En el último tiempo, los alimentos ultraprocesados abarcan una amplia gama de productos disponibles en todos los locales dispuestos para el abastecimiento de insumos alimentarios, manteniéndose al alcance y disponibles en todo momento, facilitando su consumo por el bajo costo. Según la Organización Panamericana de la Salud "los alimentos ultraprocesados son formulaciones industriales, principalmente a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos, además de aditivos y cosméticos que dan color, sabor o textura para intentar imitar a los alimentos", tales como golosinas, bebidas, snack dulces y salados, platos congelados y listos para servir. Estos productos se caracterizan por un alto contenido de grasas, azúcares simples, sodio y otros relacionados con el desarrollo de obesidad y enfermedades crónicas como diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial, etcétera.
Además de su alto contenido en estos nutrientes, por lo general tienen un bajo aporte de fibra, vitaminas, minerales y compuestos bioactivos a los que se asocian beneficios para nuestra salud, que los convierte en productos con un desequilibrio en su aporte nutricional, pero ¿a qué se deben estas características nutricionales? Estos productos tienen la particularidad de estar diseñados para motivar su ingesta, debido a que aumentan y potencian su palatabilidad, o sea que son más agradables a nuestro paladar, para esto se utilizan diferentes aditivos mejorando su sabor, color, textura y generar sensaciones placenteras con su ingesta, lo que determina su preferencia por las personas a la hora de adquirir un producto.
Desde el punto de vista del efecto del consumo de ultraprocesados en nuestra salud, numerosos estudios revelan los cambios que genera en la microbiota, la que se compone de microorganismos con propiedades benéficas para la salud, no obstante, el alto consumo de estos alimentos provocarían una disbiosis, conocida como un desbalance en el desarrollo de la microbiota, lo que se traduce en una inflamación de la mucosa dando paso a diversas enfermedades. Por otro lado, un estudio realizado por la fundación Femeba indicó que el aumento de un 10% de alimentos ultraprocesados aumenta significativamente el riesgo de desarrollar cáncer en general y de mama en un 10%. Estos son algunos de los efectos generados por los ultraprocesados y que generan alerta en las diferentes organizaciones de salud, puesto se aumentó la ingesta de estos a nivel mundial. Finalmente, el consumo de estos productos se traduce en complicaciones a la salud, aumentando el riesgo de padecer de alguna patología crónica. En base a lo anterior, se recomienda privilegiar el consumo de alimentos naturales y preparados con ingredientes conocidos que no sean modificados, volviendo a la alimentación en el hogar, preparar nuestros alimentos y recurrir a los productos en su estado natural.