Una apuesta por la prevención
Entramos a abril y se va dando término a la temporada de incendios 2023-2024, que quedará grabada en la memoria como una de las tragedias más devastadoras que hemos enfrentado como país.
El mega incendio en la región de Valparaíso, que cobró la vida de 134 personas, dejó cientos de desaparecidos, más de siete mil hogares dañados y nueve mil hectáreas de vegetación arrasadas.
Con lo anterior, quiero hacer una comparación con lo que se vivió en el sur del país, ya que la situación fue totalmente diferente. A pesar de los altos niveles de intencionalidad y las condiciones climáticas extremas, se registraron un 30% menos de incendios y un 70% menos de superficie afectada.
Específicamente, en la región de La Araucanía se registraron un 22% menos de incendios que la temporada anterior y la superficie afectada, fue solo un 15% de lo afectado en 2022-2023.
Como parte del sector forestal, hemos aprendido lecciones cruciales en estos últimos años, comprendiendo la importancia vital de la prevención durante todo el año, la necesidad de una coordinación efectiva entre los sectores público y privado, el valor de la comunidad unida, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para la detección temprana y el combate, así como la importancia de la recuperación, reconstruyendo las comunidades afectadas y restaurando su capacidad productiva.
Creemos que la prevención, en su dimensión comunitaria, es muy importante y debe ser liderada a nivel local, desalentando a aquellos responsables de iniciar incendios, a través de una estrategia climática preventiva.
Las regiones afectadas en el sur, han comprendido la relevancia de la prevención, en especial en La Araucanía con el trabajo que se lleva junto a Conaf y los municipios en las Escuelas Preparadas y los planes de protección contra eventos catastróficos, con el fin de tener una comunidad organizada ante una emergencia.
Otro claro ejemplo, es la existencia de más de 400 comités de prevención, desde O'Higgins hasta Los Lagos, con la participación de aproximadamente 6.000 personas, que se han organizado y trabajando incansablemente durante todo el año en labores preventivas, en colaboración con las autoridades locales y las empresas.
El cambio climático ha modificado los meses de calor y el riesgo de incendios persiste. Por esta razón, es imperativo informarnos, trabajar en conjunto y contar con una sólida legislación sobre incendios que nos ayude a evitar futuras tragedias.