Suicidio en la cárcel: madre reclama que desapareció el diario de vida de su hija
AFECTADA. Silvia Antimán dijo que la justicia demoró mucho en investigar presunto parricidio y que cuando le entregaron sus cosas faltaban textos.
"Aquí hay negligencia importante de Gendarmería, ni siquiera hemos recibido ninguna explicación, nunca nos llamaron. La ropa que nos entregaron no era la que correspondía y Bernardita tenía un diario de vida donde escribía lo que le pasaba en la cárcel, y que tampoco recibimos".
Las palabras son de Silvia Antimán, madre de Bernardita M.A., de 31 años, quien el 30 de enero de este año fue encontrada sin vida en el hospital penitenciario de Alto Bonito.
La mujer fue imputada por parricidio tentado contra su hija de un mes, tras una investigación desformalizada que se extendió por cerca 2 años y medio. Su hija, de actuales 3 años, permanece en una residencia en Puerto Varas.
Trasladada desde Castro a Puerto Montt al módulo de mujeres de Alto Bonito, Bernardita fue agredida por un grupo de imputadas y posteriormente violada en el hospital penitenciario por el interno que repartía la comida en el área de salud.
Justicia es mala
Silvia Antimán por motivos laborales se trasladó desde Ancud junto a su pareja y su nieto de 2 años (hijo de Bernadita), al sector rural de Ten Ten, en Castro, donde ejecutan labores de campo como inquilinos.
"Creemos que es muy importante que se recupere ese diario extraviado, porque podría aclarar varias cosas. Estamos seguros que ella dejó escrito lo que le estaba pasando en la cárcel", dijo la mujer al recordar que el día que le entregaron las pertenencias de su hija en el penal de Alto Bonito faltó su diario de vida.
Criticó la tardanza en la investigación, cuyo proceso duró casi dos años y medio, siendo formalizada la investigación recién en junio del año pasado.
"Demoró mucho la justicia, apenas pasó (el presunto delito) lo dejaron en nada, e íbamos a preguntar siempre, y nunca nos dieron una respuesta clara. La justicia es mala, porque demoraron mucho en llevarla a tribunales", señala.
Bernardita dejó 4 hijos de 2, 3, 10 y 17 años.
"Queremos que se haga justicia por mi hija, para saber realmente por qué murió. Mi hija no era para matarse, porque quería mucho a mis nietos. Todo lo que le pasó fue muy cruel, no entendemos cómo pueden pasar estas cosas, por eso queremos que se castigue a los responsables", cerro Silvia Antimán.
Muy delicada
María Soledad Llorente, defensora regional, sostuvo que la defensa planteó en todas las instancias judiciales posibles, la problemática de salud de Bernardita.
"Veíamos como necesario que el sistema de justicia comprendiera no solo que su supuesta responsabilidad en el caso era muy poco clara, sino que también que ella estaba en una situación emocional muy delicada, porque las pericias siquiátricas que solicitamos daban cuenta de una depresión severa con ideación suicida, y por este motivo era necesario tenerla bajo vigilancia permanente, con atención médica especializada".
Para Llorente, esta condición era "consecuencia directa de la violencia de género que sufrió Bernardita, y por este motivo los argumentos de la defensa siempre se relacionaron con las normas que resguardan la integridad física, síquica y la vida de las mujeres en la privación de libertad, más aún cuando se trata de una madre de cuatro hijos, como era el caso de Bernardita, respecto de quienes no existe denuncia alguna por delitos como el que se le imputaba".
Para la defensora regional, en esta causa el "sistema en su conjunto debió observar, investigar y juzgar bajo la perspectiva de género, teniendo como primera pregunta si ella, antes que victimaria era tan víctima como su hija".
Mauricio Maya, director regional del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), comentó que previo al fallecimiento de Bernardita "nosotros tomamos contacto con ella, en noviembre de 2023, por una denuncia en contra de un funcionario de Gendarmería. En ese momento el equipo que la visita (INDH) tiene algunas aprehensiones respecto de la salud mental de Bernardita, las que son informadas a la Defensoría Penal Pública. Ella estaba en calidad de imputada, por tanto muchos aspectos de su cuidado están bajo la supervisión de su defensor", explicó la autoridad.
31 años tenía Bernardita, quien tras ser agredida y violada en Alto Bonito decidió quitarse la vida en el mismo recinto.
4 hijos de 2, 3, 10 y 17 años dejó la mujer, cuyo caso es indagado desde 2020, pero que recién fue formalizado en junio de 2023.