La emergencia de la salud mental
Chile ocupa el primer lugar en este ámbito en un ranking internacional que mide los principales problemas de salud.
La empresa de investigación de mercado Ipsos entregó la sexta versión de un estudio, con encuestas en 31 países, incluido Chile, sobre la percepción de las personas acerca de los problemas de salud, el acceso y calidad de sus sistemas de atención médica y los desafíos pendientes. Por tercer año consecutivo, la salud mental es observada como el principal problema de salud a nivel mundial. En el caso de Chile, la salud mental es identificada como el principal problema de salud por un 69% de los consultados, resultado que instala al país en el primer lugar del ranking. Hubo un aumento de tres puntos porcentuales desde la medición del año pasado (66%) y de 43 puntos porcentuales desde la primera edición (26%), publicada en 2018.
Según Ipsos, el deterioro de la salud mental es la gran herencia que dejó la pandemia y el hecho de que en cada medición tenga más menciones indica que es una alerta importante para el sistema de salud respecto de la necesidad de intervenciones integrales desde temprana edad, así como de la necesidad de una mayor cobertura de atenciones.
A pesar de lo conectada que está la sociedad, muchas veces esta enorme apertura, sumada a una vida competitiva y vertiginosa, no permite identificar lo que está pasando con la salud mental. Puede que esto se manifieste de la forma más dolorosa con casos extremos, como los suicidios, el bullying o las agresiones asociadas a trastornos graves.
Los sistemas de salud han advertido la alta incidencia que tienen las depresiones como causa de licencias médicas de los trabajadores, por lo que es una invitación para reflexionar sobre varios aspectos relacionados con la calidad de vida. Pero el problema no radica sólo en los bajos niveles de inversión pública, sino también en el aumento de los casos de pacientes con deterioro de su salud mental. En suicidios, por ejemplo, se viene mostrando una preocupante tendencia que, si bien no pone a Chile en los primeros lugares en términos absolutos, convierte al país en el segundo de la Ocde que más ha aumentado su tasa de suicidios en los últimos 20 años.
Mucha gente aún es escéptica sobre la importancia de dar tratamiento a estos padecimientos, pues ve en su manifestación un signo de debilidad. Pero hay amplio consenso médico de que el tratamiento de estas afecciones es tan indispensable como el de una enfermedad común.