La influencia de Osorno en el nacimiento y conformación religiosa de Carelmapu
Los osorninos que abandonaron la ciudad en marzo de 1603, tras el asedio indígena, se dirigieron hasta la localidad costera, donde se creó un fuerte ese mismo año. Llevaron consigo imágenes religiosas que estaban en los templos de Osorno, entre ellos la Virgen del Rosario, que es la misma venerada actualmente como Virgen de la Candelaria.
El pueblo costero de Carelmapu, en la provincia de LLanquihue, estuvo en el ojo noticioso nacional y regional durante esta semana por el incendio que destruyó su centenaria iglesia católica, templo de madera que estaba en mal estado de conservación, pese al incesante reclamo de los vecinos que durante años pidieron a las autoridades la restauración.
Y a pesar que hoy pertenece a la comuna de Maullín, Carelmapu es uno de los núcleos urbanos más antiguos de la Región de Los lagos, muy anterior a la misma capital comunal, Puerto Montt o las ciudades de la cuenca del lago Llanquihue. De hecho, aparece en mapas extranjeros desde el siglo XVII en adelante como "Carelmapo", donde en algunos ni siquiera está mencionado Osorno.
Aquel poblado marítimo, famoso por sus aguas con abundantes peces y mariscos, está íntimamente conectada con Osorno desde sus inicios en el siglo XVII, tanto en el aspecto social como religioso. Y si bien Carelmapu era una tierra poblada por indígenas de paz y lugar de residencia de algunos españoles desde antes de la destrucción y abandono de Osorno en 1603, este suceso extremo le dio el impulso para lograr un puesto de relevancia en el territorio en las décadas siguientes.
En efecto, en marzo de 1603 el gobernador Alonso de Ribera ordenó despoblar Osorno tras el asedio indígena y los habitantes emprendieron rumbo a Calbuco y desde ahí a Carelmapu, donde se construyeron fuertes ese mismo año por orden del gobernador de Chiloé Francisco Hernández de Ortiz, como enclaves militares para servir de barrera a los asaltos de los indígenas y también de avanzadas.
"Desde su fundación, Carelmapu pasó a ser 'el otro extremo de la tierra de guerra', como dijo el padre Luis de Valdivia, cuyos moradores, los retirados de Osorno, se distinguieron como experimentados guerreros y vengadores de la afrenta. Por eso, en el XVIII era a estos hispano-criollos descendientes de los osorneses 'a quienes creían los indios con algún derecho a poseer aquellas tierras propias de los antepasados de éstos'", señala Ximena Urbina en su obra La Frontera de Arriba en Chile Colonial.
Posición militar
En el lugar se dejaron 100 hombres y se convirtió, por su importancia estratégica, en la sede del gobernador de la provincia, quien al mismo tiempo tenía a su cargo la tropa reglada de caballería apostada en el lugar. Además de freno a los aucas, era protección a los navíos que entraban y salían de Chiloé.
El fuerte, construido en madera y fagina, y llegó a albergar en su mejor momento un presidio de 130 soldados que salían a maloquear a los llanos de Osorno y a Valdivia, por tierra y por mar. Pero el número de hombres no fue estable. En 1611 Carelmapu contaba con 50 soldados pagados, que se sumaban a los 30 hombres que guarnecían el fuerte de Calbuco, erigido también en 1603 al oriente de Carelmapu.
Además de ser Carelmapu sede del gobierno de la provincia, era la bahía más importante entre Valdivia y la isla grande.
Mientras en Carelmapu estaba la tropa de caballería, el fuerte de Calbuco tenía como guarnición la infantería. El de Carelmapu era el principal. Según un informe de 1664, ese año estaba a cargo del fuerte el gobernador de la provincia, general Cosme Cisternas, con su compañía de soldados que había aumentado a 142 plazas, de las cuales 91 eran de arcabuces a caballo y 48 lanzas.
A mediados de siglo, cuando disminuyó la frecuencia de malocas, Carelmapu fue abandonado y reemplazado por el fuerte de San Antonio de Chacao, situado en la isla grande al frente de aquel, con el canal de por medio, pasando a ser, a su vez, sede del gobierno. Finalmente Carelmapu dejó de ser puerto porque se embancó el surgidero. La decisión de abandonarlo definitivamente se tomó en 1655, cuando estalló la rebelión general de los indios de Chile y se entendió que era más seguro levantar fortaleza en Chacao.
