Internados en la región: tan vigentes como siempre para la educación rural
La cobertura que ofrecen los 26 recintos presentes en Los Lagos, de los cuales tres se encuentran en Puerto Montt, permite que sus alumnos accedan a igualdad de oportunidades, pese a que sus familias viven en puntos de difícil acceso, aisladas o trabajan largas jornadas que impiden cuidar a los menores. Sostenedores, directores y ex alumnos cuentan su experiencia asociada a una modalidad estudiantil que está en retirada del sector urbano.
El sistema de internados y viviendas estudiantiles tiene por objetivo garantizar el acceso y la continuidad de la educación de niños y jóvenes que por diversas razones carecen de establecimientos educacionales básicos y medios en las cercanías de su lugar de residencia. Una modalidad que durante décadas fue parte de la educación de los chilenos, pero que con el paso de los años ha desaparecido debido a factores como el mejoramiento del transporte, carreteras, caminos, nuevas tecnologías y mayor oferta escolar, entre otros.
En la región aún siguen funcionando 26 internados autorizados y subvencionados por el Ministerio de Educación (Mineduc), cuyos sostenedores son entidades públicas como municipios o privadas como fundaciones, quienes le dan la opción a niños y jóvenes de sectores rurales y apartados de la región de realizar sus estudios básicos y medios.
Si bien tienen una matrícula cada vez más baja, siguen siendo vitales para sus beneficiarios, lo que es reconocido por sostenedores, directores, ex alumnos y la comunidad educativa completa.
A estos recintos, que funcionan al alero de establecimientos públicos o particulares subvencionados, se suma el programa de Hogares y Residencias que son administradas directamente por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), también con la finalidad de contribuir a la igualdad de oportunidades en la educación, elevando el nivel de escolaridad de la población de territorios aislados o rurales. Su propósito es que estudiantes de séptimo y octavo básico, educación media y educación superior que viven en comunas en condición de ruralidad, y que en su lugar de origen ven limitada su trayectoria educativa, finalicen su ciclo educacional.
A través del relato de sostenedores, directores y ex alumnos de la región se reconoce la labor que cumplen estos recintos en el ámbito educativo, tanto con sus alumnos, padres y apoderados, como para las comunidades donde están insertos.
Internados
Los internados proporcionan a sus estudiantes alojamiento, alimentación diaria, programas de actividades en el tiempo libre que contribuyan a la formación emocional, intelectual y social, atención integral de salud, desarrollar una labor educativa orientada al aprendizaje de normas y valores socialmente aprobados, formación de hábitos de autocuidado, estudio, entre otros.
En la región operan 26 internados autorizados y subvencionados por el Ministerio de Educación, los que se distribuyen en las 4 provincias: en el caso de Palena funcionan 3 en Chaitén y 2 en Futaleufú; la provincia de Chiloé cuenta con 6 internados que están ubicados en Ancud; Quinchao (2 recintos), Queilen, Curaco de Vélez y Chonchi; en la provincia de Llanquihue operan 9 internados emplazados en Calbuco, Los Muermos (2), Frutillar, Fresia, Puerto Montt (3) y Puerto Varas. Y en el caso de la provincia de Osorno hay 7: uno en Osorno, Purranque y Puyehue; 2 San Juan de la Costa y 2 en San Pablo.
Daniel Martínez, director del Colegio Bicentenario de la Misión de Quilacahuín, ubicado en San Pablo, explica que el establecimiento dependiente de la Fundación Misiones de la Costa imparte educación desde primero básico a cuarto medio, incluyendo la opción de internado.
"Tenemos una matrícula de 160 estudiantes, de los cuales 10 son menores en el internado. Antiguamente los internados cumplían el rol fundamental de entregar habitabilidad a gran parte de los estudiantes del establecimiento, porque la conectividad vial era compleja, lo que cambió con el mejoramiento de caminos y la implementación de transporte escolar desde el mismo recinto. Sin embargo, en las zonas rurales aún son indispensables estos recintos para niños que requieren estudiar, pero también son un apoyo como lugar
"Lo que me llama la atención es que aún existan internados, porque la gente piensa que son una figura que ha desaparecido y es verdad, muchos se han cerrado, pero otros siguen dando cobijo a niños, tal como fue mi caso"
Enio Maragaño, ex estudiante puertomontino