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Dice que los resultados del estudio no le sorprenden: "Hay mucha soledad. Hay mucho adulto mayor solo. Hay hijos que ni siquiera visitan a sus padres". Oyarzún asegura que el problema se profundiza con el cierre de hogares, lo que significa más abandono, más gente sola y viviendo, en algunos casos, en la calle.
Además, comentó que de acuerdo con los antecedentes que manejan en su organización, hay más de dos mil adultos mayores solos en la capital regional. Sobre este punto, coloca el acento en que "muchas familias dejan a sus adultos mayores enfermos en el hospital. No los van a retirar. Y de ello nos enteramos en las reuniones". A ellos se suman a quienes no los visitan y están solos en sus casas y a quienes no les gusta participar de actividades porque no les gusta salir, ni integrarse.
Es por ello por lo que, recalca, se necesitan centros de atención diaria para adultos mayores.
Todas las edades
Raúl Aburto, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Reloncaví, señala que el sentirse solos no sólo afecta a los adultos mayores, sino que a personas de distintas edades, como a los jóvenes.
Apunta que se trata de una temática que la han expuesto a las autoridades en reiteradas oportunidades. Sobre lo que perciben en las poblaciones, describe que hay muchos jóvenes que están solos: "Hay que preocuparse más de este tema, puesto que se profundizó tras la pandemia".
Por lo mismo, sostiene que se tienen que elaborar planes que le permitan a toda la población retomar su vida como era antes de la llegada del covid, lo que reconoce no es un objetivo que se logre en el corto plazo. "No es de un rato para otro, el camino es largo. Es molesto ir a reuniones tras reuniones y que no se adviertan los resultados, cuando se trata de una temática que tiene que ser abordada con cuidado".
Individualismo
Sara Marchant, presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas y Rurales de Puerto Montt, sostiene que tras la pandemia del covid-19 se registró un cambio en la población en este ámbito. Sin embargo, destaca el trabajo que se realiza con los adultos mayores, principalmente, aunque "no es lo suficiente".
De todas formas, dice la dirigente, las personas se están organizando y ello lo ha constatado en las reuniones a las que ha asistido con este segmento de la población.
En todo caso, plantea que la salud mental es una materia que se tiene que abordar con más recursos, aunque ve que "se están organizando actividades".
El problema que identifica Marchant tiene que ver con la participación en estos programas. "Hay un inconveniente que es el individualismo. Hay personas más frágiles que se sienten solas, pero las instancias están para participar y la primera de ellas es la junta de vecinos para reunirnos y conversar acerca de los problemas que tenemos. Pero, lamentablemente, nuestra gente no quiere participar. Y es ahí donde tenemos una crisis".
En su análisis, comentó que ha tratado la temática de la baja participación, puesto que no tiene relación con políticas de Estado, sino que guarda relación con "nosotros, con la comunidad. Nos hemos vuelto bastante individualistas".
Como ejemplo, Marchant apunta a la labor preventiva en la seguridad de los barrios. "La gente quiere que todo se lo realicen, cuando no se puede pretender que en seguridad actúe solo Carabineros, en circunstancias que la primera responsabilidad es cuidarnos como vecinos. Y, ¿cómo lo hacemos? Estando organizados. Y es ahí donde tenemos un problema, ya que las personas no quieren participar".
2000 adultos mayores viven solos en Puerto Montt, de acuerdo a los antecedentes que expone Fabiola Oyarzún.
70 personas acuden durante las tardes a los programas que tiene para adultos y adultos mayores el IND.