El naufragio del Velero albiverde
Tras un año de descensos, tanto en planteles masculino y femenino, urge levantar una alicaída institución que falló este 2023.
Los últimos días han sido aciagos para quienes llevan tatuado en la piel el club del Velero. La institución que representó a Puerto Montt, y a toda la macrozona sur austral este año en la Primera B, tras una horrorosa campaña, cayó a la tercera categoría del balompié chileno masculino. A los potreros, como se trata despectivamente a las series menos competitivas del fútbol. Tal historia, desarrollada con detalle en la edición Domingo de este Diario, grafica por un lado el dolor de sus hinchas y también la ineficacia de una dirigencia que no estuvo a la altura de las circunstancias, con decisiones tardías y erradas, justo en el año en que Deportes Puerto Montt cumplió cuatro décadas de vida.
Paradójicamente, mismo desenlace tuvo la serie adulta femenina, donde las Hijas del Temporal perdieron la categoría y cayeron al ascenso 2024, tras terminar sextas en el Grupo B de la Primera División.
A la hora de buscar culpables, como es lógico, siempre los primeros apuntados son quienes tuvieron la misión de conformar los planteles, tanto de jugadores y cuerpos técnicos, así como los mismos hombres y mujeres que fecha a fecha defendieron los colores de Puerto Montt en cada cancha.
Pero ojo. Ahora es el momento de poner la pelota contra el piso. Arrigo Sacchi, ex futbolista y entrenador italiano, comentó alguna vez que "el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes de la vida". Si bien tal tesis guarda toda lógica ante las urgencias y penurias que se viven día a día, entre ellas la pobreza, la falta de empleo, la inseguridad y una economía deprimida, las instituciones deportivas son parte vital de las organizaciones sociales de un territorio. No sólo compiten, sino que tienen un rol formativo, de promoción de valores que van más allá de la práctica deportiva, como lo son la disciplina, el respeto hacia el rival, la tolerancia ante la derrota y el espíritu colectivo y de superación.
Hoy la institución del Velero requiere inteligencia para poder mantenerse a flote, en un 2024 donde no llegarán los más de $100 millones por concepto de televisación y, además, la ciudad sale penosamente del mapa del fútbol profesional que se juega cada semana en el territorio nacional.