Servicios sanitarios
Una alianza público-privada en esta área ha significado avances sustantivos en todo el territorio nacional.
Este año se cumplen 25 años desde que se implementó una política pública de asociación publico-privada en el sector de los denominados servicios sanitarios. De este modo, en 1999 se produjo la incorporación de capital privado en las empresas estatales y las prestadoras en algunas regiones. Todos fueron procesos efectuados mediante licitaciones públicas y que en su época estuvieron profusamente en la palestra pública.
En forma previa, se había modificado profundamente el marco regulatorio sectorial para asegurar que los nuevos operadores cumplieran a cabalidad con las obligaciones de cobertura, calidad y continuidad de los servicios y obtuvieran una remuneración razonable por ello.
Lo que estaba detrás de la política pública era, según Juan Eduardo Saldivia, ex superintendente de Servicios Sanitarios e integrante del Consejo de Políticas de Infraestructura, principalmente, la necesidad de enfrentar las inversiones para hacer el tratamiento de las aguas servidas que desde que se construyeron los primeros alcantarillados se descargaban crudas a los ríos, lagos y playas de mar, contaminándolas gravemente, en términos tales que las aguas de los ríos no se podían utilizar para regar y en las playas estaba prohibido el baño.
Pero la realidad cambió. En 14 de esos 25 años se ha vivido la sequía más extrema desde que se tienen registros. Sin embargo, en los hogares de los chilenos atendidos por empresas sanitarias, el agua potable no ha faltado.
Que ello haya ocurrido así no es fruto del azar. Es la consecuencia de una política estatal bien diseñada. El Estado decidió asociarse con el sector privado para desarrollar una cartera de proyectos de importancia. Una política que ha favorecido al crecimiento del país. En el caso del sector sanitario, se ha traducido en que hay agua potable a pesar de que llueve una menor cantidad.
Esto pareciera darse por sentado, pero es un logro de hace pocos años que incluso desde el exterior es muy valorado, como se vio con las delegaciones extranjeras durante el desarrollo de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
La tarea no ha terminado, pues el desafío del cambio climático exigirá más inversiones.