minuto en que Matías Colossi anotó para el Velero. La alegría sólo duró un minuto, porque en el 93 hizo lo propio Recoleta.