Penélope Cruz: "Laura Ferrari era una mujer muy deprimida, no hubo compasión con ella"
CINE. La actriz habla de su papel en la película recién estrenada y de su debut como directora.
Efe
Penélope Cruz, que estuvo a punto de lograr su quinta nominación a los Oscar por su interpretación de la esposa de Enzo Ferrari en el biopic 'Ferrari', del estadounidense Michael Mann, defiende a su doliente personaje porque fue "una mujer muy deprimida, que pasó por desgracias terribles".
"No había compasión por ella", explica la actriz a Efe.
"Le preguntábamos a gente en Módena (su pueblo y el de su marido en Italia) sobre ella y solo nos decían que era una malhumorada, una loca, una tía muy complicada, pero yo creo que fue una mujer muy deprimida, que pasó por desgracias terribles".
El recién estrenado biopic sobre el empresario y creador de una de las escuderías más famosas de autos de Fórmula Uno y automóviles de lujo, tiene a Cruz en un papel que estuvo a punto de catapultarla a su quinta nominación a los Oscar.
Protagonizada por el estadounidense Adam Driver como Enzo Ferrari -espectacular su transformación física-, Cruz es su esposa Laura Garello, una mujer amargada desde la temprana muerte de su hijo Dino, a la que Mann muestra en uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando descubre que su marido tiene otra familia, otra mujer, Lina Lardi (Shailenne Woodley) y, lo que es peor, otro hijo: un niño llamado Piero.
Un retrato impecable
Cruz hace un retrato impecable de esa mujer doliente, que mantiene mano de hierro como administradora del negocio que montó a medias con su esposo.
"Lo hablamos mucho con Michael (Mann), Laura es una mujer que sufre cada minuto de cada día porque nunca va a recuperar a su hijo, le ha pasado la desgracia más grande que le puede pasar a alguien y a la vez es lo que les une como pareja de por vida, porque nadie puede entender ese dolor que sienten esos padres", afirma.
Y aunque él crea otra familia, "y todo el mundo lo sabe menos ella, y hay mucha traición a su alrededor, la única motivación que tiene cada día para levantarse es su empresa, ir a la fábrica -señala Cruz-, pagar ella a los empleados, controlar las cuentas y saber que tiene algo que hacer, más allá de cocinar; pasa mucho tiempo sola y, de alguna manera, es su única ilusión".
Cruz opina que ella tendría "muchas más" ilusiones si no fuera "por el grupo tan machista que le rodea. En cualquier lugar encontraríamos veinte casos como el suyo, aquí mismo también, y porque ella representa a tantas mujeres de ese momento, -y de ahora, porque queda mucho por resolver, reflexiona-, era muy importante para Michael y para mí darle una voz".
La película narra un periodo decisivo en la vida de Ferrari y en su negocio, el verano de 1957, que termina con el accidente de la escudería que le costó la vida a su piloto, el español Alfonso de Portago, al copiloto Edmon Nelson y a 14 espectadores.
El mundo de las carreras
Uno de los valores de esta película es la recreación fidedigna de aquellas carreras y de los fascinantes prototipos en los que se jugaban la vida los corredores, la pelea entre Maserati y Ferrari y cómo cada progreso técnico o fichaje era tratado como si fuera un secreto de Estado.
Mann engancha al espectador desde la primera secuencia, con la recreación en blanco y negro de los entrenamientos y las carreras de los años 40 y 50, para después resaltar los momentos decisivos de este biopic con una ambientación muy cuidada, tanto en los lugares emblemáticos de la vida del constructor -su pueblo o la mítica competencia de las Mil Millas-, al vestuario.
Cruz no logró la 'cantada' nominación a los Oscar, aunque ella sostiene que nunca estuvo en sus predicciones.
Debut como directora
La superestrella asegura que está muy preocupada por los casos de violencia y abusos contra las mujeres, un problema que afecta a cualquier sector laboral de la sociedad y no solo al cine, pero que en este tiene más visibilidad que en otros.
Tanto le preocupa el tema que el documental que prepara y que será su debut como realizadora se centrará en las mujeres, aunque no específicamente en el maltrato.
"Estoy desarrollando una película sobre estos temas, porque son temas que me importan de verdad y me da muchísima rabia y pena que sigan muriendo tantas mujeres en nuestro país y en tantos lugares del mundo", asegura, aunque insiste en que es un problema que no se circunscribe al cine: "Pasa aquí y en cualquier lugar del mundo (...) con enfermeras, profesoras, dueñas de casa, señoras de la limpieza, el periodismo, la literatura, es por todas partes".
La diferencia, a su juicio, es que a las actrices les ponen un micrófono y les preguntan por el tema, pero a otras mujeres no.
"Llevo un año trabajando en mi documental del que todavía no puedo hablar, porque me quedan dos años más por lo menos, es complejo y necesita tiempo", señala y dice que le está poniendo "mucho cariño" a este proyecto.
A preguntas sobre el movimiento #MeToo en el cine, expone que "es un proceso que nunca se dijo que iba a ser corto o sencillo y estamos todavía muy lejos de llegar a un lugar de igualdad".
"Es muy difícil para una mujer que está viviendo una situación de tortura, de malos tratos, gente que está viviendo un infierno, con hijos, que no tienen escapatoria del pasado porque no tienen ni a donde ir. Yo conozco a varias, sé sus nombres y apellidos y he visto cosas pero muy fuertes y no las han dado la protección necesaria, y no las han escuchado", asegura.