Aunque el Ministerio de Salud reportó que la vacunación contra la influenza ya superó las 7,3 millones de personas inoculadas, no puede considerarse todavía un avance óptimo, si se recuerda que la campaña inició el 13 de marzo con una focalización declarada en los grupos de riesgo. La influenza es una enfermedad grave y contagiosa, causada por un virus, que se transmite al toser, estornudar o por secreciones nasales.

Las complicaciones pueden llevar a la hospitalización e incluso provocar la muerte. Además, puede ser causa del agravamiento de ciertas enfermedades, como la diabetes, el asma y las enfermedades cardíacas o pulmonares.

Vacunarse todos los años es la mejor manera de disminuir el riesgo de contraer la enfermedad, contagiarla a otras personas y sufrir complicaciones como las mencionadas. Los especialistas han explicado que el frío y las intensas lluvias de esta época son factores favorecedores para la circulación viral, afectando principalmente a los adultos mayores, quienes han sido los más afectados.

La campaña de vacunación contra la influenza A se mantendrá hasta que se cumpla la meta de vacunación del 85% a nivel nacional, requerida para generar una inmunidad mayor entre quienes integran los grupos de mayor riesgo. La difusión que realicen las autoridades, así como también los constantes llamados, no tendrán resultado si no existe una respuesta ciudadana responsable y que busque proteger su salud.

En este sentido, tal como lo han señalado las autoridades sanitarias de la Región de Los Lagos, los grupos antivacuna han provocado un claro perjuicio en las campañas. Su discurso sin fundamentos y gobernado nada más que por la intuición o por la superchería ha dañado a muchas personas.

Los virus de la influenza cambian constantemente y cada temporada circulan diferentes cepas, por lo que la composición de la vacuna se modifica cada año para brindar protección contra los virus. Se trata de una opción segura y gratuita para las personas que constituyen los grupos objetivo de la campaña.

Vacunarse, sobre todo los grupos de riesgo, otorga garantías claras para enfrentar el virus de la influenza.

En la primaria del domingo sólo votó un 6.1% del universo de votantes. Una baja votación, tanto para los candidatos del bloque de Gobierno como para la coalición opositora. ¿Fue la lluvia? ¿Fue el viento? ¿Fue una insuficiente convocatoria del Gobierno? La respuesta es no. Fue la peligrosa manifestación del desinterés y cansancio de la ciudadanía por procesos eleccionarios que al final no resuelven sus problemas reales y cotidianos.

En el fondo, es la desvinculación de los partidos políticos, su dirigencia y sus representantes, de las necesidades y aspiraciones de la gente. Una demostración de ello fue el amplio triunfo del rechazo a la propuesta constitucional del Gobierno y sus aliados oficialistas, sostenida por una expresión de la sociedad civil, encabezada y encauzada por movimientos ciudadanos independientes, como Amarillos y Gente del Sur en nuestra región.

Esto quedó también en evidencia el domingo, con la alta votación de los precandidatos independientes, indicando que aun dentro de los segmentos militantes y simpatizantes, se buscan rostros y propuestas nuevas que refresquen el ambiente político.

En la elección que se avecina la ciudadanía tiene la oportunidad de elegir a quienes demuestran comprensión de los problemas que la afligen y cuentan con la capacidad y propuestas concretas para abordarlos. Son muchas y profundas las huellas de la polarización y de la violencia con sus efectos de estancamiento del crecimiento y la inversión.

Si bien en las regiones australes todavía logramos indicadores favorables de crecimiento y empleo, hay riesgos evidentes para sus motores de desarrollo, como la acuicultura, la pesca, el turismo y la agroindustria, así como para los proyectos, como las energías renovables.

Un ejemplo de la conciencia pública de ello fue la masiva protesta de numerosas organizaciones sindicales y ciudadanas que rechazan las desmedidas reclamaciones de espacios costeros por algunos grupos indígenas, alentados por las falencias de la Ley Lafkenche y la acción de ONGs y asesores que se benefician de ello.

La gente necesita y quiere que sus autoridades estén al servicio de la construcción y no de la deconstrucción que se ha traducido en pérdida objetiva del dinamismo y competitividad de nuestra economía, y, por cierto, con evidente impacto sobre las comunas y territorios del país. En la conciencia colectiva, como lo demuestran numerosas encuestas nacionales, cunde el deseo de un cambio que traiga seguridad, crecimiento, trabajo y beneficios sociales sostenibles.

Existe la percepción de que se necesitan autoridades competentes para llevar adelante una verdadera tarea de reconstrucción y esperanza, luego de años de sostenido retroceso. Cada día la gente entiende mejor que políticas públicas asistencialistas, sin recursos que las sostengan, son pan para hoy y hambre para mañana y, por tanto, un recurso eleccionario que parece acercarse a su fin.

80 años | 12 de junio 1944

Principio de incendio afectó al mercado

Un principio de incendio afectó al mercado de Puerto Montt, ubicado en calle Ancud. Al inmueble acudieron todas las compañías de Bomberos de la comuna, sin embargo, no fue necesario que usaran el material con el que llegaron, puesto que la emergencia, que tuvo lugar a las 13:20 horas, fue controlada por los propios moradores, quienes reportaron daños de baja consideración.

50 años | 12 de junio de 1974

Confirman construcción de mil viviendas

Desde el Ministerio de Vivienda confirmaron que se mantiene el programa de construcción de mil viviendas en la provincia de Llanquihue. De hecho, durante los últimos días funcionarios de la Corvi visitaron la zona y analizaron el desarrollo de este plan que sufrió la postergación para 48 viviendas. Sin embargo, el intendente (s), coronel Rubén Rojas, ratificó su construcción.

10 años | 12 de junio de 2014

Vecinos de Ochagavía alegan por pozos negros

Los vecinos de la calle Ochagavía de Puerto Montt manifestaron su inquietud respecto de una serie de problemas que se viven en el sector y que vienen planteando a las autoridades desde hace años. Uno de ellos es la falta de alcantarillado y de tratamiento de aguas servidas, por lo que unas 10 viviendas cuentan con pozos negros, pese a que habitan en el lugar desde hace mucho tiempo.