Peor los entresijos de la contingencia habitual -si es que cabe el término- la papa apareció como inesperada protagonista durante 2023. Más que duplicó su precio en pocas semanas y, como suele pasar cuando se altera lo absolutamente cotidiano, surgió una potente espiral de sorpresa y preocupación. Por momentos hasta de angustia. En todo ese proceso, desde la dueña de casa hasta el ministro de Agricultura reflexionaron respecto de su importancia; sobre la necesidad de tomar cartas para bajar una fiebre inflacionaria hasta que todo se calmó. Algo.

No es seguro que aquella situación se repita esta temporada. Sólo se puede acotar que aquella estela informativa sirvió a la ciudadanía -en particular a la del sur-, para recordar que comer papa en sus diversos formatos representa ante todo un acto de memoria. De una relación extendida durante miles de años de relación entre ese tubérculo y el habitante de esta región en particular.

Hay registros de su consumo en el histórico sitio de Monteverde, por ejemplo. Es bueno evocarla además porque sus trazas genéticas aparecen, según diversos estudios, en más del 80% de los actuales cultivos en el resto del mundo. Porque desde acá migró a Europa ya desde el siglo XVI, convirtiendo a la Solanum tuberosum chilotanum y sus descendientes, en una de las bases de la dieta mundial.

Hablar de papa cuando escasea, importa. Pero sirve mucho también cuando abunda. Sobre todo en estos días en se buscan porque surgen algunas variedades nuevas, suaves en sabor sin dejar de ser expresivas; pero sobre todo porque muchas regalan una textura tersa hasta la cremosidad. Saben adornar cazuelas y cocimientos varios -con cordero y luche, uf- que se convierten en uno de los atractivos de la temporada de verano, que desde esta semana comienza su apogeo. Así las cosas, ¿por qué no empezar el año mostrándola en todo su esplendor? ¿Por qué no honrarla en restaurantes, en plazas públicas y eventos desde Osorno a Palena? ¿Por qué de esa base seguir apreciando ese y otros tantos insumos que resaltan la incomparable despensa terrestre y marina de la Región Los Lagos?

De seguro sería un año con un sabor diferente.

80 años | 2 de enero de 1944

Inician campaña para levantar un Convento

La orden franciscana inició una campaña para poder reconstruir el Convento de Osorno, el cual resultó completamente destruido como consecuencia de un incendio, el que además del daño material causó el deceso de 15 niños. Esta tragedia se suma a otro siniestro ocurrido en 1942, cuando una vivienda y una chacra de los franciscanos resultó destruida también por la acción del fuego.

50 años | 2 de enero de 1974

LAN adquiere Twin Otter para llegar a Chiloé

Los aviones Twin Otter que compró la Línea Aérea Nacional (LAN) serán destinados para conectar al país con Ancud y Castro. Así lo informó el secretario general de LAN, Fernando Mansilla, quien estuvo de visita en Puerto Montt. La experiencia de la FACh con este modelo de nave sería, sostienen, el mejor ejemplo para usar los Twin Otter con fines comerciales.

10 años | 2 de enero de 2014

Caída de argentinos preocupa a comerciantes

Los dirigentes del comercio de la provincia de Llanquihue lamentaron que, tal como fue la tónica durante los últimos meses de 2013, los argentinos dejaron de visitar en masa esta zona. Esta merma bordeó el 60%, según cifras no oficiales. Ante este escenario sostuvieron que realizarán gestiones de promoción para poder paliar dicha caída con turistas nacionales.

Año Nuevo, una fecha que en el papel es un momento de alegría y esparcimiento con los seres queridos, se transformó, una vez más, en una madrugada de tragedias en la Región de Los Lagos. Tal como informa este Diario en su página 6, el siniestro de tres casas como consecuencia del lanzamiento de bengalas convirtió una noche de jolgorio, para despedir el año que se va y recibir el que llega, en el dolor de ver los recuerdos construidos en toda una vida hechos cenizas por culpa de la idiotez humana.

Un hecho de idénticas características se repitió en Castro, donde una casa resultó afectada también por las chispas de la pirotecnia puesta en manos de verdaderos imbéciles. Los fuegos artificiales son un espectáculo asociado con celebraciones y fiestas. Sin embargo, su uso indiscriminado e ilegal puede tener graves consecuencias para el medio ambiente, la salud y la seguridad de las personas y los animales. Por eso, es necesario controlar su uso, así como concienciar a la ciudadanía sobre los riesgos y los daños que pueden causar.

Los fuegos artificiales ilegales son aquellos que no cumplen con las normas de calidad, seguridad y autorización que establecen las autoridades competentes. Estos productos pueden contener sustancias tóxicas, explosivas o inflamables que pueden provocar incendios, quemaduras, intoxicaciones, lesiones oculares, auditivas o respiratorias, e incluso la muerte. Además, pueden generar contaminación acústica, lumínica y atmosférica, afectando al equilibrio ecológico y al bienestar de las personas y los animales. Los fuegos artificiales ilegales son un problema social que requiere de la colaboración de todos los actores implicados. El Estado debe establecer y hacer cumplir una legislación clara y estricta que maneje el uso, la venta, el transporte y el almacenamiento de los fuegos artificiales, así como sancionar a los infractores y ofrecer alternativas seguras y sostenibles, como por ejemplo, iniciativas como el show de drones de Puerto Varas. La sociedad civil debe denunciar y rechazar el uso de los fuegos artificiales ilegales, así como educar y sensibilizar a la población sobre sus efectos nocivos.