Imagen de la Virgen
Cuando los osorninos desplazados salieron forzosamente de la ciudad, llevaron consigo la imagen de la Virgen del Rosario que estaba en la iglesia San Mateo de Osorno; la Virgen del Rosario del convento de Santo Domingo, ubicado en lo que hoy es la calle Bulnes (donde está el servicentro Copec) y una imagen de Cristo. La primera se fue con los osorninos que se instalaron en Chacao, Chiloé; y la del convento de Santo Domingo se quedó en el fuerte de Carelmapu junto con el Cristo.
En 1633 un huracán destruyó el fuerte, las casas y la iglesia de Carelmapu. No obstante, la imagen se salvó. En mayo de 1643 Carelmapu fue atacado por cuatro navíos del holandés Brouwer, pereciendo en el combate el gobernador y otros oficiales, luego de lo cual el fuerte y el poblado fueron saqueados y quemados. Entonces, el gobernador de Chiloé, Cosme Cisternas, decidió trasladar a los soldados y a toda la población de Carelmapu a Chacao y se llevaron la imagen hasta ese punto. La Virgen volvió al continente pasado el año 1676, tras la reconstrucción parcial de Carelmapu. Desde entonces no se ha movido de aquel lugar.
Con el ir y venir de la imagen, y las milagrosas salvadas que tuvo, se empezó a generar la devoción popular y comenzó a ser llamada "Nuestra Señora de Carelmapo".
Existe un registro del navegante español Antonio de Vea de 1676, que se enfrentó con una fuerte tormenta en los canales del sur y en medio de la borrasca se encomendó a Nuestra Señora de Carelmapo. Y como resultaron sanos y salvos de la travesía, a su retorno a Chacao, descalzos, le ofrecieron a la Virgen la vela mayor de la nave, en testimonio de agradecimiento.
La devoción hacia Nuestra Señora de Carelmapu continuó como tal durante todo el siglo XVII. Por su parte, la imagen de la Virgen del Rosario de San Mateo también cambió de nombre y fue conocida como la Virgen de Chacao. Posteriormente fue llevada hasta el fuerte de Maullín, ciudad donde se venera hasta hoy a Nuestra Señora del Rosario, que fue la patrona del Osorno colonial del siglo XVI.
La Candelaria
En 1767 llegaron a Chiloé los franciscanos del Colegio de Santa Rosa de Ocopa, en Perú, de la misma congregación que fundaron las misiones de Osorno y Valdivia. Llegaron a reemplazar a los Jesuitas que fueron expulsados del imperio español ese mismo año.
Precisamente los Franciscanos generaron un cambio en la advocación y en el nombre de la virgen: introdujeron la Fiesta de la Candelaria y, de esta forma, la Virgen del Carelmapu pasó a llamarse Virgen de la Candelaria. La explicación estaría en un acomodo por razones pastorales y geográficas. Había dos vírgenes del Rosario a 20 kilómetros de distancia, lo cual era inviable. Además, como establecieron una fiesta religiosa para cada comunidad, optaron por el 2 de febrero en Carelmapu y el 6 de octubre en Maullín (Virgen del Rosario). Entonces, desde la segunda mitad del siglo XVIII se festeja la Virgen de la Candelaria en Carelmapu con la misma imagen de la Virgen del Rosario que salió de Osorno a inicios en 1604.
El vestuario de la Virgen de Carelmapu actual es similar a las imágenes coloniales de Bolivia y el sur de Perú, que corresponde en el fondo a la vestimenta de una mujer española del siglo XVI. Cada cierto tiempo se renueva la vestimenta por manda de algún devoto, pero siempre con el mismo modelo y color amarillo.
La Virgen de la Candelaria de Carelmapu es una de las fuentes del origen de la devoción de la Candelaria en Osorno, fiesta que se celebra cada 2 de febrero en la Misión de Rahue. La festividad fue traída a Osorno a fines del siglo XVIII por familias repobladoras provenientes de diversos puntos de Chile donde se veneraba a la Candelaria, entre ellas de Chiloé y Carelmapu.
en el mapa de 1703, al centro, se observa el nombre del antiguo poblado de carelmapo.
la virgen fue llevada por osorninos a carelmapu en 1603.