Secuestros y percepción ciudadana
María Paz Olavarría , Abogada. Magíster en Derecho Privado. Académica Universitaria
Sin duda la crisis de seguridad cada día nos sorprende e impacta aún más, principalmente al conocer hechos delictivos que no habían tenido precedentes en nuestro país, y también por las cifras y estadísticas en materia de crimen organizado y narcotráfico, que han visualizado un escenario que jamás imaginamos en Chile. En esta misma línea, no dejan de sorprender los delitos de secuestro ocurridos durante las últimas horas, como el caso de un empresario de la ciudad de Rancagua y otros casos en el norte del país, donde hemos observado un modus operandi que quizás para nuestro país, lo más cercano era verlo en una serie de televisión. Más sorprendente ha sido la forma en que mediáticamente las propias autoridades han transmitido la información de estas últimas situaciones delictivas a la ciudadanía, donde se han comunicado aspectos que perfectamente podían haberse reservado a la opinión pública en general, y manejarla con la debida reserva que este tipo de delitos amerita, como por ejemplo, el pago por la liberación de una de las víctimas.
La delincuencia ha sido uno de los puntos fundamentales en la constante percepción ciudadana de inseguridad, y en la sensación de cada habitante de que estamos frente a una verdadera crisis sobre esta materia en el país, la cual pareciera ir cada día en aumento, no obstante los esfuerzos de quienes están a cargo de la persecución de los delitos. Claramente la seguridad debe seguir siendo la principal preocupación de las autoridades en la definición de las políticas públicas y medidas que se deben adoptar, ya que cada uno de los estudios y encuestas sobre la materia, reflejan que esta es la preocupación principal, y que mayor incertidumbre causa en los chilenos, quienes incluso han cambiado sus hábitos de calidad de vida, para evitar exponerse a la delincuencia.
En este sentido, y particularmente en el caso de nuestra Región de Los Lagos, esta percepción ciudadana sobre el cambio de hábitos de vida por seguridad, ya fue medida a través de la Primera Encuesta Universidad San Sebastián- Gente del Sur, presentada en el mes de agosto de este año, la cual reflejó que el 69,3% de los encuestados, habitantes de la región, han cambiado -durante los últimos 6 meses- sus hábitos de vida por seguridad y temor a ser víctimas de delincuencia, en distintos aspectos, como los lugares que frecuenta, horarios de salida, rutas de traslado, etc.
De esta forma, se hace necesario volver a hacer el llamado a conectar y estar en verdadera sintonía con los chilenos, abordando los reales problemas que nuestra ciudadanía clama por solucionar con urgencia desde hace mucho tiempo, donde los temas de la agenda de seguridad siguen siendo la gran prioridad.
No debemos desconectarnos con las principales necesidades del país, ante una ciudadanía cansada y sin duda, muy preocupada ante estos nuevos hechos delictivos.