Rusia llora a sus víctimas del atentado y dos sospechosos son llevados ante un juez
TERRORISMO. Cuatro autores materiales iban a recibir medidas cautelares, mientras continúa la investigación para dar con los autores intelectuales del ataque en una sala de conciertos que dejó al menos 137 muertos en Moscú el viernes pasado.
Rusia vive días de duelo nacional por los muertos en el atentado cometido el pasado viernes por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) a las afueras de Moscú, mientras continúa el recuento de las víctimas mortales -137 al cierre de esta edición- y la búsqueda de los organizadores de la matanza.
Los dos primeros sospechos de los 11 detenidos hasta el sábado comparecieron ante un juez durante las últimas horas. En total, cuatro autores materiales de la matanza fueron llevados a Moscú para determinar medidas cautelares.
Los primeros en comparecer en el tribunal Basmanni de Moscú, donde se les imputaron cargos de terrorismo, fueron dos hombres identificados como Saidakrami Rachabalizoda y Dalerdzhon Mirzoev.
Durante la audiencia, Mirzoev dijo que es ciudadano de Tayikistán y que tiene tres hijos menores. El acusado vivía en la región de Moscú con documentos de residencia caducados hace tres meses, informa la agencia TASS.
Dolor y homenajes
Paralelamente, flores, velas y juguetes llenaron este domingo las inmediaciones de la sala de conciertos Crocus City Hall, donde fue el ataque terrorista del viernes durante un concierto de rock.
Pese a la lluvia que caía en la capital rusa, una marea de personas se acercó al lugar del atentado para rendir homenaje a la memoria de los fallecidos.
En numerosas pantallas en las carreteras y comercios grandes de Moscú se podían ver velas sobre un fondo negro y la fecha del atentado, el 22 de marzo de 2024.
Mientras, en el metro capitalino se recordaba a los pasajeros que las medidas de seguridad han sido reforzadas después del ataque y se les pedía comprensión por posibles molestias.
Distintos memoriales en recuerdo de las víctimas de la tragedia fueron creados también en otras ciudades rusas.
Mientras, las banderas rusas en las instituciones estatales y las embajadas rusas en el exterior ondeaban a media asta en señal de duelo.
Venganza sin piedad
El subjefe del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, afirmó que todos los implicados en el brutal atentado en Crocus City Hall serán "objetivos legítimos" de Rusia.
"Vengaremos a todos. Y los implicados, independientemente de su país de origen o su estatus, serán a partir de ahora nuestro objetivo legítimo y principal", escribió Medvédev en Telegram y agregó: "Esperen, canallas".
También el presidente Vladimir Putin aseguró en la víspera que "todos los autores, organizadores y los que encargaron este crimen recibirán un merecido e irremediable castigo, sean quienes sean e independientemente de que los hayan enviado".
Mientras, varios políticos y analistas rusos abogan ya por el levantamiento de la moratoria a la pena de muerte en este país.
Avanza recuento
Según datos actualizados, la tragedia había dejado 137 muertos y 180 heridos al cierre de esta edición.
Estas cifras crecen cada día porque continúan las labores de búsqueda y rescate en el lugar del atentado, donde los bomberos tardaron largas horas en extinguir el incendio provocado por los atacantes y que arrasó una superficie de 13.000 metros cuadrados.
"Hasta el momento en el lugar del ataque terrorista han sido hallados los cuerpos de 137 personas, entre ellos tres niños", señaló el Comité de Instrucción Ruso.
Agregó que han sido indentificados 62 cuerpos y "se están realizando exámenes genéticos para establecer las identidades" de las otras víctimas.
Por otra parte, la Policía rusa desalojó ayer el centro comercial London Mall en San Petersburgo tras recibir un aviso de bomba, informa el medio local Fontanka.ru.
Simultáneamente, se detuvo a un hombre que afirmó haber colocado un artefacto explosivo en el centro comercial y otra mujer fue detenida por un falso aviso de bomba en un avión que se iba a despegar desde Moscú con destino a Ereván, la capital de Armenia.