Avance de las energías limpias
En un esfuerzo sostenido, el país ha avanzado sustantivamente en la ampliación de la matriz energética.
Las energías renovables no convencionales (Ernc) son las energías limpias del futuro, tendencia a la que Chile no está ajeno. Las autoridades las han apoyado y estimulado en las últimas décadas, con el respaldo de la ciudadanía, que ve en ellas la solución no contaminante al abastecimiento de electricidad. Hace unos años se dijo que se esperaba que en 2030 éstas representaran el 40% de la matriz, pero esa meta ya se alcanzó. Entre ellas, se encuentran la energía fotovoltaica y la eólica, esta última ya presente en Los Lagos y con múltiples nuevas posibilidades. Cerrado el primer trimestre de 2024, el 41,3% de la generación eléctrica en Chile correspondió a energías renovables no convencionales, y todo indica que en 2024 se podría llegar a un nuevo récord.
Según los especialistas, estos resultados se complementan con un 2023 que dejó hitos relevantes, como que la generación renovable superó a la térmica por primera vez y dentro de esa producción, la energía solar correspondió a casi un cuarto del total nacional. Chile no sólo está generando energía solar, sino que también es líder mundial en su consumo.
Al mismo tiempo, la energía fotovoltaica se encuentra en un lugar de privilegio en una industria que podría tener un gran crecimiento en el futuro próximo: el hidrógeno verde. Este método usa la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se producirá energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera. Así, puede darse incluso una cadena de suministro autosuficiente si es utilizado como combustible. Esto es importante si se considera que Chile ha enfrentado en la última década y media la crisis que se ha producido con una sequía estructural.
El país está logrando objetivos que ha perseguido durante años y que se veían lejanos: dar pasos firmes en el proceso de descarbonización y convertirse en referente internacional, transformando la matriz energética. De ahí que la gran mayoría de los proyectos de generación que están en proceso de calificación ambiental se refieren a energías renovables. Para los próximos años, la industria de generación compromete inversiones totales superiores a 23.000 millones de dólares, en proyectos eólicos, solares e hidrógeno verde, lo que permitirá liderar la transición energética, reafirmar el retiro del carbón de la matriz productiva y luchar por la carbono neutralidad.