Menores y uso de celulares
Hay un debate mundial ahora acerca de la inconveniencia de que los escolares utilicen sus teléfonos móviles en la sala de clases.
Según cifras del INE, en el año 2022 había 33,5 millones de celulares, es decir, más aparatos móviles que habitantes, lo que explica que cada uno tenga más de un móvil y que incluso los niños cuenten con ellos. Esa hiperconectividad llegó para quedarse, pero estar online las 24 horas ha contribuido a aumentar el estrés y la ansiedad.
También ha surgido la nomofobia o miedo irracional a salir de casa sin el móvil o a quedar desconectado. Un estudio de la empresa Oracle Marketing Cloud reveló que las personas chequean su móvil en promedio 150 veces al día, de modo que si bien la tecnología nació para facilitar la vida de las personas, éstas pasaron a transformarse en esclavos de ella, adoptando hábitos nocivos que se arraigan cada vez más.
Tal vez donde se enfrentan las mayores complicaciones es en el comportamiento de los niños, que se han hecho dependientes de los móviles y de las pantallas, lo que ha reducido sus tiempos de estudio. Se ha afectado su atención y concentración, y dificultado el aprendizaje. Esto lo saben los profesores, para quienes se ha transformado en una odisea tratar de que los niños y jóvenes en clases se desconecten.
Un estudio de la Universidad de los Andes señaló que 7 de cada 10 adolescentes chilenos usan su celular regularmente en la sala de clases, y 6 de cada 10 admiten que ello afecta su rendimiento escolar. Según los autores de la investigación, el celular no cumple con ninguna función educativa, pues se lo emplea principalmente para escuchar música, jugar, ingresar a aplicaciones e intercambiar mensajes.
Es un tema de discusión mundial. En Francia, el gobierno prohibió el uso de móviles en los colegios, incluso en los recreos, para combatir la "demencia digital", adicción definida por el psiquiatra alemán Manfred Spitzer y que afectaría a los menores de forma cognitiva y emocional. En algunos colegios de Las Condes, también se prohibió el uso del móvil, luego de que en uno de ellos se aplicó inteligencia artificial para simular fotos comprometedoras de algunas alumnas y fueron compartidas en redes sociales.
Como las medidas adoptadas son recientes, no se sabe si tendrán un real impacto en niños y jóvenes. Pero hay quienes sostienen que se podría buscar la forma de promover el uso del celular con fines educativos, con aplicaciones que podrían ser útiles en la sala de clases, ya que se prevé que los menores se las arreglarán de alguna forma para burlar las prohibiciones.