PACE: Ya está en órbita el satélite que evaluará la salud del planeta
ESPACIO. Misión de la Nasa y la empresa SpaceX despegó con éxito después de dos intentos fallidos por malas condiciones meteorológicas. Datos serán clave para el futuro.
Agencias
Los "signos vitales" de la Tierra podrán ser analizados por el "revolucionario" satélite PACE que la Nasa lanzó ayer al espacio desde Florida para lograr un mejor entendimiento de la salud del planeta, en especial de los océanos y la atmósfera terrestre.
La misión de la Nasa y la empresa SpaceX, despegó en un cohete Falcon 9 despegó desde la base espacial y a las 7:08 horas, cuando se habían completado todas las fases programadas tras el despliegue, todo el equipo de la Nasa encargado de la misión en Cabo Cañaveral celebró el éxito del lanzamiento, que había tenido que ser suspendido en dos ocasiones anteriores esta semana debido a las malas condiciones meteorológicas.
El valor de los datos que reporte PACE "se disparará" cuando se combinen con los de otras misiones de observación de la Tierra "y dará paso a una nueva era de la ciencia oceánica", manifestó Karen Germain, directora de la División de Ciencias de la Tierra de la Nasa.
Para qué servirá
La misión PACE (acrónimo inglés para Plancton, Aerosoles, Nubes y Ecosistemas Oceánicos) utiliza una tecnología sin precedentes que permitirá ampliar las observaciones globales por satélite de la Nasa del océano, los aerosoles atmosféricos y las nubes, e iniciará un conjunto avanzado de registros de datos relevantes para el clima.
Está previsto que los datos de la misión ayuden a comprender mejor cómo el océano y la atmósfera intercambian dióxido de carbono.
Además, revelarán cómo los aerosoles pueden impulsar el crecimiento del fitoplancton en la superficie del océano, y los responsables de la misión han reiterado durante las últimas semanas su convicción de que la información que reporte PACE redundará en beneficio de la economía y de la sociedad.
Ayudará, por ejemplo a identificar el alcance y la duración de las floraciones de algas nocivas en los océanos, y ampliará las observaciones a largo plazo de la Nasa sobre la Tierra.
Luz y fitoplancton
El nuevo satélite medirá la luz emitida por la Tierra -su "radiancia"- en la parte superior de la atmósfera, una señal que incluirá todo lo que se encuentre por debajo, por lo que será labor de los científicos discernir las contribuciones de la atmósfera y las del océano.
Al estar situado más lejos del satélite, sólo una pequeña fracción de la luz procederá del océano, según los responsables de la misión, y restar la señal de la atmósfera ayudará a determinar un valor clave, el de la "radiancia" que deja el agua.
Estos datos serán clave para conocer mejor las algas microscópicas (el fitoplancton) de la superficie del mar, que tiene diversas formas, tamaños y pigmentos y todos ellos afectan al color del océano.
Para ayudar a descifrar los diferentes tipos de fitoplancton, PACE detectará el color con una resolución muy alta y en un amplio espectro: desde las longitudes de onda ultravioletas hasta las infrarrojas.
La oceanógrafa de la Nasa Violeta Sanjuan explicó a Efe que "el fitoplancton es solo el 1 % de la masa vegetal total del planeta (incluida la terrestre), pero sin embargo "genera ese 50% a 60% de oxígeno que tenemos disponible en el planeta".
"Es altamente eficiente en la captación de dióxido de carbono y en la liberación de oxígeno, mucho más que las plantas terrestres", subrayó.
Pero el color no es la única propiedad de la luz que informa sobre el planeta; la polarización de la luz -cómo oscila dentro de un plano geométrico- es otra dimensión importante de la información, y cuando la luz solar interactúa con nubes o aerosoles, su polarización puede cambiar.
Con una vida útil de al menos tres años, el satélite alcanzará una órbita de 676,5 kilómetros, más lejana que la Estación Espacial Internacional, que se mueve con la Tierra.
Tres instrumentos
La misión PACE "nos da una visión increíble que no habíamos tenido hasta ahora, de cómo se comportan nuestros océanos, de cómo es la atmósfera y cómo interaccionan ambos y regulan nuestro clima", manifiesta Sanjuan.
El satélite está compuesto de tres instrumentos, uno de ellos es un sensor que puede identificar hasta 256 colores en el océano, mientras las herramientas anteriores sólo podían diferenciar menos de diez tonalidades, explica Sanjuan.
"La cantidad de volumen de datos es increíble respecto a lo que teníamos anteriormente", indica.
Sin embargo, Sanjuan dice que el satélite tendrá combustible para diez años, y espera que sobreviva más de los tres que la agencia espacial estadounidense le dio a su misión.