El combate contra el crimen
Recuperar camiones robados e incautar motos es una señal, pero este trabajo tiene que ser constante y con convicción.
Lo que ha ocurrido en las últimas semanas en el país con el caso del teniente venezolano asesinado a manos de un grupo criminal y comandado, según ha dicho la Fiscalía, desde su país, junto con el asesinato de un carabinero en la Región Metropolitana, representa el punto cúlmine de la crisis de seguridad que se ha apoderado de prácticamente todo el territorio nacional. En cada una de las encuestas y sondeos, la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado asoman como las principales preocupaciones de la ciudadanía, que ha visto con espanto el progresivo deterioro de sus calles y barrios en los últimos años. Caminar por el centro de una ciudad o por alguna población, es hoy infinitamente más riesgoso que antes, por más que declaraciones en contrario se hagan.
Puerto Montt, tristemente, no se ha escapado de esta tendencia de inseguridad ciudadana. Dan cuenta de ello el reciente robo en un local comercial de calle Antonio Varas y el atraco a un mall chino, donde dos personas fueron golpeadas por los delincuentes.
El combate contra la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado requiere de una batería de acciones dirigidas por el Gobierno, que tiene a su mano las fuerzas policiales para cumplir con ese propósito. Aquí valen tanto el desbaratamiento de redes criminales que roban vehículos en Santiago y los reducen acá, como ocurrió con la detección de 19 camiones en la región después de meses de investigación; y la incautación de 19 motos en la capital regional esta semana y que eran conducidas sin la documentación necesaria.
Chile está pasando por una severa crisis de seguridad que se hace sentir en cada conversación y acciones como las señaladas, constituyen un elemento positivo que no debe terminar ahí. El flagelo delincuencial exige una labor permanente de parte del Gobierno, las policías, la Fiscalía y los jueces, algunos de los cuales suelen quedar en entredicho cuando pese a las solicitudes del Ministerio Público y a la gravedad del delito, deciden no otorgar la prisión preventiva. Regularmente la Corte de Apelaciones respectiva corrige tal medida, como pasó esta semana en Puerto Montt, pero la duda de la ciudadanía queda instalada por los criterios tan dispares.
Para que el país salga del pozo en que se encuentra, se necesita hacer mucho más de lo que se está haciendo.