Una región sin seremis
Bienes Nacionales y Obras Públicas llevan 189 y 90 días sin un titular, respectivamente, y a nadie del nivel central pareciera importarle.
En su edición del sábado pasado, El Llanquihue alertó de la extensa vacancia que se ha producido en secretarías regionales ministeriales (seremis) que son claves para el desarrollo de Los Lagos. Eran 186 días sin seremi de Bienes Nacionales y 87 sin el similar de Obras Públicas, a los que se agregaron los 141 días sin director regional de Sernatur, que aunque de rango menor al de seremi, en esta zona es particularmente sensible por la relevancia del sector en cuanto a actividad económica. Han pasado tres días desde aquello y la cuenta no hace más que avanzar, acompasadamente, como si al nivel central poco le importase lo que pasa en esta parte del país.
Ya van 189 días sin seremi de Bienes Nacionales, 90 sin el de Obras Públicas y 144 sin el director de Sernatur, a lo que se sumó el viernes la salida de la seremi de Medio Ambiente, que suma tres días de vacancia, algo todavía menor que, no obstante, siguiendo las señales que se han dado, tenderá a crecer y crecer sin que a nadie en Santiago parezca importarle. La cartera de Trabajo se libró medianamente de esta cuenta: el 25 de octubre renunció el titular y pasaron 70 días para que se nombrase a su sucesor.
Es extraño todo esto. Teniendo a un Presidente de la República que proviene de región, que frecuentemente enfatiza la importancia de las regiones para el desarrollo armónico del país, su gobierno, contradictoriamente, se ha esmerado en, como lo sentenció un consejero regional de Osorno, menospreciar a las regiones. No se trata de cargos simbólicos, o al menos eso dice la experiencia y la naturaleza del cargo.
Alguien como un seremi de Bienes Nacionales debería estar de cabeza tratando de resolver el lío que le dejó al Gobierno Regional la fundación Kimün y su fallido proceso de regularización de títulos de dominio; un seremi de Obras Públicas habría de estar revisando periódicamente los proyectos que se están ejecutando y evaluando, por ejemplo, cómo resolver a largo plazo el nudo que se está creando para conectar a Puerto Varas y Puerto Montt. Y un seremi de Medio Ambiente debería explicar por qué desapareció del debate público el plan de descontaminación atmosférica que tanto le urge a las ciudades.
Es cierto que en esta gestión se ha minimizado la labor de los seremis (hay algunas excepciones), pero una región con tantos temas pendientes como Los Lagos merece, primero, que haya seremis, y luego, que estos se empoderen, decidan y comuniquen.