Violencia contra las mujeres
Aunque hay mayor conciencia en la sociedad acerca de los ataques que sufren, todavía hay muchísimo por avanzar.
Es lamentable que aún la sociedad no sea capaz de mitigar o erradicar conductas tan dolorosas y terribles como la violencia física y psicológica contra la mujer y los hijos en el hogar. No obstante, se percibe que en la actualidad se identifican con más claridad lo que son aquellos ataques psicológicos, físicos o sexuales, ya sea en el hogar, el trabajo, la escuela o la calle y se atreven a denunciarlos. Esas conductas ya no se consideran "normales", como ocurría hace unas décadas, lo que revela que hay un paulatino cambio cultural.
Pese a las insistentes campañas que se han desarrollado en los últimos años, los ataques a mujeres por parte de sus maridos, parejas o pololos no han cesado, incluso hasta llegar al femicidio, que es la forma más extrema de violencia y una muestra de que en algunos sectores de la sociedad todavía se cree que los hombres tienen derecho a controlar la vida de las mujeres. Factores como los celos, la incomprensión y la violencia se conjugan en la génesis del problema, primero como una agresión psicológica, para luego dar paso a los golpes y, en casos extremos, para terminar con una vida.
La violencia física y psicológica contra la mujer y los hijos se agudizó durante la pandemia, cuando se limitaron las salidas por las cuarentenas. Debido a la crisis sanitaria, muchas mujeres tuvieron que convivir en forma permanente con su agresor y se les hizo más difícil acudir a Carabineros para concretar una denuncia. Los primeros indicios de la violencia se dan en el pololeo, con la pérdida de respeto por la pareja. Se presenta cuando se revisan en forma subrepticia los celulares o los correos, lo que revela una falta de confianza en la otra persona, espiral que va creciendo. Luego se pasa a los insultos, las humillaciones, los gritos, los empujones, arrojarse cosas, hasta llegar a las agresiones físicas, que pueden llevar incluso a quitar la vida a una persona.
Por ello, se han realizado campañas que buscan alertar y prevenir sobre estos tipos de problemas que no se aprecian a simple vista, pero que pueden ser el paso previo a la violencia física. A veces, tienden a encubrirse bajo formas de subjetivación del amor romántico, justificadas por considerarse -de forma equivocada- como "expresiones de amor". Esta situación debe denunciarse a tiempo para no tener que lamentar situaciones extremas.