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por la instalación de plantas de producción de salmones, por la obvia necesidad de crear carreteras y caminos para la movilización de los camiones que transportan los salmones en estado temprano y adulto", dijo. No obstante a ello, el core por la provincia de Llanquihue mencionó que "esto no oculta la necesidad de mejora de la industria en el ámbito de la producción y protección del ecosistema, sobre todo por la falta de regulación que en su momento significó el abandono de jaulas y todo tipo de desechos de los centros de cultivos en playas de las regiones de Los Lagos y Aysén donde están principalmente instaladas las plataformas marinas de los centros de cultivos", puntualizó.
Regulación
El estándar internacional más exigente para la regulación en esta industria es el Aquaculture Stewardship Council (ASC), el cual establece parámetros de impacto ambiental, económico y social de la producción acuícola.
En un análisis del año 2019, Noruega equipara a Chile en cuanto a la interacción con la vida silvestre de sus centros de producción -principalmente por la protección ante predadores y de las especies amenazadas- y la alimentación que se le entrega a los salmónidos. En paralelo, Chile es superado por Noruega en la regulación respecto a la salud de los peces en los centros y es el país que peor regulación de control de desechos tiene entre las 4 naciones analizadas.
Entre los años 2014 y 2023, Chile pasó de tener un solo centro certificado a 245. Por tal motivo, el estudio de Pivotes sostiene que, "a pesar de que la normativa estatal efectivamente aún está lejos del estándar de la ASC, los centros de cultivo han tendido a certificarse por su propia cuenta bajo dicha norma, subiendo los estándares de producción".
A juicio de Marcela Bravo, directora de Estudios y Proyectos de SalmonChile, "el estudio que realizó Pivotes da cuenta de la importancia que tiene la salmonicultura en la economía del país y además de los avances que ha realizado el sector productivo en materias como la certificación de los centros de cultivo, con el fin de disminuir diversas brechas. Tal como dice el informe, se proyecta que la población mundial subirá en 2.330 millones de personas al 2080, por lo que esta proteína jugará un rol fundamental para la alimentación de las futuras generaciones por su baja emisión de gases de efecto invernadero y el poco espacio que utiliza", comentó.
En ese sentido, Bravo puntualizó que "concordamos en que resulta fundamental avanzar en las certezas que necesita la salmonicultura nacional para dar garantías a las empresas y salir del estancamiento, con el fin de poder consolidar nuestra posición en el mercado y poder ser competitivos con respecto a los demás países".
Por su parte, Loreto Seguel, directora ejecutiva Consejo del Salmón, manifestó que es clave modernizar la legislación vigente con el objetivo de promover el necesario crecimiento sostenible de esta industria. "Vemos el avance de la industria en Noruega, donde todo un país se vuelca a la discusión de cómo hacer crecer su producción salmonera, versus una realidad en Chile marcada por cierto estancamiento regulatorio y algunos atisbos iniciales de una real y efectiva alianza público privada que permita proyectar este sector tan relevante para Chile y la macro zona sur de nuestro país", apuntó.
Al ahondar en el punto, Seguel aseveró que "nuestros esfuerzos como gremio están focalizados en generar alianzas público-privadas efectivas y eficientes, roles distintos pero con objetivos comunes. Es aquí donde el diálogo y sentarnos todos a la mesa, se transforma en una herramienta muy poderosa para generar los consensos y acuerdos para que la primera industria exportadora no minera del país siga trayendo progreso y bienestar a las familias del sur austral y con ello, mantenga ese impacto país que hoy es tan relevante".
Desde el ámbito público, el seremi de Economía de la Región de Los Lagos, Luis Cárdenas, dijo que el compromiso como gobierno es avanzar hacia un nuevo marco normativo para una estrategia futura que permita la sostenibilidad de la acuicultura en el país. "Es por ello que desde nuestra Subsecretaría de Pesca y Acuicultura hemos comenzado con un proceso de diálogo abierto para abordar de manera integral las diferentes perspectivas, donde todos los actores del sector puedan aportar sus diversas miradas para construir una nueva Ley General de Acuicultura que refleje los nuevos desafíos de este importante sector productivo".
Medio Ambiente
El estudio reconoce que esta industria ha sido muy cuestionada por el impacto que genera en los ecosistemas que habita, sin embargo concluye a la luz de diversos indicadores comparativos con la industria ganadera que "el impacto ecológico de la salmonicultura es muy bajo en comparación con otras fuentes de proteína. La actividad emite menos Gases de Efecto Invernadero, utiliza menos suelo y provoca una menor contaminación del agua, junto con un uso de alimento que es altamente eficiente".
