El ex alcalde, el PS y caso Hermosilla
La suspensión de la militancia PS de Paredes y las críticas a una tardía fiscalización de los opositores marcan las horas posteriores al fin de la era de Gervoy Paredes Rojas.
El fallo del Tribunal Electoral Regional de Los Lagos, que determinó la destitución del ex alcalde Gervoy Paredes, trajo consigo las más variadas reacciones, dado el carácter de inédito que significa la remoción de un jefe comunal en la capital regional de Los Lagos por hechos que develan, a criterio del TER, un notable abandono de deberes por parte de uno de los hombres fuertes del Partido Socialista en la región, con hechos como la contratación de parientes en el municipio, el juicio de cuentas por $600 millones derivado de la fallida pileta y el desastre en el DAEM. Fue el mismo Partido Socialista el viernes, recién una vez conocido el fallo contra el ex edil, el que se aventuró a comparar el caso de Paredes con el del abogado Luis Hermosilla, a través de un comunicado en el que informaban la suspensión de la militancia de Paredes Rojas: "De la misma forma en que hemos condenado categóricamente el accionar del abogado Luis Hermosilla y otras personas vinculadas a delitos de corrupción, actuamos con la misma firmeza en el caso del alcalde Paredes". Hoy Hermosilla es el "niño símbolo" de la corrupción y enfrenta una formalización por delitos tributarios, soborno y lavado de activos, todo adornado con un audio filtrado, digno de una serie de mafiosos, en el que se habla de cajas negras, cuatro ucranianas, tres polacas, dos argentinas, una langosta, un yate, pitos, Jamaica, una piedra de Colombia y quemar una oficina de SII.
¿Se puede comparar la errática gestión de Paredes con la trama de Hermosilla? Habrá que esperar el desenlace de ambas historias. De vuelta a Puerto Montt y a lo que ha significado el fin de la era Paredes, resultan llamativas las críticas de prominentes figuras de su ex partido, el PS, que no dudaron en criticar al rol fiscalizador de la oposición, puesto que, según se entiende, no fueron capaces de frenar la maquinaria del ex alcalde en 12 años de gestión y sólo se hizo un año antes de las elecciones municipales. Si bien es comprensible tal argumento, resulta absurdo que quienes son parte del partido político que respaldó la carrera de Paredes hoy miren para el lado y disparen al adversario. Es como culpar a quien recibe un disparo y no a quien regaló las balas. No se entiende y se extraña un mínimo de autocrítica.