El duelo entre trámites y abandono de la familia de joven motorista que falleció por culpa de un chofer ebrio
DRAMA. Con una fuerte vocación de servicio y pasión por las motocicletas, Macarena se trasladaba todos los días desde Población Mirador del Sol hasta Valle Volcanes para atender a sus pacientes. Su familia pide la pena máxima para el chofer, quien manejaba alcoholizado y tras haber consumido marihuana.
El sábado 28 de septiembre el destino frenó de manera abrupta la vida de Macarena Molina, de 36 años, tras ser violentamente impactada por un automóvil en el sector de Valle Volcanes, cuya conducción estaba a cargo de una persona bajo la influencia del alcohol y las drogas, según las pericias policiales.
Con preocupación por sus pacientes y alegría, Macarena se desempeñaba como técnico en enfermería en el centro de diálisis Hemosur desde enero del presente año. Además de este trabajo, la joven ponía a disposición su vocación de servicio y su pasión por las motos, participando todos los años en la Teletón y siendo parte de causas animalistas.
La tragedia no sólo dejó un vacío inmenso en su familia, compuesta por su pareja, padres y cuatro hermanos, sino que también encendió la llama de la búsqueda de justicia. En un acto de valentía y amor incondicional, sus seres queridos decidieron interponer una querella criminal contra el responsable del accidente, decididos a que la memoria de Macarena no se olvide y permita evitar que la imprudencia termine con una vida inocente.
Juan Carlos Hernández, hermano mayor de Macarena, se enteró de la noticia estando al otro lado de la cordillera, a través de un llamado que le hizo Amaranta, la hermana gemela de Macarena. "Cuando me dijo que la mataron fue fuerte. No lo esperaba. Estaba en Bariloche. Fue muy difícil hacer el trayecto hacia Puerto Montt, manejando con dolor y pensando en todo lo que había que hacer".
El hermano de la técnico en enfermería cuenta que rápidamente la familia se reunió por la tragedia para apoyar a la madre en este proceso.
"Tengo un hermano que estaba trabajando en Melinka y llegó al tercer día por las condiciones climáticas. Todo esto es nuevo para nosotros porque no es una pérdida normal de un familiar, como perder a una persona que está enferma, donde uno se puede proyectar y va entendiendo hasta que llega el momento. En este caso es algo repentino e inesperado. Macarena era la persona que menos esperaba", agregó el familiar.
Juan Carlos comenta que, tras la pérdida de Macarena, la familia se ha visto enfrentada a la burocracia y a eternos trámites. "Nos presionan las aseguradoras, el IST nos está pidiendo una cantidad de papeles y resulta que no hemos podido