De acuerdo a los indicadores mencionados, la superficie de los centros de cultivo en Chile suman 4.681 hectáreas, equivalente a un 3% de la superficie de Puerto Montt, mientras que 5.757.231 hectáreas son usadas para pastoreo bovino. Por tal razón se sostiene que la salmonicultura emite sólo un 2,91% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y utiliza un 4,8% de las hectáreas que la industria bovina. "Este factor es de particular relevancia, ya que mientras una pradera de pastoreo puede tomar varias décadas en ser recuperada, el fondo marino acuícola puede regenerarse en cerca de 8 años", sostiene el estudio.
Al respecto, Estefanía González, subdirectora de campañas de Greenpeace Chile, expresó que "la industria de la salmonicultura tiene una tremenda huella ambiental y está muy lejos de ser una industria altamente eficiente. Prueba de ello, es que en el caso de Chile, sus centros de producción están constantemente experimentando crisis sanitarias y ambientales, lo que ha generado que en muchos centros ni los propios salmones puedan sobrevivir dado el alto nivel de deterioro que la propia industria genera en los ecosistemas donde se instala".
Al mismo tiempo, recalcó la ambientalista, "es una industria muy vulnerable a las condiciones ambientales y prueba de ello es la afectación permanente ante crisis de marea roja y otras floraciones algales nocivas, con las que la propia industria contribuye al incorporar nutrientes al agua que favorecen este tipo de eventos. La industria no se hace responsable ni contabiliza el impacto que genera", dijo.
Hizo mención al informe "Dead Loss The High cost of poor salmon practices" (2021), del Centro de Investigación Británico Just Economics, que analizó los costos ambientales de la industria en cuatro países, entre ellos Chile, donde en particular se destacó "la falta de información sobre mortalidades, el uso mucho más extendido de antibióticos en la industria y la ausencia de regulaciones que consideren la capacidad de carga de los ecosistemas".
Estefanía González aclaró que la posición de Greenpeace es que "el crecimiento de la industria de la salmonicultura se debe detener tanto en Chile como en Noruega. Además, no es real que en Chile exista un estancamiento del crecimiento de la industria, ya que desde el 2010 en adelante todas las regiones han aumentado en miles de toneladas su producción, incluso durante la vigencia de una moratoria que prohibía la expansión de la industria en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes. Los años con menor producción han estado en muchos casos relacionados con crisis de la propia industria como malas condiciones sanitarias y alta mortalidad de sus peces", aseguró.
Sobre este punto, el seremi de Economía, agregó que "la acuicultura en general es muy importante para el desarrollo económico y el empleo de nuestro país y en especial en nuestra región, pero evidentemente ello debe realizarse sobre los más altos estándares de una acuicultura sustentable y con pleno resguardo de nuestros ecosistemas. Por tanto, tenemos que trabajar con perspectiva de futuro incorporando todos los factores de riesgo al cuál nos vemos expuestos en una emergencia climática que tiene impacto en todos los sectores productivos".
En ese sentido, Cárdenas dijo que "es fundamental que la salmonicultura siga adoptando procesos de innovación tecnológica, mejorando su gestión productiva y el cuidado sanitario, avanzar en exploración de cultivos de ciclo completo en tierra y generar más infraestructura en pisciculturas de recirculación que permita gradualmente ir reduciendo los ciclos productivos en el mar".
"Nuestro compromiso es avanzar hacia un nuevo marco normativo para una estrategia futura que permita la sostenibilidad de la acuicultura"
Luis Cárdenas,, Seremi de Economía Los Lagos.
"Es clave modernizar la legislación vigente con el objetivo de promover el necesario crecimiento sostenible de esta industria"
Loreto Seguel, directora, ejecutiva Consejo del Salmón
10 por ciento se ha estabilizado la cifra de escape de salmones o mortalidad de peces desde 2017 tras máximos cercanos a 30% de la producción en 2015- 2016.
4.681 hectáreas es la superficie de los centros de cultivo de salmón en Chile, equivalente a un 3% de la superficie de la comuna de Puerto Montt.
1.353 concesiones acuícolas para salmones fueron entregadas desde 1981. Sin embargo, de ellas solo se han otorgado 15 en los últimos 7 años.