Proyecto de repoblamiento marino sembró en Ancud sus primeros pasos
REGIÓN. Se trata de un innovador programa en áreas libres en la costa de la comuna norte del Archipiélago. Tras décadas, vuelven a la bahía local la luga roja, la almeja y la ostra chilena.
Mejorar o recuperar los niveles históricos de producción de bancos de recursos bentónicos, en zonas de libre acceso que no están asignadas a pescadores o grupos específicos, es el foco del Programa de Repoblamiento de Áreas Libres en la costa de Ancud, iniciativa esperada por trabajadores del mar y comunidad en general.
Este modelo de gestión comprende una iniciativa de larga data, la cual pudo materializarse luego de un extenso camino recorrido y experiencias aprendidas, específicamente a través de dos proyectos de repoblamiento piloto que se desarrollaron por parte del Comité de Manejo de Bahía de Ancud, en conjunto con pescadores artesanales.
Se trató en primer lugar del "Modelo de gestión para fortalecer los planes de manejo de la pesca artesanal a través del repoblamiento de recursos bentónicos, mejoramiento productivo y formación de capital humano", Bienes Públicos para la Competitividad 2019-2021, financiado por Innova Corfo y ejecutado por el Instituto de Ciencias y Tecnología (ICYT) Puerto Montt de la Universidad Arturo Prat.
Luego, se dio paso al "Programa piloto de recuperación de recursos bentónicos y praderas de algas en el área de aplicación del Plan de Manejo de la Bahía de Ancud, fase 1", del ex Fondo de Administración Pesquero (FAP), el Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala (Indespa) y la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) 2019-2021.
Tras el aprendizaje de ambas instancias, recientemente se pudo ejecutar la primera actividad de transferencia y repoblamiento de áreas libres de toda la región, la que tuvo lugar en el muelle céntrico de la ciudad norte de Chiloé. Mediante esta acción, se contribuye además a la recuperación productiva, reducción de los impactos ecológicos y la consecuencia de beneficios económicos directos para la gente de mar.
Con ello y luego de décadas de espera, podrán volver a los mares ancuditanos la luga roja, la almeja y la ostra chilena. Los recursos provienen desde el apoyo entregado por el Consejo Regional (CORE) de Los Lagos con un presupuesto que supera los 600 millones de pesos y se prevé se extienda hasta diciembre de 2024.
El dirigente Fernando Astorga, representante del Comité de Manejo de Bahía de Ancud, manifestó que "tenemos una tremenda responsabilidad y yo hablo por la gente que está acá a mi espalda, la pesca artesanal de Ancud. Están muy comprometidos con ello, con el proyecto que tenemos en marcha, están muy comprometidos porque cerraron un sector dentro de la bahía de Ancud donde todos los días trabajan para llevar el pan a su casa".
Sumó que este sector marino, hubo que "cerrarlo y vedarlo para 8 años para pasar de unas pocas almejas que teníamos, a una cantidad bastante importante. Da gusto trabajar con la gente, yo por lo menos me siento muy satisfecho que mis colegas me acompañen".
Por su parte, Rubén García, presidente de la Corporación de Pescadores Artesanales de Pudeto Bajo, expresó su satisfacción por una lucha de años que finalmente vio la luz.
"De verdad que el futuro se ve bastante promisorio en cuanto al tema de los repoblamientos", aclaró haciendo hincapié en que las autoridades "vinieron a tomar razón de lo que se está implementando aquí en Ancud, vieron in situ y comprobaron todo el esfuerzo que se está haciendo por parte del sector pesquero en poder repoblar nuestra bendita bahía".
Ejecución
La Universidad Santo Tomás está llevando a cabo la ejecución de este ambicioso proyecto que promete revolucionar el manejo de zonas que han sido explotadas y donde se requiere reactivar la producción de productos del mar.
Así lo estableció Juan Gutiérrez, biólogo marino de la mencionada casa de estudios. "Es una etapa superior de proyectos previos que se hicieron con la bahía de Ancud, que tiene un comité de manejo, sustentado con la subsecretaría y a través de eso se fueron haciendo proyectos previos de repoblamiento con lo cual se logró entusiasmar y -a lo mejor- avanzar en los caminos de los permisos, los trámites y la interacción entre la ciencia y los pescadores".
Recalcó el profesional que en términos técnicos, se llevó a cabo un "escalamiento de dos años y con mayor financiamiento con tres recursos priorizados, en este caso, la luga roja, la almeja y la ostra chilena. El proyecto partió en enero en que se hicieron definiciones previas con la participación de los mismos pescadores y hoy día estamos ejecutando el repoblamiento propiamente tal que partimos con la almeja".
Otro de los elementos que otorga un valor agregado es el enfoque de género. Esto porque un tercio de los usuarios autorizados son mujeres recolectoras de orilla, las que contribuyen al sustento familiar, a través de la extracción de algas varadas y el marisqueo.
En segundo lugar, se presta especial atención a las comunidades originarias de la zona, cuyas organizaciones locales en el borde costero están compuestas por pescadores artesanales inscritos en los registros del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca). Otra arista esencial es el enfoque territorial, dado que su génesis está relacionado a una iniciativa de participación descentralizada, acotado geográficamente a la bahía de Ancud y sus recursos bentónicos.
Con esta premisa, el gobernador Patricio Vallespín, ratificó que Ancud "es el único lugar de Chile en el que se está haciendo repoblamiento en una zona libre, con recursos que pueden tener un esplendoroso futuro. Y no lo digo de manera exagerada, lo conversábamos con los especialistas acá, estuvimos con ellos viendo cómo hacen el repoblamiento y acá el futuro vinculado a la almeja, la luga roja y la ostra chilena es muy prometedor".